Opinión

La ventana rota.

Por: Francisco Flores Legarda.

“Morir es nada cuando por la patria se muere”

José María Morelos y Pavón

La teoría de la – ventana rota -, o más precisamente, la teoría de las ventanas
rotas propone que los signos visibles de desorden y deterioro, como una ventana
rota, generan un mensaje de descuido y desinterés que incita a la comisión de
actos antisociales y delitos mayores. Formulada por los criminólogos James Q.
Wilson y George Kelling, esta teoría sugiere que la negligencia en pequeños
problemas de orden fomenta un ambiente propicio para la escalada de la
criminalidad, y su solución radica en reparar rápidamente esos pequeños
desórdenes para evitar su proliferación. 
Esta teoría pareciera que la aplicando el gobierno de Morena en los tres poderes
la Unión al tener polarizado al país, además dentro de su partido. Desde los siete
años de su gobierno han dividido a los mexicanos con sus desplantes de ejercicio
del poder el cual se desplegando en todo el ámbito de las instituciones con efectos
graves en la sociedad. Claro ejemplo esto es el desparpajo de la Liga de la
Justicia, Juzgados Federales y Locales, en donde los jueces electos en su
mayoría con su actuar están afectando gravemente a la ciudadanía. Tanto lo
cantaron estas reformas eran para que llegaran los mejores, no, solo llegaron lo
peores, sino personajes que demuestran ignorancia la cual también es corrupción.

Su base es la metáfora de un edificio con una ventana rota que, si no se repara,
pronto serán rotas las demás, llevando a la ocupación o destrucción del edificio,
en este caso al Ejecutivo, Legislativo y Judicial, en donde no les importa sus
desplantes que vulnera los ciudadanos, también a la Presienta ni quien la tome en
cuenta en sus mandatos para hacer frente a la corrupción de los simpatizantes de
lo que llaman la 4T.
Un gobierno con las ventanas rotas, grafitis, basura acumulada o desorden en un
lugar transmitir un mensaje de falta de control de las instituciones de gobierno. La
teoría plantea que el desorden puede atraer más desorden, desinterés y
finalmente delincuencia más grave, ya que las personas perciben el entorno como
inseguro y sin consecuencias, lo vemos todos los días en la mañanera del “pueblo
bueno”. También se extiende a la vida de la sociedad visiblemente polarizada,
indicando que descuidar pequeños problemas (ventanas emocionales, hábitos)
permite que crezcan y se intensifiquen, afectando negativamente el bienestar. 

Hoy en día, la teoría de las ventanas rotas está siendo criticada en múltiples
niveles. Por ejemplo, Kamalu y Onyeozili argumentan que la vigilancia de
ventanas rotas tiene implicaciones negativas significativas a nivel social. En primer
lugar, desvía recursos significativos de programas sociales como el tratamiento de
drogas y la educación a los encarcelamientos y el mantenimiento de la cárcel. En
otras palabras, la aplicación estricta de la ley trata agresivamente los síntomas en
lugar del problema en sí. En segundo lugar, su enfoque intransigente de los delitos
menores conduce a una hostilidad general hacia la policía y socava la legitimidad
de la policía pública. Como resultado, los residentes de la comunidad comienzan a
ver a los agentes de policía como sus enemigos en lugar de protectores contra el
crimen (Kamalu & Onyeozili, 2018). En algunos casos, los miembros de la
comunidad de minorías étnicas incluso pueden caracterizar el enfoque de
ventanas rotas a la justicia penal como “grosería racializada, trato áspero y abuso”
(Fisher, citado en Jefferson, 2016). Por lo tanto, el propósito de este ensayo radica
en evaluar la efectividad de la teoría de las ventanas rotas y sus implicaciones en
el sistema de justicia al nivel comunitario.
Un ejemplo de esto que ocurren en México como un ejemplo Zimbardo consiste en
abandonar un coche en un barrio con “mala fama” (el Bronx); una zona pobre,
peligrosa y con una elevada tasa de delincuencia por aquella época. Las personas
que colaboraban en este proyecto dejaron el vehículo con sus placas de matrícula
arrancadas y con las puertas abiertas para observar qué ocurría. Y lo que sucedió
es que, al cabo de tan sólo diez minutos, el coche empezó a ser desvalijado. Tras
tres días ya no quedaba nada de valor en él, estaba deshecho. Es claro sociedad
y gobierno en su conjunto están desapareciendo a las instituciones creadas desde
la independencia de México.
Lo que la teoría de las Ventanas Rotas nos refiere es bastante sencillo: si en un
edificio, casa, chalet, …aparece una ventana rota y no se arregla pronto,
inmediatamente el resto de las ventanas corren el riesgo de acabar siendo
destrozadas. ¿Por qué sucede esto? Porque con esa ventana rota se transmite un
mensaje: “aquí nadie cuida de esto, esto está abandonado”. La norma social
implícita en el contexto autoriza a dañar y maltratar ese inmueble. Cuando se
percibe que conductas como robar, estropear el mobiliario, pintar paredes, etc.…
están permitidas, aumentan los actos vandálicos en la comunidad. Veamos el
partido oficial participa en la destrucción del país dividiendo a los ciudadanos.
La lectura que nos da esta teoría puede extrapolarse a múltiples ámbitos de
nuestra cotidianeidad. Si alguien pintara un grafitti en la fachada de tu casa y no lo
limpiases pronto, probablemente en unas semanas, tu casa pareciera un museo
de arte urbano. Basta obeservar el inicio de la nuera era del Poder Judicial un total
despliegue de falta de conocimientos basicos. Deciá Reyes Heroles – la forma es
fondo -.
Si se descuidad alguna faceta de la vida personal como pueden ser los hábitos
alimenticios, actividades placenteras, las quedadas con amistades, el descanso

