Internacional

Cuba sube 400% la gasolina el viernes y lleva al límite la paciencia del pueblo

Crónica

FRAN RUIZ

El crudo que dona Pemex a la isla no es suficiente para sacarla de la parálisis, por lo que el régimen sacrifica uno de los pilares de su economía comunista y hará pagar al pueblo más de su sueldo mensual por llenar el tanque.

El anuncio más temido ya tiene fecha: 1 de marzo. Ese día, los precios de la gasolina subirá un 400% en Cuba, la mayor subida que se recuerde y que la dictadura comunista no se atrevió a aplicar la anterior fecha prevista, el 1 de febrero, por el vértigo del oficialismo a eliminar una de las pocas subvenciones de carácter socialista que seguían en pie.

El gobierno de Miguel Díaz-Canel, que hizo el anuncio por sorpresa y sin la presencia de periodistas extranjeros, no pudo retrasar más la fecha fatídica y este miércoles anunció que el precio de los combustibles en todas las gasolineras se multiplicará por 5 a partir de este viernes, luego de constatar que México (su segundo benefactor detrás de Venezuela) no puede seguir enviando a la isla petróleo casi regalado o mediante préstamos sin fecha de cobro y al mismo tiempo seguir sacando dinero de las arcas para tapar los agujeros de Pemex.

Más de un mes de salario para llenar el tanque
Una vez puesta en marcha la subida, el litro de gasolina regular pasará de los actuales 25 pesos cubanos a 132 pesos (o en dólares oficiales de 0.21 dólares a 1.1, al cambio oficial). Esto quiere decir que un cubano deberá pagar 5,280 pesos cubanos (44 dólares) para llenar un tanque de 40 litros, cuando el salario promedio estatal es de 4,200 pesos (35 dólares al cambio oficial, que se queda apenas en 14.5 dólares de salario real en el mercado informal, mucho más extendido).

“¿En qué país se paga más dinero por llenar el tanque que el salario que recibe al mes?”, se preguntaba airado uno de las decenas de cubanos que hacía fila en las escasas gasolineras en La Habana para repostar, nada más confirmar el régimen la fecha del “gran gasolinazo”.

En realidad se trataría de un “gran tarifazo”, como matizó el joven que no quiso dar su nombre por miedo a represalias, pero cuyas palabras las recogieron las redes sociales cubanas, muy activas desde el exilio.
En la conferencia de prensa se informó igualmente que este 1 de marzo entrarán asimismo en vigor las subidas en las tarifas del agua y la electricidad, otro duro golpe para el bolsillo de los cubanos, que sufren, además, apagones prácticamente todos los días, luego de décadas de falta de mantenimiento de las centrales eléctricas.

El también anunciado incremento del transporte interprovincial (de hasta un 600 %) no se va a aplicar “hasta nuevo aviso”, como tampoco el aumento del 25 % de la “balita” (cilindro) de gas licuado.

“Impacto inflacionario”

En esa comparecencia, el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, aseguró que el Ejecutivo es “consciente” de que la medida tiene “un impacto inflacionario”, ya que el combustible “es un producto transversal a toda la economía”, según la web oficial Cubadebate.

En un intento de maquillar el anuncio y evitar posibles disturbios, Regueiro explicó vagamente y sin entrar en detalles que el gobierno ha adoptado un “grupo de decisiones” que “atenúan el impacto inflacionario” de esta medida, en referencia posiblemente a la decisión de no aplicar las subidas previstas a los mayoristas, de manera que estos no trasladen los precios de las mercancías a los golpeados consumidores.

El responsable de conseguir dinero para corregir el abultado déficit agregó que los precios actuales de los combustibles “no reconocen los costos reales en los que incurre el país” al adquirirlo en el exterior: “Eran precios desactualizados y generaban subsidios por el Presupuesto del Estado”.

El país requiere alrededor de 8 millones de toneladas de combustible y sólo 3 millones de toneladas se producen a nivel nacional mientras que el resto debe importarse, afirmó el ministro de Energía y Minas, Vicente La O Levy, según Cubadebate.
Robo de pollos en Cuba destapa corrupción del régimen y la desesperación del pueblo
El Gobierno cubano anunció por sorpresa en diciembre pasado un gran plan de ajuste con el objetivo de “corregir distorsiones” que ha generado una gran controversia en el país por la difícil situación en que viven la gran mayoría de cubanos.

Además de estas subidas, el plan contemplaba una nueva devaluación del peso, todavía en fase de estudio, y el fin progresivo de los subsidios universales a productos para dar paso a un sistema de ayudas a las personas necesitadas.

La isla cerró 2023 con una contracción del producto interno bruto (PIB) de entre el 1 y el 2% (con lo que aún sigue por debajo del nivel de 2019) y avanzó que el déficit público este año se situará en el 18.5%, por quinto año consecutivo en unas abultadas cifras rojas.

Las dificultades económicas crónicas de Cuba han degenerado desde hace tres años en una grave crisis por la pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses (reintroducidas por el presidente Donald Trump y mantenidas por Joe Biden) y decisiones en la política macroeconómica, comercial y monetaria nacional de consecuencias desastrosas.

El pasado 3 de febrero, el presidente Díaz-Canel destituyó al ministro de Economía, Alejandro Gil, tras el fracaso de su estrategia de llamada “Tarea ordenamiento” de 2021, que prometía librar al país del estancamiento económico con el fin de la doble moneda y una reforma de los precios, y que el régimen comunista acaba de reconocer que fue un fiasco, tras dar como resultado un aumento de la inflación y la aceleración del estado de crisis.

El costoso “donativo” de Pemex

Según un monitoreo realizado por el Instituto de Energía de la Universidad de Texas, hecho público el pasado lunes, el gobierno de México envió 7 millones 435 mil barriles de petróleo crudo a Cuba entre 2023 y el primer bimestre de 2024.

“En el monitoreo que realizamos con la ayuda de la plataforma Marine Vessel Tracking Services, pudimos documentar que en 2023, México envió a Cuba 5 millones 465 mil barriles de petróleo con un valor de alrededor de 391 millones de dólares, mientras que, en los primeros dos meses de 2024, ya se enviaron un millón 970 mil barriles con un valor de 146 millones de dólares”, señaló en entrevista Jorge Piñón, investigador senior del Instituto de Energía de la Universidad de Texas.

El especialista destacó que no se tiene claro si el petróleo está siendo vendido o donado, aunque es una realidad que Cuba no tiene dinero para comprarlo, por lo que suelen ofrecer trueques a cambio de productos, como el envío de médicos, enfermeras, farmacéuticos o, incluso, vacunas.