“Si Trump gana, convertirá a EE.UU. en un perdedor global al poner patas arriba el orden internacional que ha existido”.
BBC
Gerardo Lissardy
Como alguien que ha investigado a la derecha política de Estados Unidos y sus influencias globales, Jacob Heilbrunn está convencido de que un segundo gobierno de Donald Trump sería muy distinto al primero.
“Trump se ha radicalizado en los últimos cuatro años”, sostiene Heilbrunn, quien es el editor de la publicación de política exterior The National Interest y miembro senior del Eurasia Center del Atlantic Council, un centro de análisis internacional de EE.UU.
A su juicio, el candidato presidencial republicano quiere evitar lo que considera errores de su primer mandato (2017-2021) y realizaría “una presidencia revolucionaria, tanto en política interior como exterior”.
Si Trump es reelegido, “pasará a la historia como uno de los presidentes más influyentes, porque va a derribar el orden internacional que ha existido durante los últimos 70 o 75 años”, dice Heilbrunn en una entrevista con BBC Mundo.
El problema, apunta, es que “eso sería un bumerán, tanto económica como militarmente” y “socavaría la posición privilegiada que disfruta EE.UU.”.
Lo que sigue es una síntesis del diálogo telefónico con el autor de “America Last”, un libro publicado este año sobre “el centenario romance de la derecha (estadounidense) con dictadores extranjeros”:
¿Qué esperas para la política exterior de EE.UU. en caso de que Donald Trump sea reelegido?
Esperaría una revisión drástica de los últimos 70 años de política exterior estadounidense, que desde la Segunda Guerra Mundial se ha basado en el libre comercio y en las alianzas en Asia y Europa.
Trump se adhiere a una mentalidad anterior a la Segunda Guerra Mundial. Cree que Estados Unidos puede funcionar como una fortaleza que no necesita alianzas con países democráticos y que el libre comercio internacional es perjudicial para la economía estadounidense.
Trump ya fue presidente de EEUU. Pero al parecer no esperas una continuación de lo que fue la política exterior de su primer mandato, sino un cambio fundamental…
Sí. En el primer mandato empujó los límites, atacó a la OTAN y se arrimó a Corea del Norte y Rusia, pero no cortó nuestros lazos tradicionales en Asia o Europa. Amenazó con hacerlo. Esta vez, la amenaza se haría realidad.
Creo que abandonaría formalmente la OTAN o simplemente declararía que no cree en el Artículo 5, que compromete la defensa mutua.
En Asia, ha dejado claro que está cada vez más impaciente con Corea del Sur. Y también ha planteado interrogantes sobre si defendería a Taiwán en el caso de que fuera invadido por China.
Así que creo que veríamos un caos en el exterior.
Has mencionado la posibilidad de que EE.UU. salga de la OTAN con Trump de vuelta en la Casa Blanca. Pero el Congreso estadounidense aprobó en diciembre una ley que hace eso más difícil para un presidente, porque necesitaría una mayoría especial en el Senado o una nueva ley. ¿No limita esto las posibilidades de salida?
No. Trump no necesita salir oficialmente. Simplemente tiene que anunciar desde la Casa Blanca que no acudirá en defensa de los países bálticos si son invadidos por Rusia. Puede anular el compromiso de EE.UU. con la OTAN simplemente haciendo esa declaración.
Puede decir: “Seguimos siendo miembros, pero no vamos a cumplir con estas obligaciones que existen porque los países de la OTAN no están cumpliendo con sus obligaciones”. Dirá que no están gastando lo suficiente en sus defensas, y que no es un deber de EE.UU. compensar esa falta.
Todo el tema del gasto militar es un pretexto para Trump. En realidad, no creo que le importe mucho si los países de la OTAN gastan o no un mínimo de 2% (de su PIB en defensa).
Él siempre ha sido crítico con nuestra alianza en Europa. Ha dicho que nuestros aliados nos engañan y se ríen de nosotros tanto en Europa como en Asia. En un nuevo mandato, podría actuar de acuerdo con esas convicciones.
¿Dices que este cambio de política surgiría de una creencia que Trump tiene sobre el lugar de EE.UU. en el mundo y el papel de los hombres fuertes en la política exterior, más que de la influencia de sus asesores?
Sí, aunque hay que tener en cuenta que en un segundo mandato tendría asesores más afines a sus puntos de vista.
Ya ha dicho que no va a cometer el mismo error que en el primer mandato, que fue nombrar asesores del establishment.