nocturno, etc.… estás imprimiendo la norma de que en tu vida se permiten estas
faltas y, según Zimbardo, probablemente vayan en aumento.
Como resumen; la bola de nieve del abandono, el maltrato, la pereza tiende a
crecer rápidamente si hay signos externos que lo muestran y no son reparados
con celeridad. Si queremos evitarlo, deberíamos plantearnos arreglar esa ventana
rota cuanto antes. Esto aplica para el Estado Mexicano.

El gobierno de nuestro país rompió las ventanas y, del mismo modo, también los
ciudadanos somos responsables de la expansión del daño, propio y ajeno. Así
como también es posible actuar como agentes de reparación y dedicar parte de
repararlas en las votaciones y hacer un reclamo a las autoridades, pero no importa
nos conformamos con chocolates, café y demás productos del bienestar para
mejorar la vida del pueblo, dicen.
De tal modo que nos acabemos formulando varias preguntas:
¿Es la Teoría de las Ventanas Rotas aplicable a nuestra vida como gobernados?
¿Reconocemos que en la vida diaria alguna ventana rota que pueda estar
influyendo negativamente en tu propio bienestar físico y/o emocional? En caso
afirmativo

¿Cuándo se rompió esa ventana? ¿Podemos repararla?

Este comportamiento explica que el crimen no siempre está vinculado a la
pobreza. Una simple ventana rota transmite una idea de desinterés, de deterioro,
de despreocupación, que fomenta un comportamiento vandálico por parte de los
ciudadanos que, lógicamente, va aumentando, pudiendo llegar a afectar a la
seguridad del barrio. Bajo esta idea se crea la teoría de las ventanas rotas, donde
se concluye que los delitos de estado son mayores creando zonas donde el
descuido, el desorden, y la suciedad son mayores. Como sucede de la corrupción
que está aflorando en donde aparecen funcionarios de Morena a gran escala, los
ejemplos sin entrar a detalle son los que diariamente son noticia en lo medios de
comunicación.
Finalmente, las ventanas rotas son una metáfora de cualquier signo visible de
desorden en un entorno desatendido. Esto puede incluir delitos menores, actos de
vandalismo, ebriedad o conducta desordenada, provocado por los gobernantes.
Verse obligado a afrontar problemas menores puede influir considerablemente en
la percepción que las personas tienen de su entorno, en particular en su sensación
de seguridad.  
No cabe duda de que México es una gran ventana rota, la cual por lo pronto no
será reparado, el gobierno así la dejara y con esto tiene convencido a los

ciudadanos de que toda la gobernanza es casi perfecta. Mientras no haya un voto
en las elecciones consciente la ventana rota seguirá siendo motivo de división
provocado por los actores políticos de Morena y la supuesta oposición.
Corolario: Por lo pronto los jueces del bienestar están huyendo de los encargos
para los que fueron electos por el “pueblo bueno”, les dio miedo, mostraron su
clara ignorancia e ineptidud, como lo había comentado en la impartición de justicia
no hay curva de aprendizaje, para ocupar estos puestos de aplicación de la justicia
se requiere carrera judicial, los votos no es el camino correcto.
En Chihuahua por si fuera poco dos magistrados electos se liaron a golpes en
plenos pasillos del Supremo Tribunal de Justicia, gritos de impotencia ante su falta
de preparación, unos más casi se arrodillan a los secretarios para que les ayuden,
bajo el argumento de que aprenderán poco a poco.
Cuando la política se convierte en guerra, no sabremos como terminará.
Salud y larga vida
Profesor por Oposición de la Facultad de Derecho de la UACH.

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