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El Gobierno de México presentó la supercomputadora Coatlicue el miércoles 26 de noviembre en Palacio Nacional, presumida como el ejemplar “más poderoso” de Latinoamérica. Sin embargo, expertos de diferentes materias cuestionaron este proyecto avalado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Hasta el momento, las autoridades federales han ofrecido pocos datos sobre este proyecto; sin embargo, especialistas cuestionaron que esta iniciativa luce extremadamente ambicioso para un país “con poca tradición de supercómputo“
Extrabajador de centro de supercómputo de Francia cuestiona a Coatlicue
El proyecto Coatlicue, anunciado por la presidenta de México, presenta al menos cuatro grandes problemas, según dijo Luis Areán, ingeniero de estudios en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia, a través de LinkedIn.

1. No hay un protocolo de aprobación de proyectos
En primer lugar, cuestionó que se adelantaran posibles aplicaciones de la supercomputadora sin establecer un protocolo de aprobación de proyectos que, según sus palabras, es imprescindible para que un proyecto de investigación sea presentado a un comité científico.
“Este comité estudia la viabilidad y prioridad del proyecto, y le asigna recursos de cómputo y almacenamiento, típicamente menores a los solicitados originalmente”.Luis Areán
Desde su perspectiva, la magnitud del proyecto Coatlicue se enfrentaría a una dificultad en la asignación de recursos por parte del comité correspondiente.
2. Los proyectos anunciados no son reto para una supercomputadora
El pasado 26 de noviembre, José Merino anunció las siguientes aplicaciones prácticas de Coatlicue para el momento en que esté construida dentro de aproximadamente 24 meses:
- Predicciones climatológicas y de desastres naturales
- Planeación de siembras para mejorar las cosechas y la gestión de alimentos
- Procesamiento de imágenes del suelo y subsuelo para exploración y producción de gas y petróleo
- Planificación del consumo de energía para ahorrar electricidad
- Procesamiento de grandes volúmenes de datos de aduanas y facturas para prevenir actos de corrupción y evasión fiscal

Luis Areán cuestionó que la idea de descubrir fraude fiscal a partir del análisis de datos no es una tarea de supercómputo, sino que se basa en la capacidad de procesamiento de la plataforma del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Desde su perspectiva, este proyecto tiene más que ver con minería de datos. “Requiere un procesamiento mucho más sencillo y repetitivo, a pesar de lo que parecería una enorme cantidad de datos”, señaló.
Por otro lado, el experto reconoció que los proyectos de prospección petrolífera y la simulación meteorológica son propios de la computación de alto desempeño, no de inteligencia artificial (IA), a pesar de que ese sería el objetivo principal de Coatlicue, según se dijo en la Conferencia Matutina del miércoles.
“Queda por tanto la inquietud de si hay una correspondencia entre los proyectos prioritarios y la infraestructura anunciada”, remató Luis Areán.
3. Una supercomputadora no es para minería de datos
Una vez establecido que la minería de datos es parte fundamental de las aplicaciones de Coatlicue, el especialista reiteró que eso no forma parte de los proyectos típicos de una supercomputadora.
“La minería de datos no requiere tanto poder de cómputo como la capacidad de procesar rápidamente enormes cantidades de datos mediante algoritmos de mapeo y reducción”Luis Areán
El experto en materia de supercomputación agregó: “Mi impresión es que el proyecto del SAT procura matar moscas a cañonazos”.
4. No se han detallado las necesidades y audiencias de supercómputo
El ingeniero con operaciones en Francia reconoció que hace falta un diagnóstico detallado de las necesidades de supercómuputo en una audiencia de infraestructura.
Idealmente, tendría que definir si los investigadores serán financiados con dinero público o si serán particulares quienes decidirán usar dichos recursos con un cobro que dependa de las condiciones de uso o de la publicación de los resultados.
