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Oposición opina y no acciona, se muestra errática y pasiva.

Reporte Índigo

Los partidos de oposición en México califican las acciones del gobierno como antidemocráticas y sus críticas son directas y a diario, pero sin entender que su rol es justamente el de abonar, por medio de la acción y no sólo de opiniones, a construir la democracia

Christian García Muñoz

por Christian García Muñoz

La oposición en México ha mantenido un rol mayoritariamente pasivo en el acontecer político actual. Morena, como fuerza política oficial, ha ejecutado cambios y reformas importantes en ámbitos como el judicial, el educativo y el desarrollo social, lo que ha generado molestia a los grupos contrarios debido a que un alto porcentaje de esos cambios van en contra de lo que personajes del PRI PAN, principalmente, impulsaron durante sexenios pasados.

Aunque las críticas al trabajo y decisiones del gobierno son directas y a diario, los señalamientos se han quedado en la locuacidad. Los principales actores de grupos contrarios a Morena han eludido la responsabilidad política que el contexto nacional les impuso, al ser la contraparte del poder y lograr una posición preponderante y de verdadera construcción de una democracia. 

El más reciente señalamiento masificado es en contra de la elección judicial realizada el pasado 1 de junio, en donde oficialmente se contó con la participación de 13 millones de mexicanos. El ejercicio fue ampliamente criticado por los partidos políticos opositores, argumentando que se trataba de una farsa o de un ejercicio estéril. 

Sin embargo, aunque tuvieron la oportunidad de llamar a la acción para impulsar a candidatos opositores al régimen, se quedaron en el lugar de siempre: sólo opinar. Optaron por llamar a no votar, lo que al final les jugó en contra debido a que la elección finalmente se llevaría a cabo y tendría ganadores. 

Entre los candidatos afines al PRI y al PAN, estaban Marisela Morales, extitular de la PGR, en la administración de Felipe Calderón. La panista Dora Alicia Martínez Valero, quien se identificó como “Dora la Transformadora” o Gabriel Regis López, cuyas sentencias incluyen fallos en contra de reformas del gobierno de la Cuarta Transformación.

El interés de los partidos opositores por incidir en el panorama político que dejó la elección judicial, quedó sepultado luego de que el Instituto Nacional Electoral (INE) validó el triunfo de jueces, magistrados y ministros. Aunque anunciaron que impugnarán tal validación, concretar tal acción podría quedarse en el camino.

Escuchan y reaccionan, no proponen

Actualmente en México, existen dos grandes bloques: el oficialista, creado por Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo; y por otro lado la oposición en este caso construida mediante la alianza del PAN con el PRI y el PRD que, más que dar proposiciones, es reactiva a las decisiones que toma el gobierno, considera el secretario técnico del Seminario sobre Democracia, Seguridad, Defensa e Inteligencia de la UNAM, Érick Ruíz de la Cruz.

“Estamos ante una oposición que no se anticipa a los problemas que pueden circundar en México, sino que son reaccionarios respecto de los discursos que se manejan desde el oficialismo”, explica.

El académico señala que para poder entender el panorama político del país, se debe interpretar la influencia real de los partidos, pues a partir de la participación electoral que ha tenido cada uno, figuran únicamente seis partidos a nivel nacional y un poco más de 80 partidos locales. 

De tal manera que la ciudadanía logra percibir sólo dos o tres opciones reales y “esto obedece a una lógica en que los partidos políticos ya no se están moviendo tanto en sus plataformas electorales, sino más bien en ideologías construidas”.

De acuerdo al Sistema de Información Legislativa, la oposición se entiende como la unión de personas o grupos que persiguen fines contrapuestos a aquellos que buscan los grupos o personas que detentan el poder político o económico que son reconocidos institucionalmente como autoridades respecto de las cuales los grupos de oposición hacen resistencia.

Al respecto, Érick Ruíz señala que la actual no es una oposición que sea constructiva, en lugar de destacar, por ejemplo, los buenos gobiernos municipales y estatales que tienen, centra su agenda en lo que dice la presidenta y en lo que, en su momento, decía el expresidente Andrés Manuel López Obrador.

“Ellos dictan la agenda a partir de lo que se menciona en las conferencias mañaneras y entonces la oposición reacciona a esos dichos cada mañana, en lugar de anticiparse y de proponer soluciones alternativas a los problemas de los que se habla”.

No hay alternativas sólidas

En un régimen presidencial como el de México, la oposición adopta varias actitudes, ya sea de obstrucción, de competencia o de alianza. Sin embargo, en palabras del Secretario técnico del Seminario sobre Democracia, Seguridad, Defensa e Inteligencia de la UNAM, se ha visto desdibujada una opción real de alternativa al proyecto que encabeza Morena.

“A partir de la fundación de Morena, al empezar a cooptar a todas estas personas disidentes de algunas otras instituciones políticas, el movimiento se ha visto fortalecido y eso se refleja en las votaciones que reciben sus propuestas a reformas constitucionales, pero que también se ven influenciadas por algunas otras agendas políticas y grupos que, si hacemos un poco de prospectiva, terminarán fracturando a este movimiento que en su momento homogeneizó López Obrador”, advierte.

