Opinión

“No hay más violencia, hay más homicidios”.[1].

Por: Luis Villegas Montes

¿Qué estupidez es esa? ¿Qué diablos estaba pensando (si estaba pensando) el presidente cuando la dijo? ¿No le horripila tanta estulticia? ¿No lo azora? ¿No lo espanta? ¿Tiene sangre en las venas el ciudadano que no se horroriza por esa frase que resume toda la ignorancia, gansada y majadería que es susceptible de albergar un cerebro humano? ¿Qué mayor acto de violencia puede existir que privar de la vida a un ser humano?

No tengo manera de decir, mejor dicho, de explicar a usted, lo que un gran líder puede expresar desde su magín. Lo único que se me ocurre es dejarle aquí 20 frases sueltas de algunos grandes líderes que reflejan un pensamiento, una deliberación, un ideal, una reflexión, una preocupación, una idea;[2] usted lea, usted mida, usted evalúe, usted compare:

  1. Si vives lo suficiente, cometerás errores, pero si aprendes de ellos, serás una mejor persona” (Bill Clinton);
  1. A la nación le resultará muy difícil admirar a los líderes que mantienen sus oídos en el suelo” (Sir Winston Churchill);
  1. Un líder es un repartidor de esperanza” (Napoleón Bonaparte);
  1. El que nunca ha aprendido a obedecer no puede ser un buen comandante” (Aristóteles);
  1. Es tan fácil quebrantar y destruir. Los héroes son aquellas personas que crean paz y construyen” (Nelson Mandela);
  1. Para hacerme poderosa solo necesito una cosa: educación” (Malala Yousafzai);
  1. Para liderar a la gente, camina tras ellos” (Lao Tzu);
  1. El poder no es control. El poder es fuerza y es darle esa fuerza a otros. Un líder no es alguien que obliga a otros para hacerse más fuerte” (Beth Revis);
  1. El mejor ejecutivo es aquel que tiene suficiente sentido común para elegir buenos hombres para que hagan lo que él quiere que se haga, y el suficiente autocontrol como para no inmiscuirse mientras lo hacen” (Theodore Roosevelt);
  1. Lo que separa a los ganadores de los perdedores es cómo reacciona una persona a cada nuevo giro del destino” (Donald Trump);
  1. El que quiere que le obedezcan debe saber cómo comandar” (Nicolás Maquiavelo)
  1. El buen líder sabe lo que es verdad; el mal líder sabe lo que se vende mejor” (Confucio);
  1. Juntarse es un comienzo. Seguir juntos es un progreso. Trabajar juntos es un éxito” (Henry Ford);
  1. Los líderes deben ver la realidad tal como es” (Benjamín Netanyahu);
  1. Pienso que cuando peleamos con ética y construimos políticas éticas, todos estamos juntos en esto” (Berta Cáceres);
  1. Una gran persona atrae a grandes personas y sabe cómo mantenerlas juntas” (Johann Wolfgang von Goethe);
  1. Un líder lidera dando ejemplo, no por la fuerza” (Sun Tzu);
  1. Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo” (Mahatma Gandhi);
  1. Es muy importante que cualquiera que se presente a sí mismo como un líder y desee ser un líder tendrá que hablar como líder. Lo que significa hablar con integridad. Significa hablar con la verdad” (Kamala Harris), y
  1. Un líder es mejor cuando la gente apenas sabe que existe, cuando su trabajo está hecho y su meta cumplida, ellos dirán: Lo hicimos nosotros” (Lao Tzu)

¿Qué le puedo decir? El gobernante que dice: “no hay más violencia, hay más homicidios”, es un imbécil incapaz de cometer errores y aprender de ellos. Esa afirmación es prueba plena de que los oídos del pobre idiota están más puestos en sus propias palabras que en las sus conciudadanos. Es más, si un líder es un repartidor de esperanza, el autor de esa incongruencia es un hombre vil que sólo con mentiras y amenazas del tipo: “les van a quitar los apoyos”, puede continuar gobernando; para colmo, a través de peleles y autómatas.

En ese sentido, ¿cómo podría un hombre incapaz de obedecer, de gobernar conforme a la ley (“al diablo las instituciones”), ser un buen comandante? Por eso, como dijo Nelson Mandela, es más fácil quebrantar y destruir que crear la paz o construir; pues eso es, precisamente, lo que el tarado de palacio está haciendo: destruyendo a México paulatinamente, como dijo Brozo, flanqueado entre el Ejército y el narco.[3]

En esa virtud, ¿cómo puede ser un auténtico líder alguien que desprecia la educación?, ¿un individuo que, en vez de caminar tras su gente para escucharla, se sitúa en el frente para ser admirado? (recuerde usted el 1er. debate presidencial), ¿un acomplejado incapaz de ceder su fuerza a otros?, ¿un tipo carente de sentido común rodeado de mezquinos, mediocres y cajas de resonancia? ¿Un débil mental que ante cada fracaso se miente a sí con el argumento de un complot? Recuerde que el buen líder sabe lo que es verdad y el mal líder sabe lo que se vende mejor. AMLO lleva años vendiendo mentiras y sólo los tarados se lo creen.

En su locura senil, el presidente no puede hablar con la verdad porque no la conoce (no puede ver la realidad), como no conoce la ética ni la integridad. ¿Cómo podría Andrés Manuel cambiar a México si ni siquiera es capaz de cambiarse a sí mismo (en 70 años de vida no ha aprendido ni siquiera a hablar)? Pero no me crea a mí, apreciable lector, querida lectora, lea usted; lea y luego juzgue.

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Luis Villegas Montes.

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