Hasta el momento, no se ha definido si dependencias o investigaciones mexicanas serán las audiencias potenciales que agoten los recursos de Coatlicue; por esta razón, urgió la necesidad de que universidades se unan a la planificación.

Una vez definida quién usará la supercomputadora, se podrá hacer un estudio del uso actual que se hará del supercómputo y, a su vez, hacer una proyección del uso futuro.
Finalmente, Luis Areán reprochó: “No es esta la forma de abordar un proyecto de tal magnitud. Ojalá me equivoque, pero los antecedentes de proyectos similares emprendidos por el gobierno mexicano, realizados más por capricho que por cubrir una necesidad real, no invitan al optimismo”.
Coatlicue, “una simulación tecnológica”, señala SILIKN
SILIKN, empresa mexicana de ciberseguridad, señaló en un comunicado que el anuncio de Coatlicue es espectacular, pero con características parecidas a las de otros proyectos públicos como:
- Agencia Espacial Mexicana
- Refinería Dos Bocas
- Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles
“(Coatlicue) es inquietantemente parecido a otros proyectos que iniciaron igual: con promesas grandilocuentes, inversiones colosales y resultados que terminaron reducidos a la anécdota o al fracaso”, señaló la compañía de Víctor Ruiz.
En este sentido, SILIKN reprochó que se prevé la construcción de estructuras enormes sin saber quién podrá operarlas, cómo se sostendrán o para qué servirán realmente.
También urgen a resolver otros rezagos tecnológicos en México
La compañía de seguridad digital criticó: “Antes de pensar en una supercomputadora de clase mundial, México arrastra rezagos que deberían ser prioridad absoluta”.
SILIKN apuntó como prioridad al acceso de internet fijo por parte de hogares rurales. Tres de cada 10 personas del ámbito rural aún no son usuarias de internet, según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de la Información en los Hogares del 6 de mayo de 2025.
También se urgió que la población adquiera mayores habilidades digitales básicas y que las autoridades enfrenten una presunta escasez crítica de especialistas técnicos.
La empresa de ciberseguridad también aseguró que existe un aumento actual en el incremento de ciberataques, así como una fragilidad generalizada de la infraestructura pública.
“En este escenario, una máquina de 314 petaflops corre el riesgo de convertirse en un Ferrari estacionado en un pueblo sin carretera“, remató SILIKN.
¿De qué depende el éxito de Coatlicue?
La compañía del especialista Víctor Ruiz reconoció que la utilidad de Coatlicue dependerá de que existan datos confiables, investigadores capaces de aprovecharla y sistemas seguros que impidan que un ciberataque la deje fuera de servicio.
“El gobierno promete que la supercomputadora revolucionará la predicción meteorológica, optimizará la producción agrícola y recuperará recursos fiscales perdidos, pero ignora que estas metas requieren primero resolver déficits estructurales que llevan años acumulándose”.Luis Areán
SILIKN llamó a la necesidad de cumplir con las siguientes tareas antes de que entre en vigor el uso de la supercomputadora mexicana:
- Establecer reglas de operación claras, transparentes y supervisadas externamente
- Acelerar la cobertura de banda ancha
- Impulsar programas reales de alfabetización digital (sobre todo en zonas rurales y entre mujeres)
- Desarrollar una legislación moderna en IA y ciberseguridad
“Sin estos fundamentos, la máquina no pasará de ser una promesa más atrapada en la retórica gubernamental”, remató la compañía de ciberseguridad digital.
¿Y dónde está la comunidad científica para operar Coatlicue?
SILIKN también cuestionó que se haya presentado Coatlicue sin “una comunidad científica consolidada que pueda sostenerla”.
“México acumula años de recortes, desmantelamiento de laboratorios y fuga de talento; en este contexto, resulta difícil creer que de la noche a la mañana se pueda operar una supercomputadora que aspira al top 10 mundial”, reprochó.