El desbancamiento de los partidos políticos, sobre todo el PRI y del PAN, indica una oposición mermada y que no tiene propuestas factibles que vinculen los grandes problemas nacionales, su proyección internacional y el bienestar social: “El descuidar a sus bases electorales, descuidar a la sociedad y el territorio es lo que ha llevado a una oposición que vive en el país del hubiera”.

Una de las grandes ventajas de Morena, señala Ruíz de la Cruz, es el gran despliegue de los programas sociales similares a los que en su momento tuvo el PRI; sin embargo, como lo han señalado reiteradamente López Obrador y ahora Claudia Sheinbaum, a partir de que el PRI se vuelve ajeno a estas causas sociales y se involucra en el corporativismo de impacto internacional descuidó todas esas bases sociales.

“En su momento, los gobiernos panistas también trataron de impulsar esos apoyos pero desde una perspectiva más institucional que propiamente acercada a lo que hoy llaman la Atención a las Causas”, relata Érick Ruíz.

Los partidos que ahora son oposición deben hacer un recuento de aciertos y errores, el PRI tiene una base envejecida, una pérdida de genuinidad territorial, “y en el caso del PAN, con esta crisis de identidad a partir de las alianzas, la base conservadora panista se ha visto limitada y su ideología se ha desdibujado, lo que no llega a conectar con las bases sociales y las líneas gubernamentales que ha marcado el periodo pasado y el que estamos transitando”.

En el caso de Movimiento Ciudadano, agrega, ha tenido algunos éxitos electorales en Jalisco y Nuevo León, pero que están fundados en imágenes personificadas como Jorge Máynez y el gobernador Samuel García. Sin embargo, no tienen una definición ideológica ni esa articulación de un discurso nacional que logre posicionarlos como una verdadera alternativa al gobierno y a la posición política de Morena.

‘El PAN ha sabido ser oposición y ha señalado los errores del gobierno’

Aunque la oposición actual parece no tener un rumbo claro, Morena también se encuentra en una situación similar a nivel del partido. El poder concentrado desde la fundación del movimiento y que se consolidó en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, ha dejado ver intereses distintos a los preceptos de la Cuarta Transformación. 

Lo anterior podría ser aprovechado por los partidos que en este momento forman un grupo confrontativo a la presidencia de Claudia Sheinbaum, reiterando los principios como eficiencia, cero corrupción y transparencia en el uso de los recursos.

Así lo considera Víctor Pérez Díaz, diputado federal del Partido Acción Nacional, quien recordó que su partido nació como oposición y aunque, estuvieron en el Gobierno federal por 12 años, ahora que son oposición siguen al pendiente de que siempre haya una mejora en la calidad de vida de los mexicanos.

La nueva ley de Morena crea una agencia para controlar la información. No buscan comunicar, buscan censurar, coartar y manipular. Es censura disfrazada de ley. @VictorPerezDNL

“El gobierno actual y el anterior han sido opacos e ineficiente en todos los sentidos. Algo que no ha podido resolver es el tema de la seguridad pública, es evidente que sigue siendo un pendiente, la política de ‘abrazos, no balazos’ le ha hecho mucho daño al país, ha costado vidas y recursos”, señala.

La mayoría de los partidos políticos actuales han estado en la presidencia y también han sido oposición: PRI, PAN y Morena. Acción Nacional, ahora como opositor, señala el diputado Pérez Díaz, señala y señalará las deficiencias en política exterior, en la economía del país, en la calidad de vida de los mexicanos la fuga de dólares y la desconfianza de los empresarios.

“Junto con el presidente nacional Jorge Romero, hemos marcado de manera muy clara cómo se deben hacer las cosas, las posiciones que se deben tomar ante circunstancias especiales”, reconoce el legislador.

Acción Nacional: cosas por componer

En torno a una posible alianza entre los partidos de oposición para las elecciones de 2027, el legislador panista asegura que es un tema que se debe analizar en la cúpula del partido, debido a que existen regiones en las que las coaliciones funcionan. Por lo tanto, sería una posibilidad pero no para una elección nacional.

“El PAN tiene que abrirse a la ciudadanía en el general, ver perfiles al exterior del partido, mejorar los sistemas de elección a nivel partido, analizar la convocatoria. Hay mucho qué hacer y componer en el partido”, asegura.

Lo anterior de cara al proceso electoral del 2027 en el que se renovará la Cámara de Diputados, el panista agregó que debe recuperar a los jóvenes y su participación activa dentro del partido, con la finalidad de llegar a los nuevos votantes y recuperar la confianza de los anteriores.

