
Fuente: La Razón
Australia vivió una de sus jornadas más oscuras en casi tres décadas tras el ataque armado ocurrido la tarde del domingo en las inmediaciones de la playa de Bondi, en el este de Sídney. El atentado dejó un saldo de al menos 16 personas fallecidas, entre ellas una niña de 10 años, y 40 heridas, incluidos cuatro menores, durante una celebración por el inicio de la festividad judía de Janucá. Las autoridades confirmaron que se trató de un acto terrorista dirigido deliberadamente contra la comunidad judía, lo que provocó conmoción nacional, condena internacional y un replanteamiento de las medidas de seguridad y control de armas.
El ataque ocurrió alrededor de las 18:40 horas locales, cuando dos hombres armados con rifles abrieron fuego contra la multitud congregada en el parque Archer, contiguo a la playa de Bondi, uno de los sitios turísticos más concurridos del país. Cerca de mil personas participaban en el evento religioso cuando comenzaron los disparos, que se extendieron durante varios minutos y provocaron escenas de pánico. Cientos de asistentes huyeron hacia la arena, el mar y las calles aledañas en busca de refugio, mientras otros se escondían en comercios, viviendas y templos cercanos.
La policía de Nueva Gales del Sur respondió de inmediato al ataque y se produjo un intercambio de disparos. Dos agentes resultaron heridos y permanecen hospitalizados en condición grave pero estable. Uno de los agresores, un hombre de 50 años, murió en el lugar tras recibir disparos de la policía, mientras que el segundo, de 24 años, fue trasladado bajo custodia policial a un hospital, donde permanece en estado crítico pero estable, según el parte oficial difundido este lunes.


