Según contó, personas desconocidas continúan contactándola para exigirle más dinero, bajo amenazas relacionadas con los videos íntimos que obtuvieron de su teléfono.
Las mafias respondieron con una violenta embestida que incluyó el secuestro de más de 200 policías y guardias penitenciarios, ataques con explosivos y la toma armada de una canal de televisión en Guayaquil.