
ESPN
Rigoberto Plascencia
La competencia por el premio está tan buena como los playoffs.
El Coach del Año en la NFL no premia sólo al mejor estratega… premia al tipo que tomó un desastre, lo miró fijamente y dijo: “esto va a ser arte”. Y este año, la competencia está tan buena que hasta tu tía que ve la NFL sólo en Super Bowl Sunday se atrevería a dar su pick.
Mike Vrabel – Patriots
El hombre que convirtió la mediocridad en una doctrina ganadora
Si pensabas que los Patriots eran el club oficial de la mediocridad, Vrabel llegó con látigo, autoridad y manual táctico. De 1–2 a 12–3, con ofensiva y defensiva top-7 en puntos, y un equipo que ahora juega como si siempre hubiera sido contendiente.
El gran golpe: Drake Maye, el QB que hace que los rivales se pregunten cómo demonios este equipo era un desastre hace un año. Vrabel no sólo ganó juegos. Ganó respeto, identidad y miedo colectivo. Con -110 en las apuestas, es tan favorito como el café en Monday Night.
Liam Coen – Jaguars
El artesano que convirtió a Trevor Lawrence en arma letal
Liam Coen tomó a Trevor Lawrence, ese proyecto a medio armar, y lo transformó en una máquina de TDs. De 3.8% de TD rate y 87.4 de rating con Doug Pederson a 9.6% y 120.8 ahora. Eso no es suerte. Es ingeniería ofensiva pura.
Sumémosle la contratación de Anthony Campanile, que convirtió a la defensa de “por favor no nos metan 40” a top-10 real. Sí, es menos favorito en apuestas, pero si esto fuera Calabozos & Dragones… ya encontró la espada legendaria.
Kyle Shanahan – 49ers
El sobreviviente de la tormenta eterna
Lesiones, drama, bajas sensibles… y aun así 11–4. Perdió a Purdy, usó a Mac Jones, mantuvo ofensiva top-10 y encadenó cinco victorias seguidas. Shanahan dirige un circo donde todos los trapecistas se lesionan… pero el show nunca se cae.
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Mike Macdonald – Seahawks
El ninja silencioso
A nadie le grita en la cara, pero todos le temen. 12–3, defensa #2 de la liga, y un equipo con personalidad. Transformó a Jaxon Smith-Njigba en un WR de fantasía y a Seattle en un problema serio. Brutal y discreto. Letal y elegante. Un asesino silencioso.
Ben Johnson – Bears
El rey del comeback
Pasó de favorito mediático… a underdog emocional. Pero metió a Chicago a playoffs y logró seis remontadas en menos de dos minutos. Su ofensiva es un reality de supervivencia: improvisa o muere. Magia pura… aunque quizá no suficiente para los votantes.
Sean Payton – Broncos
La experiencia que compite… pero no alcanza
Respeto absoluto, proyecto sólido, liderazgo claro. Denver compite arriba, rompió la hegemonía de los Chiefs (apoyado en su mal año, sí), convirtió a Bo Nix en un cerrador, y tiene defensa dominante. Gran temporada… pero no temporada de reconocimientos.
Vrabel es el claro favorito y el candidato “seguro”. Coen es la sorpresa lista para estallar si Jacksonville no suelta el paso. Shanahan y Macdonald están al acecho. Ben Johnson sigue haciendo magia, pero el voto suele premiar estabilidad sobre la adrenalina. Y Payton… puede ir a cenar tranquilo. Este año el trofeo no es suyo.
Lo que sí es seguro: la guerra por el Coach del Año esta tan buena como los playoffs. Y recuerden: toda la postemporada de la NFL, la viven en ESPN y Disney Plus.


