Opinión

Se dan hasta con la cubeta.

La mesa del rincón.

El argüende de la señorita senadora ya escaló a niveles insospechados.

Resulta que el chisme del lavadero que lidera la periodista Azucena Uresti, donde también le pegan a la tallada y al detergente Kenia López Rabadán del bolillo, Laura Ballesteros de los fosfo y la novel senadora por Chihuahua, tiene más rating que un medio tiempo de super bowl con Angela Aguilar y Nodal.

A sus 29 años la oriunda de juaritos city ya cuenta con un hospital ambulante tipo Dinamarca que ni el IMSS ni el ISSSTE tienen, y confiesa que quiere ser la maciza que herede de la MaruCa las riendas del estado.

En el capítulo del miércoles 2 de abril el deschongue estuvo de pelos. Las tres senadoras mostraron sus cualidades como peleadoras de barrio y continuaron con las acusaciones entre sí por las denuncias que la cargada panadera interpuso ante las oficialías de parte morenarcas de la FGR e INE.

Quince delitos son los que presuntamente ha cometido la morena senadora, muchos más de los que le endilgan al Chapo Guzmán y a los 29 extraditados juntos.

La juarita se mofa y le restriega en la cara a la Kenia “pluri”, como si Adán Augusto, Monreal, Corral y No roñas fueran simpáticos, populares y de mayoría; “son 25….puntos de ventaja que llevo en las encuestas”, confirmando que su caravana de la salud es con fines electorales.

Entre gritos de comadres y pisándose los callos, la verdadera mandona del senado levanta con su siniestra unas hojas y suelta: “a Roberto Gil Zuart y Ernesto Cordero el gobierno de Chihuahua les ha pagado 33 millones de pesos”. Sopas.

Mete el acelerador y acusa flamígeramente que a Loret le pagaron 17 millones de pesos.

Llega un momento en que es tal el desmother que es mejor cambiarle a la Rosa de Guadalupe.

El quid del asunto es que entre tantas acusaciones, señalamientos y denuncias se pierde la objetividad y no se sabe cuánto es verdad y cuántas son calumnias.

No hay debate ni chisme de lavadero. La disputa ha descendido hasta las cloacas, donde se siente cómoda la clase -no tienen- política.

Si son peras o son manzanas es lo de menos, ya se tiznaron ambos bandos.

En resumidas cuentas queda claro que la senadora y sus patrocinadores quieren agenciarse el gobierno de Chihuahua a costa de lo que sea.

Sus rivales se resisten, pero queda pendiente aclarar, como la FGR y el INE investigar las denuncias de la morena, si son ciertos los millonarios pagos a los calderonistas.

Si Neto y Beto están detrás de la estrategia para exhibir a la señorita senadora, es muy probable que un exgober Choco gobierne Chihuahua a través de la susodicha.

Si fuera el caso, es mucha plata para un timing político que ha fallado, remember: Rubén Mendoza Ayala (Edomex 2005) y Xóchitl Galvéz (2024) que, en diferentes épocas y con actores distintos, pero del mismo corte partidista, fallaron la estrategia y solo consiguieron hacer más fuerte a sus verdugos.

Dijo Nietzsche: «Lo que no te mata, te fortalece. Así que pónganse truchas, porque en Chihuahuas tierras rogamos porque no nos caiga la barredora.