Internacional

Israel atacó a los trabajadores humanitarios “sistemáticamente, coche por coche”.

CNN

Por Rob Picheta

  El fundador de World Central Kitchen (WCK) acusó a Israel de atacar a sus trabajadores humanitarios “sistemáticamente, coche por coche” durante el episodio que dejó siete muertos el lunes, mientras la creciente furia internacional por el ataque pone a prueba aún más el apoyo occidental a la guerra de Israel en Gaza.

WCK cuestionó la respuesta de Israel a los ataques en una nueva declaración este jueves y pidió una investigación independiente sobre los ataques, que alcanzaron tres automóviles de WCK en el centro de Gaza.

“Israel admitió las muertes, pero las calificó como ‘un evento trágico en el que nuestras fuerzas dañaron involuntariamente a no combatientes’ y algo que ‘sucede en la guerra'”, dijo la organización no gubernamental.

“Este fue un ataque militar múltiple que tuvo como objetivo tres vehículos de WCK. Los tres vehículos transportaban civiles; estaban marcados como vehículos de WCK; y sus movimientos cumplían plenamente con lo indicado por las autoridades israelíes, que conocían su itinerario, su ruta y su misión humanitaria”, añadió.

Siete personas (tres británicos, un palestino, un ciudadano estadounidense y canadiense con doble ciudadanía, un australiano y un polaco) murieron en los ataques, lo que desató la furia en esos países y provocó un escrutinio aún mayor de la conducta de Israel en Gaza desde que lanzó su guerra contra Hamas, en octubre.

En una entrevista con Reuters, el famoso chef José Andrés, quien fundó WCK en 2010, acusó a Israel de atacar “sistemáticamente” a los siete trabajadores humanitarios de WCK. Esta no fue una “situación de mala suerte en la que, ‘¡Oh, arrojamos la bomba en el lugar equivocado'”, dijo Andrés a Reuters.

“Incluso si no estuviéramos en coordinación con las [Fuerzas de Defensa de Israel], ningún país democrático ni ningún ejército puede atacar a civiles y trabajadores humanitarios”, añadió.

WCK instó a los Gobiernos de los países de las víctimas a presionar para que se realice una investigación y dijo que han pedido al Gobierno israelí “que conserve inmediatamente todos los documentos, comunicaciones, grabaciones de video y/o audio y cualquier otro material potencialmente relevante” para los ataques con el fin de “garantizar la integridad” de la investigación.

El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, el teniente general Herzi Halevi, se disculpó por el ataque y lo describió como “un error que siguió a una identificación errónea”.

“Quiero ser muy claro: el ataque no se llevó a cabo con la intención de dañar a los trabajadores humanitarios de WCK. Fue un error que siguió a una identificación errónea: de noche, durante una guerra, en condiciones muy complejas. No debería haber sucedido”, dijo Halevi.

Siete trabajadores humanitarios murieron en el ataque; (desde arriba a la izquierda) Saifeddin Issam Ayad Abutaha, Laizawmi “Zomi” Frankcom, Damian Soból, Jacob Flinkinger, John Chapman, James “Jim” Henderson y James Kirby. (World Central Kitchen)

Pero la respuesta de Israel al ataque ha exacerbado la ira en los países de origen de los siete trabajadores asesinados.

El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, dijo este jueves que la explicación de Israel sobre los ataques “no era lo suficientemente buena”.

“Necesitamos que rindan cuentas de cómo ocurrió. Y lo que no es suficientemente bueno son las declaraciones que se han hecho, incluyendo la idea de que esto es solo producto de la guerra”, dijo. “Esto va en contra del derecho humanitario”.

Pero los ojos en todo el mundo están puestos en la respuesta de Estados Unidos, el aliado más importante de Israel y proveedor de una cantidad significativa de armas y ayuda militar. Una llamada telefónica este jueves será la primera conversación entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y Netanyahu desde los ataques.

A raíz de las muertes, un alto funcionario dijo que Biden estaba “enojado” y “cada vez más frustrado” y completamente preparado para hacerle saber todo eso a Netanyahu en su conversación. “Él expresará esas frustraciones”, dijo el funcionario.

Un análisis de CNN de videos e imágenes posteriores encontró que el ataque parece haber consistido en múltiples ataques de precisión.

CNN geolocalizó videos e imágenes de los tres vehículos destruidos, al menos uno de los cuales estaba claramente marcado con el logotipo de WCK en su techo, en dos posiciones en la carretera costera al-Rashid del enclave, y una tercera ubicación en un área abierta fuera de la carretera en un terreno cercano. El primer lugar estaba a unos 2,4 kilómetros del tercero, lo que indica que los tres vehículos fueron alcanzados por ataques separados.

Además de provocar ira en todo el mundo, los ataques han generado preocupación de que la distribución de ayuda alimentaria en Gaza –que ya era extremadamente limitada– se vuelva aún más peligrosa.

Un barco vinculado a WCK que transportaba aproximadamente 332 toneladas de ayuda humanitaria salió de Gaza sin descargar la mayor parte de su cargamento tras el mortífero ataque militar israelí, según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Chipre.

Cientos de trabajadores humanitarios han muerto durante la guerra de Israel con Gaza, junto con más de 33.000 palestinos, según las últimas cifras del Ministerio de Salud en el enclave palestino.

Benjamin Brown, Irene Nasser, MJ Lee, Angus Watson, Allegra Goodwin y Gianluca Mezzofiore, de CNN, contribuyeron a este informe.