
fuente: AFP
La obispa de Londres, Sarah Mullally, fue nombrada ayer arzobispa de Canterbury, convirtiéndose en la primera mujer que encabeza la Iglesia de Inglaterra y será la líder espiritual de los anglicanos.
El gobierno británico anunció que el rey Carlos III, como líder supremo de la Iglesia anglicana, aprobó el nombramiento propuesto por el Colegio de Cánones de la Catedral de Canterbury, en el sureste de Inglaterra.
Con su llegada, Mullally, de 63 años y madre de dos hijos, sustituye a Justin Welby, obligado a renunciar en noviembre de 2024 debido a su gestión de un escándalo de agresiones físicas y sexuales.