La compañía reconoció que hay dos años antes de que Coatlicue entre en operación y, si el primer año se dedica a construir bases sólidas, este proyecto podría marcar una diferencia real.
“Si se repite la fórmula de siempre, anunciar grandeza sin resolver lo esencial, Coatlicue terminará engrosando la lista de elefantes blancos tecnológicos que México ya no puede permitirse seguir acumulando”, finalizó.
También hay optimismo por este proyecto tecnológico
Emilio Saldaña “Pizu”, experto tecnológico, destacó en “A las nueve en Uno” la importancia del proyecto radica en que México dejaría de rentar poder de cómputo a otros países para realizar investigaciones en agronomía, clima, manejo de datos masivos y otras áreas estratégicas.
“Que tengamos una supercomputadora de estas dimensiones como país es relevante. Nos inscribe en la lista de competidores globales y abre la puerta a la soberanía tecnológica, un tema que ya impulsan países como Estados Unidos, China y la Unión Europea”.Emilio Saldaña “Pizu”, especialista en tecnología
El especialista subrayó que México incluso podría rentar este poder de cómputo a otras naciones o instituciones que no cuenten con una infraestructura similar.
“Pizu” también advirtió que el verdadero desafío no es solamente adquirir la infraestructura, sino mantenerla y operarla.
“El reto es sostener la inversión. Son 6 mil millones para echarlo a andar, pero su mantenimiento requerirá compromisos presupuestales fuertes”, señaló.
También será indispensable formar una nueva generación de especialistas.“Necesitaremos mexicanas y mexicanos estudiando y trabajando directamente en el proyecto. Ese sería un gran beneficio”, agregó.
¿Qué es Coatlicue?
Esta supercomputadora se compondrá de casi 15 mil GPUs, dos procesadores y 7 mil 500 chasis para soportar las unidades de procesamiento gráfico, equivalente a lo que se necesita para conformar 375 mil computadoras convencionales.
También se presumió que ésta será la supercomputadora más poderosa de América Latina, superando a Pegaso de Brasil, que tiene una capacidad de 42 mil billones de operaciones por segundo, por detrás de los 314 billones de Coatlicue.
Al día de hoy, el ejemplar más potente que radica en México es Yuca, que tiene un poder de 2.3 billones de operaciones por segundos.
Coatlicue será construida en dos años en México, de acuerdo con José Merino, quien estimó una inversión pública de alrededor de 6 mil millones de pesos mexicanos.
Hasta el momento, no se ha definido la ubicación de Coatlicue, pero se definirá en enero de 2026 con base en los recursos hídricos, acceso a energía, sismicidad y conectividad de la región.
Cabe destacar que su creación se basa en un modelo de colaboración entre el Instituto Politécnico Nacional (IPN), Infotec y el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT).
¿Qué es y cómo funciona una supercomputadora?
Una supercomputadora es una computadora hecha de miles de procesadores, los cuales trabajan al mismo tiempo en la solución de un problema que usa millones de datos, según Merino.
“La computadora más avanzada que tenemos en casa o en el trabajo tomaría meses o años para resolver estos problemas (…) con estas supercomputadoras tardan dos segundos o dos minutos”.José Merino
Estos aparatos se componen de GPUs, procesadores de computadores que nacieron para videojuegos por almacenar una gran cantidad de imágenes de gran nitidez, por lo que ocupan mucha capacidad de memoria.
Las unidades de procesamiento gráfico también funcionan para procesar algoritmos de inteligencia artificial, precisó el funcionario.
Dichos GPUs se colocan en un chasis, una base de metal sobre la que se montan los procesadores y, a su vez, se encuentran en gabinetes; detrás de ellos se encuentran los cables que permiten a los procesadores trabajar al mismo tiempo.
José Merino reconoció que las supercomputadoras requieren agua para enfriamiento por el sobrecalentamiento, energía eléctrica y conectividad para dar servicios remotos.