Si es reelegido, será una presidencia revolucionaria, tanto en política interior como exterior. Pasará a la historia como uno de los presidentes más influyentes, porque va a derribar el orden internacional que ha existido durante los últimos 70 o 75 años.
Cree que EE.UU. está siendo engañado, y ha hecho explícito que prefiere trabajar con autocracias antes que con democracias.
La retirada de la OTAN comenzaría por el abandono de Ucrania. Forzaría una negociación de paz cortando el suministro de armamento a Ucrania. Obligaría a Ucrania a llegar a algún tipo de acuerdo con Rusia. Básicamente entregaría Ucrania a Rusia, y ése sería el comienzo del proceso.
Trump describe al presidente Biden como un líder débil y promete una política exterior que haga más fuerte a EE.UU.: un ganador global que mantendría el mundo bajo control. ¿Es eso lo esperable si fuera reelegido?
No, como señalo en mi libro, creo que pone a EE.UU. último, no primero. La idea de que no nos beneficiamos de nuestras alianzas en el extranjero o del libre comercio es profundamente errónea.
Trump aniquilaría las ventajas que EE.UU. ha disfrutado, incluidas esas alianzas que multiplicaron su poder militar en el extranjero, hicieron que el dólar funcione como moneda de reserva mundial y desatado una época dorada de proezas económicas.
Creo que la suya es una receta para volver al caos de la década de 1930, cuando tuvimos la Gran Depresión, que comenzó con los altísimos aranceles que Trump promete reintroducir.
Los aranceles desempeñaron un papel importante para generar la Gran Depresión, y creo que Trump desencadenaría de nuevo una recesión, si no una depresión.
¿Puedes decir más sobre las consecuencias que tendría que EE.UU. reconsidere su apoyo a la OTAN y sus alianzas en Europa y Asia?
El problema con el enfoque de Trump es que, sin EE.UU. en Europa, habría un retorno a la situación previa a la Segunda Guerra Mundial en la que florecería el nacionalismo, Rusia se convertiría en una potencia más agresiva y cada nación trataría de defenderse a sí misma.
Por ejemplo, Polonia más que probablemente intentaría desarrollar un arma nuclear para protegerse de Rusia. Ya hay voces en Moscú que piden que Rusia ataque a Polonia y los países bálticos.
No creo que ese tipo de desorden internacional beneficie a EE.UU.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo en junio que Trump corre el riesgo de convertirse en un “presidente perdedor” si fuera reelegido y aprobase un mal acuerdo de paz con Rusia. ¿Sería esto posible cuando Trump ha hecho su carrera como político y hombre de negocios bajo la imagen de un ganador?
Bueno, Trump siempre ha difundido la imagen de un ganador, sea o no real. Es alguien que ha estado en bancarrota al menos seis veces, pero se presenta a sí mismo como un hombre de negocios de gran éxito.
Su objetivo no es conseguir un acuerdo que preserve Ucrania. Ya ha dicho que Ucrania como nación se acabó.
Cree que debe ser incorporada por Rusia y que se puede crear un acuerdo de esferas de influencia: que si a Rusia le das los Estados bálticos y Ucrania, y tal vez si a China le das Taiwán, creas estas esferas de influencia donde cada gran potencia controla su propio vecindario.
Trump ha criticado la ayuda del gobierno de Biden a Ucrania. Pero, ¿hasta qué punto está claro el modo en que actuaría como presidente en relación con Ucrania y la guerra contra Rusia? Porque no ha dicho exactamente lo que haría…
Su compañero de fórmula, JD Vance, ha esbozado más metódicamente lo que han planeado, que es básicamente acceder a las demandas de Vladimir Putin, darle (la región ucraniana de) el Donbás, no llevar a Ucrania a la OTAN y darle un respiro a Putin. Es decir, se engulliría el Donbás y se quedaría con todos los territorios que ha conquistado hasta ahora, si no más.
Y luego, si Putin ataca dentro de un año o dos para absorber el resto de Ucrania, Trump simplemente se encogería de hombros.
¿Y qué esperarías de la política de Trump hacia China, sobre todo en caso de que China invada Taiwán?
Ha sido ambiguo sobre si defendería Taiwán o no. Y creo que Trump ha expresado su admiración por Xi Jinping.
Al mismo tiempo, ve a China como un competidor económico. Así que creo que intentaría desafiar a China económicamente más que militarmente.
