En paralelo, organizaciones defensoras de los derechos trans cuestionaron la constitucionalidad de las pruebas, señalando posibles violaciones a la privacidad y discriminación.
La prueba rápida se realiza mediante la obtención de unas gotas de sangre capilar de la yema del dedo de la mano, la cual se coloca en un cartucho que dará en minutos el resultado.