Cientos de automovilistas expresaron su malestar por las larguísimas filas que se froman en la Teófilo Borunda, desde la UVM al trébol de tránsito.
Desde ayer lunes comenzaron los embotellamientos kilométricos debido a las reparaciones que alguna dependencia gubernamental realiza para instalar conexiones subterraneas que conectan al parque el Reliz.
De los tres carriles que, de por sí son insuficientes para desahogar el brutal tráfico vehicular que se forma desde muy temprana hora, se restingió a uno solo, ya que las máquinas que están operando ocupan dos carriles, lo que origina retrasos de hasta 35 minutos para librar el atasco.
En los grupos de chats de las decenas de fraccionamientos del sector se nota la inconformidad generalizada, y responsabilizan a las autoridades locales por la falta de sensibilidad para organizar de mejor manera los trabajos de repación, ya que afecta las salidas al trabajo y a las escuelas.
Lo peor del caso, aseguran los afectados, es que la salida por la Labor de Terrazas también se encuentra saturada de autos que buscan recupera tiempo para llegar a sus destinos.
“Es una trampa leonera”, “que trabajen de noche”, “deberían hacer esos trabajos en un solo día, como en Japón”, son algunos de los señalamientos vertidos.