México cerró indefinidamente sus oficinas diplomáticas en Ecuador, mientras que Quito retiró a sus funcionarios de la embajada en Ciudad de México, pero mantiene abiertos sus dos consulados.
Además, exige a Ecuador respetar la soberanía, a no lesionar el Derecho de Asilo y a cumplir con sus obligaciones internacionales, garantizar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y cesar la política de hostigamiento y amedrentamiento