fuente: economista
El presidente López Obrador afirmó que con la reforma al Poder Judicial de la Federación no se van a terminar “de la noche a la mañana los problemas o abusos de autoridad, pero ya el juez va a tener un comportamiento distinto, porque no se va a sentir influyente o producto del influyentismo ni del nepotismo”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó este martes que con la reforma al Poder Judicial de la Federación no se van a terminar “de la noche a la mañana los problemas o abusos de autoridad, pero ya el juez va a tener un comportamiento distinto, porque no se va a sentir influyente o producto del influyentismo ni del nepotismo”.
López Obrador rechazó las críticas de que la medida podría no garantizar la eliminación de la corrupción o que podría abrir la puerta a un régimen autoritario. Además, las calificó de deshonestidad intelectual y de carecer de “rigor teórico académico”.
El primer mandatario insistió en que la reforma es necesaria para limpiar el gobierno de privilegios y corrupción, “como se barren las escaleras, de arriba hacia abajo”.
“Lo que más les preocupa a los que están en contra de esta reforma es que van a perder sus privilegios, porque el Poder Judicial está al servicio de potentados, al servicio de la delincuencia de cuello blanco. Hay ministros que dependen de los hombres con más poder económico en el país, están al servicio de las grandes corporaciones económicas, financieras, nacionales y del extranjero”, dijo en su conferencia mañanera de este martes 10 de septiembre.