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“Ya fuimos dos veces gobierno a nivel federal. Sí, nos equivocamos, pero también tuvimos magníficos aciertos”, señala Víctor Pérez Díaz, diputado federal del PAN

“Debemos hacer un replanteamiento de ciertos fundamentos, porque la sociedad nos ha rebasado. Debemos desarrollar una serie de estudios para la regeneración del partido, reuniones de consejo y trabajar en conjunto. En las elecciones locales (en Durango y Veracruz)nos fue bien, obtuvimos el doble de municipios”, explica.

Aunque PAN y PRI han sido criticados como una oposición pasiva y sin un papel preponderante en la política nacional, Víctor Pérez Díaz, defiende que su partido no está perdido y, por el contrario, tiene muy claro lo que tiene que hacer para volver a la etapa en la que fueron gobierno: “sabemos ser oposición y resurgir como oposición hacia el gobierno”.

Morena permanece en el poder

Ningún partido es invencible y Morena se enfrentará, quizás, a una realidad distinta a la que inició con la era de Andrés Manuel López Obrador, la reducción de la simpatía entre los ciudadanos puedes ser más rápida que la del PRI y el PAN, y será por la misma razón: la falta de credibilidad y la desconfianza. 

Sin embargo, el movimiento que inició como una verdadera lucha de la oposición ha tropezado últimamente, pero no desde el gobierno ni la figura presidencial, sino desde el quehacer de los representantes de ese partido.

Ante la pregunta sobre la permanencia de Morena en el poder, después del sexenio de Claudia Sheinbaum, el especialista Érick Ruíz de la Cruz señala: “Pudiéramos pensar un escenario en el que, si nos vamos a los números, sabemos que en México Morena, PT y PVEM gobiernan más de mil 100 municipios, en contraposición de un poco más del 25 por ciento que gobierna la oposición.

 (Arte: Fernando Estrada)
 (Arte: Fernando Estrada)

“Podemos ver mermados estos números y a partir de ahí pensar en tres hasta cuatro periodos (presidenciales) consecutivos. Todo ello va a depender de la fortaleza que, como presidenta, tenga Claudia Sheinbaum o si se va a seguir viendo al movimiento personificado en el expresidente Andrés Manuel López Obrador”, opina.

Asegura que México está viviendo un periodo de presidencialismo sin contrapesos, a partir de la validación de la elección judicial, existe y persiste la visualización de que es un régimen fortalecido que tiene a su merced a los poderes judicial y legislativo.

Agrega que por la vía institucional no hay un mayor margen para que la oposición pueda colocarse como un contrapeso verdadero. Su opción es la vía electoral, pero si no hay propuestas verdaderamente factibles, si no se unifica un discurso que vaya en detrimento de ese presidencialismo, los partidos contrarios no sumarán un logro.

Los partidos de oposición volvieron a tener vida tras los comicios, al menos así lo dejaron ver los resultados en los que varios municipios fueron recuperados principalmente por el PAN. Tan sólo en Veracruz, Morena pasó de gobernar en 86 municipios a ganar en sólo 71, es decir mantiene el poder municipal sólo en el 33 por ciento del territorio veracruzano.

Alternancia y juego de poder

A partir de que el PRI pierde el poder en 2000, se habló de alternancia política, pese a que el sistema neoliberal aplicado por los sexenios priistas (desde Miguel de la Madrid en 1982) y después por los panistas, encabezados por Vicente Fox, los llevó a gobernar prácticamente de la misma manera. 

Únicamente cambiaron los personajes y los grupos de poder. Aún con eso, los priistas recién expulsados del Gobierno federal buscaron acomodo en la Cámara de Diputados, en la de Senadores o en algún cargo medio que les permitiera seguir cobrando un sueldo con cargo al erario.

Después de 12 años de gobiernos panistas, al regresar el PRI al poder, en 2012 con Enrique Peña Nieto, los mexicanos ya no eran los mismos. Además, fue el sexenio que se enfrentó de manera real a la proliferación de redes sociales, canales de comunicación digitales y espacios virtuales en general, en los que se criticaba y hasta se hacía mofa de las acciones, decisiones y comportamientos de Peña Nieto. 

Esta comunidad digital permitió decir cosas que antes no se decían por los medios que callaban ante el oficialismo, situación muy distinta al último sexenio priista, el de Ernesto Zedillo Ponce de León, de 1994 a 2000.

En 2018, después de que Peña Nieto enfrentó una marea de críticas, burlas y opiniones en contra de su trabajo como presidente de la República, el panorama no era positivo para un candidato de ese partido. Quizás para el candidato del PAN, Ricardo Anaya Cortés, pero no para el abanderado tricolor que en ese entonces fue José Antonio Meade Kuribreña quien finalmente quedó en tercer lugar de la preferencia electoral, con apenas el 16.4 por ciento de los votos. Andrés Manuel López Obrador ganó con el 53.1 por ciento de los votos. 

Aliarse, PAN y PRI, era la única posibilidad real de hacer competencia al arrastre que para 2018 tenía Andrés Manuel López Obrador entre los mexicanos. Lo hicieron por vez primera en una elección presidencial en 2024 y la candidata fue Xóchitl Gálvez. El resultado no fue favorable para la oposición.