
Por: Francisco Flores Legarda
“Dentro de nosotros hay algo que no tiene nombre,
esa cosa es lo que somos”.
José Saramago
Me atrevo a verted comentarios sobre este libro de Saramago, que nos viene a
descubrir como el pueblo puede socavar a los políticos ante el desplante de
prepotencia de nuestros gobernantes. Tal vez no sea de mucho agrado, pero se
hace lo que se puede.
Durante las elecciones municipales de una ciudad sin nombre, la mayoría de sus
habitantes decide individualmente ejercer su derecho al voto de una manera
inesperada. El gobierno teme que ese gesto revolucionario, capaz de socavar los
cimientos de una democracia degenerada, sea producto de una conjura anarquista
internacional o de grupos extremistas desconocidos.
Las cloacas del poder se ponen en marcha: los culpables tienen que ser
eliminados. Y si no se hallan, se inventan. Los protagonistas de esta novela, un
inspector de policía y la mujer que conservó la vista en la epidemia de luz blanca
de “Ensayo sobre la Ceguera”, dan muestras de la altura moral que los
ciudadanos anónimos pueden alcanzar cuando deciden ejercer la libertad.
Saramago, un escritor que se ha convertido en la conciencia lúcida de una época
cegada por los mecanismos del poder, lanza una llamada de alerta: «Puede
suceder que un día tengamos que preguntarnos Quién ha firmado esto por mí».
Ese día puede ser hoy.
En esta ocasión, Saramago nos ubica en plenas elecciones, pero como una
peculiaridad. Esta vez la mayoría de los ciudadanos votarán en blanco, frente a un
25% que decide elegir uno de los partidos (divididos en: derecha o izquierda). Al
principio parece que esta situación se debe a varios factores, mal tiempo, apatía,
poco interés en el voto… pero, a medida que avanza la novela, empiezan a surgir
reflexiones acerca del voto en blanco.
Todos conocemos que votar en blanco es una opción como otra cualquiera, una
de las posibilidades cuando entramos en la cabina, pero ¿podría ser también una
forma de mostrar el descontento del pueblo?, ¿qué pasa si toda la población
decide votar en blanco? estas son algunas de las cuestiones que Saramago
suscita a sus lectores y que emplea para mostrar lo que los gobernantes
comienzan a querer ocultar. ¿Qué pensarían los políticos si nadie quisiese votar a
ninguno de ellos? ¿tratarían de enmendar sus errores? ¿usarían la fuerza?
Como siempre, se trata de una situación compleja que nos permite analizar y
poner en el punto de mira a la sociedad, en este caso a sus dirigentes, a sus
políticos, a los medios de comunicación sensacionalistas, a la propia policía e
incluso las leyes que nos regulan.
Lo cierto es que se trata de una novela muy interesante porque, tal y como lo
muestra Saramago en su novela, la opción del voto en blanco es inconformismo,
es no permitir que la ciudadanía se acomode, que se escude en la dejadez, que
use sus derechos para mostrar su opinión. Y son precisamente dichas
características las que llevan al gobierno a creer que existe un complot contra
ellos pero, al estar recogida como lícita la opción de votar en blanco, carecen de
medios para poner fin a dicha situación y se ven obligados a recurrir a medidas
drásticas. Pero, sobre todo, quiero destacar la unión entre ambas novelas (no
quiero hacer ningún tipo de spoiler por lo que trataré de explicarlo de la forma más
sutil posible) y es que quizá el haber podido vencer esa ceguera, el haber sido
capaces de dar con la llave de la causa de estar ciegos, les ha hecho ver una
realidad que ahora les disgusta a más no poder. Cómo el autor ha hilado ambos
sucesos me ha encantado, y creo que le aporta muchísima más profundidad a la
primera novela. La caverna sigue siendo mi predilecta pero, sin lugar a dudas,
esta novela no se queda atrás.
En resumen, tanto si habéis leído Ensayo sobre la ceguera como si no, esta
novela tiene que estar también entre vuestros libros pendientes. Obviamente,
empezad por la primera parte, pero no dejéis de darle una oportunidad (y tampoco
a este autor que, si bien he descubierto hace poquito, tengo ya entre los que me
gustan un 100% de las veces).
Salud y larga vida
Profesor por Oposición de la Facultad de Derecho de la UACH.
X profesor_F