
Reporte Índigo
Legisladores del PRI advierten sobre los riesgos de una temporada ciclónica sin precedentes y piden recursos extraordinarios para prevención y atención

por Rubén Arizmendi
Frente a la amenaza inminente de una de las temporadas de ciclones tropicales más intensas en décadas, senadoras y senadores priistas presentaron una proposición con punto de acuerdo para exhortar al Ejecutivo federal a destinar recursos extraordinarios y oportunos para prevenir desastres naturales y brindar atención inmediata a las familias damnificadas.
De acuerdo con el documento publicado en la Gaceta Parlamentaria de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, México podría enfrentar hasta 36 fenómenos ciclónicos en 2025, incluidos huracanes de categoría 5, una situación agravada por los efectos del cambio climático.
Los senadores, liderados por Manuel Añorve Baños, advirtieron que, con un panorama tan crítico, el país no puede seguir improvisando. La experiencia del huracán Otis en 2023 y la tormenta tropical John en 2024 dejó lecciones duras: la falta de preparación y respuesta efectiva costó vidas y profundizó el sufrimiento de miles de personas.
Una de las principales preocupaciones expresadas por los legisladores es la ausencia del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), eliminado por el actual gobierno. Esta desaparición ha creado un vacío operativo y presupuestal que, según advierten, aumenta la vulnerabilidad de las comunidades más expuestas, especialmente en zonas rurales y marginadas.
“El Estado debe anticiparse; no puede dejar a las y los mexicanos a merced de la tragedia”, sostuvieron los legisladores en el punto de acuerdo.
La proposición no solo se enfoca en la asignación de fondos, sino también en el fortalecimiento de todo el sistema de prevención y atención a desastres.
Exhortan a robustecer los sistemas de protección civil, mejorar la infraestructura hidráulica y preparar logística de respuesta inmediata para enfrentar fenómenos hidrometeorológicos de gran magnitud.
La demanda incluye garantizar una respuesta digna y eficaz para las familias que puedan verse afectadas durante esta peligrosa temporada, que inicia formalmente en junio, pero cuyos efectos ya podrían sentirse desde semanas antes.
Ante el escenario que se avecina, las y los senadores priistas coinciden en que no se puede seguir postergando una estrategia nacional de prevención, que incluya presupuesto, coordinación entre niveles de gobierno y una política pública firme frente al cambio climático.
“El costo de no actuar es más alto que el de invertir a tiempo”, alertaron los priistas en la proposición.