
Por: Manuel Narváez narváez
Email: narvaez.manuel.arturo@gmail.com
Claudia Sheinbaum fue a Juárez a inaugurar el segundo centro Libre de las Mujeres.
Antes de ir a la frontera la titular del poder Ejecutivo federal se dio la vuelta a Santa Gertrudis, donde la Secretaría de la Defensa tiene su criadero de caballos finos, de raza pura.
Después voló a una comunidad de Guadalupe y Calvo, región controlada por células del crimen organizado que disputan el territorio.
Como en su momento cada presidente en turno, la mandataria hizo entrega de títulos de propiedad en la región serrana a miembros del pueblo originario de ódami. “Es justicia territorial”, arengó Sheinbaum Pardo.
Esta gira me recordó la visita del entonces secretario de la reforma agraria durante el sexenio de Felipe Calderón, Abelardo Escobar, quien vino al ejido Ranchería Juárez para hacer entrega simbólica de 130 títulos de propiedad, de 5 mil que regularizarían en ese período.
“Es tiempo de mujeres sin violencia”, cabeceó La Jornada, periódico consentido del régimen. El título sugiere que la justicia y la violencia apenas está llegando en este sexenio, ni siquiera en el anterior.
Pero vamos a la realidad:
1.- Mientras se desarrollaba la gira presidencial en Juárez, la ciudad donde las mujeres siguen siendo víctimas de feminicidio, violencia y discriminación desde los tiempos de Pancho Barrio, dos mujeres ejecutadas fueron localizadas a las afueras de esa ciudad fronteriza.
2.- El “sexenio más feminista de la historia” registra más de 4 mil feminicidios.
En su recta final del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene este acumulado de 4 mil 892 casos de feminicidio y 13 mil 811 homicidios dolosos contra mujeres y al igual que hace 30 años, según datos del SESNSP, Ciudad Juárez sigue como uno de las localidades más violentas en contra de mujeres.
No olvidemos que López Obrador se proclamó como “el más feminista de la historia”.
https://cimacnoticias.com.mx/2024/03/08/el-sexenio-mas-feminista-de-la-historia-registra-mas-de-4-mil-feminicidios/
3.- Las madres buscadoras: olvidadas, estigmatizadas y confrontadas por el Estado.
Claudia Sheinbaum frente a las madres buscadoras sigue la línea trazada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien las ha acusado en repetidas ocasiones de ser manipuladas políticamente o de “traficar con el dolor humano”.
4.- TEPJF determina que AMLO ejerció en diversas ocasiones violencia política en contra de Xóchitl Gálvez
La Sala Especializada determinó la responsabilidad del presidente Andrés Manuel López Obrador por este tipo de expresiones. No obstante, recordó también que el mandatario no puede ser sancionado.
5.- Frente a la insistencia de reporteros de pedir su opinión sobre el premio Nobel de la Paz para Corina Machado, la presidenta responde: “sin comentarios”.
Es evidente que la sororidad de Claudia Sheinbaum es de la dentadura para fuera y para adornar el discurso de la perspectiva de género. En la misma ruta transitan la titular de las mujeres, la mandamás de la CNDH, la presidenta nacional de Morena, la secretaria de Gobernación y la FGR.
Es increíble que después de tres décadas de visibilizar la violencia en contra de las mujeres -en todos los sentidos-, de cambios a la Constitución y a las leyes, y pese a que hoy en día el poder (absoluto) lo ejercen las mujeres a nivel federal y estatal, prevalezca la mezquindad patriarcal que tanto cuestionan al varón.
Parece que las muertas de Juárez por cuestión de género, los sacrificios de las mujeres textileras de Nueva York, la lucha de Rosario Ibarra (no confundir con su hija), las manifestaciones de las mujeres de negro en la capital del estado, el viacrucis de las madres buscadoras y las marchas conmemorativas del 8 de marzo no llegaron a la cima del poder junto a las que ahora lo ostentan.
Y saben qué es lo que más ofende, la memoria de esas mujeres, el discurso carroñero para llenar el choro desde una tribuna, desde una posición de privilegio, desde lo más alto de poder político -el económico también- para sacar provecho victimizándose.
No ayuda y no sirve el poder femenino cuando es usado para sacar ventaja partidista o anteponer la ideología en detrimento de la verdadera lucha de las mujeres genuinas que exigen, YA, parar la violencia, y la burla en contra de ellas.
El grito de auxilio y el maldito silencio ensordecedor después de sus muertes, siguen clamando justicia.
Cada lápida de una mujer violentada y asesinada, y de todas las que no han sido encontradas esperan que sus congéneres empoderadas honren sus memorias.
Por las mujeres de mi sangre que fueron víctimas de violencia, por las que lucharon y continúan en la lucha para exigir justicia e igualdad, por las madres buscadoras, por Corina Machado y por Narges Mohammadi, ni una más, y no a la mezquindad desde el poder, porque cuando es malo, no tiene género.
Es cuanto.


