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Basura de SpaceX en Tamaulipas amenaza el ambiente y a la tortuga lora.

Expansión Política

Brenda Yañez @brendayaes

Fragmentos del cohete Starship cayeron en el Golfo de México y playas de Tamaulipas; ambientalistas alertan que generan contaminación y daños a especies marinas.

El hallazgo de fragmentos metálicos y restos de cohetes en playas de Tamaulipas encendió las alarmas entre ambientalistas y autoridades, pues los desechos de los lanzamientos de SpaceX ya afectan los ecosistemas marinos y a las especies en peligro de extinción.

Desde hace años, el Golfo de México es un santuario natural para la tortuga lora (Lepidochelys kempii), una de las especies más amenazadas del planeta y símbolo de la conservación en las costas de Tamaulipas. Sin embargo, en los últimos meses el refugio se convirtió en un escenario de contaminación y alarma ambiental.

El veterinario Jesús Elías Ibarra Rodríguez, presidente de la organización Conservación e Investigación de la Biodiversidad (Conibio Global), y su equipo de voluntarios encontraron en las playas de Matamoros y Playa Bagdad fragmentos metálicos retorcidos, tanques cilíndricos, placas de fibra de vidrio y piezas de aluminio con etiquetas que decían “SpaceX”.

“Desde noviembre de 2024, SpaceX ha realizado pruebas con su cohete más grande del planeta y en cuatro ocasiones los propulsores han explotado al caer en el Golfo de México”, afirmó Ibarra en entrevista con Expansión Política.

“Tenemos registros de dos cohetes explotados en Playa Bagdad, en territorio mexicano; uno más en la costa de Texas y otro en aguas internacionales”, agregó.

De acuerdo con el ambientalista, los restos contaminan más de 40 kilómetros de playa. A este tipo de residuos se les conoce como ‘microbasura espacial.

“Se fragmentan en millones de partículas; algunas son tan pequeñas como un centímetro cúbico y son ingeridas por aves, peces y crustáceos. Es lo que más nos alarma”.

Jesús Elías Ibarra, presidente Conibio Global.

SpaceX y Semar en conflicto por restos de cohete en Playa Bagdad, Tamaulipas

El equipo de Conibio lleva más de una década colaborando en el Plan Binacional de Recuperación de la Tortuga Lora, un esfuerzo conjunto entre México y Estados Unidos para rescatar a esta especie al borde de la extinción. Pero desde finales de 2024, comenzaron a notar los efectos de los lanzamientos de prueba del cohete Starship, realizados desde la base de SpaceX en Brownsville, Texas, a escasos kilómetros de la frontera mexicana.

“En cuatro ocasiones los propulsores –los boosters– se dirigen nuevamente al Golfo de México (…) y esas caídas han ocurrido tanto en aguas internacionales como sobre territorio mexicano”, agregó Ibarra.

Los impactos no se limitan a la contaminación. Tras varios lanzamientos, voluntarios reportaron varamientos de delfines, peces muertos y nidos de tortuga lora que no lograron eclosionar.

El 13 de octubre, después del más reciente lanzamiento, también se reportaron varamientos de delfines, sábalos y curvinas en las costas de Tamaulipas. “Uno de los delfines murió y todo indica que pudo ser por la explosión sónica del cohete”, relató.

La respuesta institucional

Starbase, la base espacial de Elon Musk, CEO de SpaceX, Tesla y X, está situada en el extremo sur de Texas y es el cuartel general de los lanzamientos del cohete Starship, un gigante de 123 metros de altura, el más grande y poderoso jamás construido. La nave forma parte de los planes de SpaceX para realizar vuelos interplanetarios y, eventualmente, colonizar Marte.

El 27 de mayo de 2025, el noveno lanzamiento del Starship terminó con la explosión del propulsor de 200 toneladas que cayó en el mar. Según Conibio, millones de fragmentos metálicos llegaron días después a Playa Bagdad, cubriendo la arena con desechos.

Poco después, el 1 de junio, otro cohete explotó y esparció nuevos residuos. Ibarra advirtió entonces: “Los ocho años de esfuerzo por salvar a la tortuga lora están en riesgo debido a la basura espacial que afecta no sólo a esta especie, sino también a las familias pescadoras y a las embarcaciones que podrían colisionar con los tanques dispersos en el mar”.

En julio pasado, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó la existencia de daños ambientales ocasionados por restos del Starship 36 de SpaceX en las costas tamaulipecas.

El secretario de Marina, Raymundo Pedro Morales, informó que se analizaban sanciones en contra de una plataforma en el Golfo contratada por SpaceX que presuntamente operaba sin permisos.

“Es una plataforma que contrató SpaceX para recuperar los restos. Tuvo internación en el país, no cumplió con los requisitos para trabajar y se retiró”, declaró.

Días después, el 25 de junio, Sheinbaum adelantó que su gobierno revisaba los impactos en seguridad y ambientales que representa el lanzamiento de estos cohetes, además de evaluar las posibles violaciones al derecho internacional. “Estamos por reunirnos con el gabinete… porque en efecto sí hay contaminación”, afirmó.