De hecho, siendo presidente Trump inició una guerra comercial con China. Y Biden aplicó aranceles en nuevos sectores, como los autos eléctricos. ¿Cómo imaginas la política comercial de EE.UU. bajo otro gobierno de Trump?
Trump ha hablado de imponer aranceles de entre 60% y 80% a los productos chinos. Creo que eso tendría un efecto devastador en la economía estadounidense porque, lo reconozca o no, ese es un impuesto sobre el consumidor estadounidense.
Los países extranjeros no pagan esos aranceles. Son los estadounidenses quienes lo hacen, las empresas estadounidenses que importan estos bienes.
Con la guerra en Medio Oriente escalando, ¿adoptaría Trump un nuevo enfoque para la región y para el apoyo de EE.UU. a Israel?
Creo que su apoyo sería más abierto.
Biden ha advertido contra la escalada, intentando moderar el conflicto. Trump le dijo públicamente a Netanyahu hace unos meses sobre la guerra en la Franja de Gaza: “Acaba de una vez”.
La inclinación de Trump sería subir la apuesta, ir a todo y probablemente que Israel ataque las instalaciones nucleares iraníes. Y esto sería bastante peligroso.
¿También prevés grandes cambios en las relaciones de EE.UU. con México y América Latina en general en caso de que Trump vuelva a la Casa Blanca?
Sin duda girarían en torno a la cuestión de la inmigración y de los productos importados de México.
Trump, en su primer mandato, quería lanzar ataques militares contra los carteles de la droga mexicanos. Así que la pregunta sería: ¿Intentará enviar fuerzas militares estadounidenses a México? ¿Va a intentar bombardear México?
¿Bombardear México?
En su primer mandato habló de intentar eliminar los cárteles de la droga en México. Y se mostró interesado en utilizar el ejército estadounidense. Por supuesto, esto sería una violación de la soberanía mexicana. Sería un acto de guerra.
Lo que describes supone un cambio fundamental para el lugar de EE.UU. en el mundo y sus fortalezas como potencia global. ¿Dirías que Trump, si aplica estas políticas, será recordado como un ganador? ¿O como un perdedor global, algo que como has indicado él aborrece?
Cuando escribí esto en The New York Times predije que convertiría a EE.UU. en un perdedor global.
Creo que ahora en realidad somos un ganador. Pero intenta poner patas arriba el orden internacional que ha existido, y de lo que él habla no es tanto de aislacionismo como de unilateralismo: que EE.UU. haga lo que quiera donde quiera.
Para mí, eso sería un bumerán, tanto económica como militarmente. Socavaría la posición privilegiada que disfruta EE.UU.
¿Podrías explicar esto?
Si introduces ese tipo de cambio radical, cada país tratará de anteponer sus propios intereses. Ya lo ves en Austria, donde hablan de poner a Austria primero. México dirá: “Bueno, ¿por qué no deberíamos poner a México primero”? Polonia dirá que debería anteponer sus propios intereses. La falta de cooperación internacional es una receta para el caos y el conflicto.
La idea de la Unión Europea no es parecerse a Medio Oriente, sino que todos cooperen.
¿Eso no sería posible sin el apoyo de EE.UU.?
Creo que Europa volvería al nacionalismo y veríamos muchos más conflictos. También en Asia.
Dices que Europa volvería al nacionalismo. Pero, ¿no es esto lo que ya está pasando?
Definitivamente hay un aumento del nacionalismo, pero no se ha probado que sea la fuerza más poderosa en esas sociedades.
Los franceses mantuvieron su estabilidad en las elecciones. En Alemania aumenta, pero aún no es mayoría. Creo que si sacas a EE.UU., el factor estabilizador, cualquier cosa puede pasar.
Es solo la presencia de EE.UU. lo que al final ha conseguido crear una paz estable en Europa occidental. Es una anomalía en la historia del continente.
También fue necesaria la presencia estadounidense para poner fin a las guerras de los Balcanes en la década de 1990.
Hemos centrado esta entrevista en Trump bajo el supuesto general de que un gobierno de Kamala Harris sería una continuación de la política exterior del presidente Biden. ¿Es lo que esperas?
Creo que sería más agresiva que Biden, porque es más joven y no tiene los recuerdos de la Guerra Fría, cuando se produjo el enfrentamiento nuclear entre la Unión Soviética y EE.UU.
Así que espero que sea partidaria de la OTAN, pero más agresiva que Biden en la ayuda a Ucrania. Creo que puede confrontar más a China y presionar a Israel más que Biden para que frene su aventurerismo militar en Medio Oriente.