
Por: Manuel Narváez Narváez
Email: Narvaez.manuel.arturo@gmail.com
Cómo los políticos pasan de ser unas linduras cuando en campaña prometen de todo, a verdaderos Frankensteins irreconocibles para la sociedad.
Por décadas he sido testigo de un sinfín de campañas políticas, algunas en primera persona, otras de promotor, pero en general crítico del quehacer político, el partidista y el público.
Cuando alguien busca un cargo público, ya sea por elección o invitación, desarrolla y expone una serie de propuestas relativas a mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, a través de políticas públicas, es decir, desde el Gobierno, entiéndase como presidente, gobernador, alcalde, legislador y juzgador.
Para hacer atractiva su propuesta se dan una manita de gato, se peinan, se maquillan y se visten de la mejor manera posible para verse agradables ante el elector. La sonrisa no puede faltar, aunque generalmente es fingida, vaya, hipócrita.
Entre los requisitos que exige la autoridad electoral (INE, IEE) es indispensable presentar una plataforma política, la cual puede ser legislativa o ejecutiva, de lo judicial desconozco porque después de la elección del acordeón, sepa la bola si la pidieron o no.
El documento engloba una serie de propuestas y mecanismos para resolver los desafíos que deberán atender los tres poderes de la unión (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y los tres órdenes de Gobierno (federal, estatal y municipal) en un período de 3 o 6 años, nueve en el caso de los partidos con acordeón.
El desarrollo del país, de una entidad o un municipio, se individualiza en materias como salud, educación, seguridad, economía, desarrollo social, obra pública, finanzas públicas, transparencia, programas sociales, el campo, derechos humanos, Estado de Derecho, etc.
Dicha plataforma política (Ejecutiva, Legislativa o Judicial) se convierte en política pública una vez que los integrantes de cada poder público protestan el cargo y asumen su responsabilidad constitucional.
La misma Carta Magna, leyes secundarias y reglamentos expresan la forma en que las políticas públicas serán medibles para efectos de conocer resultados, avances o retrocesos que permitan modificar durante las estrategias para alcanzar el objetivo ya como gobierno.
En la trasquilada Constitución federal actual, aunque todavía prevalece el derecho humano del derecho a la información, es difícil obtener respuestas por parte del Gobierno de cómo y en qué gastan o invierten cada peso que pagan los contribuyentes.
Para acabarla de amolar, los gobernantes de hoy día, sin distingo partidista, omiten responder al escrutinio público y a los cuestionamientos de la prensa sobre el estado que guarda la nación, el estado, el municipio, el Congreso o el poder del acordeón.
A algunos funcionarios o legisladores les molesta que les pidan información -que a huevo es pública- y tachan a los osados de hacer las preguntas o señalamientos de politizar la seguridad, la salud, el gasto público. Los más estúpidos las reservan como de seguridad nacional. QPM.
La clase política es una en campaña o según la posición que les toca en el escenario político, pero en general cuando es gobierno se transforma y se niegan a sí mismos, negándose a proporcionar información por ineptos o por arrogantes.
El derecho romano establecía:
Publicum ius est quod ad statum rei romanae spectat, es decir, derecho público es aquel que trata del gobierno de los romanos,
El derecho público se refería, entonces, al gobierno, a la organización y funciones del Estado.
La Real Academia de la Lengua Española define Política como:
adj. Dicho de una persona: Que interviene en las cosas del gobierno y negocios del Estado. U. t. c. s.
Sin.: estadista, gobernante, mandatario, dirigente, líder.
f. Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo.
En su marco teórico, la Cámara de Diputados reconoce lo siguiente:
2.1. Sobre las Políticas Públicas.
Las políticas públicas son el producto de los procesos de toma de decisiones del Estado frente a determinados problemas públicos. Estos procesos de toma de decisión implican acciones u omisiones de las instituciones gubernamentales.
De hecho, el gobierno como entidad administradora de los recursos y proveedora del orden y de la seguridad del conjunto de la sociedad está obligado a atender y resolver los problemas públicos de la misma y, en consecuencia, a llevar a cabo el proceso de diseño, elaboración, implementación y evaluación de las políticas públicas que sean necesarias para tal fin.
El artículo 6 de la Carta Magna, establece:
…..y protege el derecho a la libertad de expresión y al libre acceso a la información, prohibiendo la censura previa y garantizando que el Estado asegure el acceso a las tecnologías de la información y comunicación.
El artículo 8 de la Constitución establece el derecho de petición. Este derecho es universal para todas las personas en general, pero en materia política, sólo pueden ejercerlo los ciudadanos.
Para acabar pronto, los gobernantes, legisladores y juzgadores están obligados a ofrecer la información pública porque es un derecho humano.
Resulta mezquino, tramposo y doble moral que cuando andan candidateándose registran ante la autoridad electoral una plataforma política, porque la acción de gobernar es a través de políticas públicas, pero al llegar al poder se nieguen a dar respuestas restringiendo el derecho de los ciudadanos y censuran a la prensa con ridículos clichés: “es politiquería”, “no politizar”. No MMN.
Sepan gobernantes, funcionarios, legisladores y juzgadores que, en vez de ofenderse cuando se les solicita información P-Ú-B-L-I-C-A, la cual es su deber proporcionarla, acuérdense que hicieron un conpromiso electoral y deben someterse al imperio de la ley.
Son ustedes los sujetos obligados a respetar la Constitución -aunque sea chafita- y las leyes que de ella emanen, para proporción de información pública sin tanto rodeo ni marrullería.
Hay que tener vergüenza y ser congruentes, se es o no se es.
P. D. Se los estaré recordando cuando anden de guapitos y guapitas pidiendo el voto y cuando estén en el poder.
Es cuanto.


