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En Chiapas las carreteras tienen dueño… el crimen.

24 HORAS

El crimen organizado opera en Guatemala, espera que los migrantes lleguen a la terminal de autobuses de Tecún Umán, ciudad fronteriza con México. En este punto hay triciclos que son utilizados como transporte; al subir, les toman fotografías a las familias que están en movilidad.

A unos 20 minutos de distancia está el destacamento militar guatemalteco, la población se dedica a la venta de ropa de paca y de pollo frito, aquí no hay tiendas departamentales grandes.

En esta ciudad, una familia migrante fue secuestrada; su captor trae un radio y un arma corta, habla con ellos y otras personas extranjeras.

Les advierte que pasarán por caminos de extravío y que serán resguardados por otros grupos que los esperan en Suchiate, Chiapas.

Para poder cruzar a México, deben usar unas balsas construidas con tabla de madera y llantas grandes de camiones. Al llegar al municipio chiapaneco, son subidos a un camión de tres toneladas.

“Pagué 100 dólares para seguir mi camino, no podía moverme por mi cuenta, ellos me movieron, cuando ya estaba en la casa de seguridad me subieron en otro carro”, dijo Raúl, uno de los extranjeros que buscan llegar a Estados Unidos, aun con la advertencia del próximo Gobierno de Donald Trump.

Este migrante fue trasladado en otro carro de carga, junto a 56 más de diferentes nacionalidades. El joven que manejaba el camión, quien se veía drogado, perdió el control y se volcó. El percance fue al pasar el primer retén de la Guardia Nacional (GN) y El Instituto Nacional de Migración (INM), en Suchiate.

Ellos intentaron huir tras el accidente, pero miembros del crimen organizado les impidieron que subieran a automóviles particulares que pasaban por la zona.

“Llegó el _cártel_ y nos dijo que nadie se podía ir, ni entregarse a Migración, nos _levantaron_ y nos llevaron a una casa de seguridad”, explicó Raúl.

CASAS DE SEGURIDAD

De acuerdo con los testimonios de migrantes, estas casas están alrededor del municipio, aparentan estar abandonadas. Separaron a la familia extranjera, les dijeron que no pertenecen a nadie y que no eran aptos para pasar por la frontera entre Guatemala y México. “Cuando pagamos nos pusieron un sello con un signo de un gallo”.

A este grupo lo movieron a diferentes domicilios de seguridad, donde pudieron comprobar que tenían a mucha gente secuestrada. 

Cuando ya fueron trasladadas para Tapachula, subieron a nueve en vehículos particulares. “Tenían filas de 100 personas y era como ver a los soldados formados; estas personas están bien organizadas”, indicó.

El crimen organizado trasladó a Raúl por la carretera Jarita que conecta al municipio de Suchiate con Tapachula y, luego, salió por el camino que lleva al aeropuerto Internacional en Tapachula, para dirigirse al parque Central, donde fue abandonado junto con otras personas.

“Nos tomaron un video y me preguntaron (los coyotes) si me habían hecho daño y si fui robado o si llegué bien. Me dijeron que dijera que todo estaba bien y que recomendará a la línea (la ruta de traslado)”.

Tras grabarlos, los delincuentes suben el material a TikTok para usarlo como promoción de su grupo de coyotes.

Está familia de migrantes se sumó a una de las seis caravanas que han salido este mes para contar con mayor seguridad, porque temen ser secuestrados por el crimen organizado que pide cuotas a los extranjeros en movilidad, sólo para que puedan seguir su camino.

Este grupo avanzaba por la carretera costera y cuando se sumaron dos personas más de nacionalidad venezolana, fueron secuestrados por un comando armado que se trasladaba en motocicleta.

“Nos enteramos de que salía esta caravana, decidimos salir y fuimos a la terminal y tomamos las combis, antes de llegar al ejido Viva México, el carro fue parado por este grupo de personas que nos obligaron a bajar: ‘¡Bájense, si no, los vamos a matar!’, dijo uno de los delincuentes.

Después, los sujetos subieron a las motos y al notar la presencia de la caravana, que era custodiada por la Guardia Nacional de Caminos, se arrojaron de la unidad en movimiento. Los guardias los _levantaron_ y los dejaron ir, narró.

La meta para estos migrantes es llegar a Estados Unidos antes de que asuma Trump como presidente el 20 de enero próximo.