
La mesa del rincón.
Que regresa el muñeco diabólico más loco que nunca.
En su primer día como patrón del imperio yanqui, “Mr. Clairol” repartió leña cual “piojo” Herrera en su época de leñero como zaguero del Atlante.
Donny Trump firmó órdenes ejecutivas, por estos lares le llaman decretos, como si fueran entregas de Amazon.
Con su poderosa cuan larga como su lengua, el tío Sam, pero sin barba, nombró terroristas a los cárteles mexicanos de las drogas, las sintéticas, químicas, opioides, mota, coca, heroína, cristal, resistol y hasta cemento, porque las fiscales las encabeza el otro tío, Richi, el de los abonos chiquitos, y las de deuda pública el hijo predilecto de la chingada y su entenada la de la colita.
Mr Clairol alardea con el poderío militar gabacho y amaga con invadir suelo azteca para venir por los “bad hombres” que se han hecho millonetas a costa de envenenar a sus compatriotas.
La respuesta de la primera magistrada de la nueva Tenochtitlan fue tan contundente que no dejó lugar a dudas de que el gringo imperialista se las va a ver negras con su contraparte al sur del Bravo.
Diminuta y frágil en su apariencia como la niña del anuncio ochentero de mantequilla chantilly, Clau, nuestra Clau se agigantó y contestó que esta tierra de bienestar es soberana.
Aoorpada, la precisa goza del respaldo del 80% de la raza, seguramente de las acaudaladas fuerzas armadas, de la poderosa columna de cuervos de la nación y de 10 millones de patriotas mestizos afiliados al neo partidazo.
Con esta fuerza moral cualquier invasión enemiga que osare profanar el suelo del bienestar, topará con la férrea resistencia de cada soldado que la pensión recibió.
Fernández Noroña secunda: “no cederemos ni un milímetro”; solo se espera la convocatoria de la comandanta para lidiar con valor. Para ella un laurel de victoria, para el invasor un sepulcro de honor.
De acá no se llevan a nadie porque narcos o no, son humanos. Mejor empiecen a rehabilitar a sus adictos y desbaratar la inmensa red de dealers que operan impunemente en los 9 millones de kilómetros cuadrados del imperio yanqui.
No finja que la virgen le habla, pues bien sabe usted Donny que la Asociación Nacional del Rifle, de sus principales donadores en campaña, venden las armas de alto poder que los cárteles que tanto odia las compran como si fueran pasteles de costco.
No señor Trump, al gobierno mexicano no le asustan sus bravuconadas; uy que miedo, mire como están temblando. Ya le conocen bacalao, aunque ande disfrazao.
Me canso ganso.