Aunque la revocación de grado se considera un fracaso en el imaginario colectivo, se trata de una herramienta implementada por padres, profesores e, incluso, alumnos para alcanzar los conocimientos necesarios para continuar el avance de los estudiantes en el sistema educativo
Una de las estrategias utilizadas por padres y docentes, más allá de la regularización, para que las niñas, niños y adolescentes que no alcanzaron los aprendizajes del grado escolar que cursaron, puedan adquirir estos conocimientos más adelante, es la llamada revocación de grado.
Se trata de una figura implementada por la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que aquellos padres que consideren que su hija o hijo no logró conseguir las habilidades enseñadas durante el ciclo lectivo, soliciten la repetición de grado.
Para llevarla a cabo, los padres o tutores deben presentar una solicitud formal de revocación de grado a la escuela, generalmente a través de un formato específico proporcionado por la SEP o la institución educativa.
Aunque algunos padres y docentes lo ven como un retroceso, otros tantos consideran que es la mejor manera para que un alumno se nivele y alcance conocimientos básicos que le ayudarán a continuar en el sistema educativo e, incluso, no desertar de él ante la frustración de no encontrarse en el mismo nivel educativo que sus compañeros.
Herramienta ante el rezago
Hacia el final del ciclo 2021-2022, año escolar en el que se retomaron las actividades presenciales en escuelas a mitad del ciclo, a través del acuerdo 11/06/22, la SEP decretó que los alumnos de educación básica no podrían ser reprobados.
“En todos los casos en que se asiente una calificación numérica en la boleta de evaluación de las y los estudiantes de educación primaria y secundaria, la calificación que deberá registrarse no podrá ser inferior a 6”, se menciona en el artículo séptimo de dicho acuerdo.
En el caso de los alumnos de preescolar, debido a que no se asientan calificaciones numéricas, se solicitó que solo se enumeren observaciones y sugerencias sobre los avances.
“Para el caso de las y los estudiantes de educación preescolar, en virtud de que en la boleta no se asientan calificaciones, solamente se asentarán ‘observaciones y sugerencias sobre los avances del aprendizaje’, en la sección correspondiente de la boleta de evaluación si la o el docente cuenta con elementos suficientes derivados de la comunicación con las y los estudiantes”, se establece en el inciso A, del artículo 8. Play Video
Fue desde el ciclo anterior, el 2021-2022, realizado totalmente a distancia a través de televisión educativa y dispositivos electrónicos, que la SEP dio la instrucción a autoridades educativas y docentes de aprobar a todos los alumnos.
Es posible acceder a esta opción de la SEP
Tras la emergencia sanitaria, tanto padres de familia como alumnos optaron por la revocación de grado, con el objetivo de recuperar los aprendizajes no adquiridos por los estudiantes durante la pandemia y las diferentes modalidades escolares, en línea, híbrido y presencial, que convivieron entre 2020 y 2023.
Esta fue la opción que padres de familia como Dalia Velázquez, madre de dos alumnos que actualmente cursan grados de educación primaria, tomó ante el rezago educativo generado por esta situación.
“Durante la pandemia tenía a mis hijos en una escuela federal y casi no tenían clases. Tampoco nos mandaban trabajos para ellos. El más grande, que estaba en cuarto grado, se retrasó muchísimo porque, incluso, en clases presenciales la maestra estaba de permiso y no siempre había quién la cubriera. Ellos estaban entonces en primero y cuarto de primaria.
“Como soy maestra de una escuela pública pues ya tenía conocimiento de la revocación de grado. Los cambié de escuela y ahí me apoyaron con el trámite. De la escuela anterior, sólo tuve que ir a recoger las boletas y darlos de baja. Inscribí a mis hijos de nuevo en primero y cuarto, aún sin una resolución de la revocación porque tarda unos meses, pero entre septiembre y octubre pregunté a la coordinadora y me confirmó que se había aceptado la solicitud y que mis hijos estaban inscritos oficialmente en esos grados. Aún entonces seguían las clases en línea pero había mucha diferencia”, comenta Velázquez.
Autoridad escolar debe tramitarlo
De acuerdo con la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México (AEF), es la autoridad escolar quien debe promover este trámite, a petición de los padres de familia, tras haberse acordado previamente con el docente de grupo. Este se encuentra sujeto a aprobación.
“Para que la revocación de grado se aplique, el director deberá realizar la gestión y autorización correspondiente con el área de Control Escolar”, se especifica en el documento Manual de usuario Registro de alumnos que revocan grado, del Sistema Integral de Información Escolar en Web.
Tras capturar la Clave Única de Registro de Población (CURP) del menor, se solicita la revocación de grado y esta queda pendiente hasta su aprobación por parte de Control Escolar. En caso de cambiar de parecer por parte de los padres, este trámite podrá ser anulado.
“Es un trámite muy sencillo que yo también he recomendado a otros papás, porque la palabra ‘reprobar’ siempre la asocian al fracaso. Llenas la solicitud, entregas los documentos y la presentas en la escuela o en el Centro Regional de Desarrollo Educativo (CREDE) de tu ciudad”, menciona al respecto Dalia.
Comprender causas de la decisión
La profesora Evangelina Silva, docente con más de 40 años de experiencia en educación básica, menciona la importancia de acoger esta figura como una oportunidad, lejos de verla como un fracaso personal y estudiantil, cuando pueden ser varias las razones por las que un estudiante no adquiere los conocimientos correspondientes al grado escolar que acaba de cursar.
“La revocación de grado es un trámite que los padres o tutores de los alumnos solicitan porque un estudiante no debería ser promovido al grado inmediato superior. Esto significa que no ha alcanzado la madurez o los conocimientos necesarios para avanzar y contar con los aprendizajes que se requieren para el siguiente año escolar”, afirma Silva.
Aunque la docente considera que son varias las causas que llevan a los menores de edad a necesitar de este instrumento administrativo, entre ellas algunas neurodivergencias que se encuentran acompañadas de problemas y retraso en el aprendizaje, Silva cree que la falta de apoyo familiar, independientemente de otras situaciones, es la más común de ellas.
“Esto puede derivar de varias situaciones, como la ausencia, ya sea física o significativa, padres de familia, que no haya una constante supervisión por parte de sus progenitores o de quienes los tengan a su cargo.
Desafortunadamente, esta situación se da en muchos contextos sociales, no solamente son condiciones de niños con problemas en cuanto economía, sino que se da también entre los estudiantes cuyos padres cuentan con recursos más estables y abundantes”, menciona Silva.
“Hoy pareciera que se han incrementado los problemas de aprendizaje en la educación básica debido al alza en diagnósticos como TDA, autismo, entre otras condiciones. Muchas veces los niños con TDA son vistos como niños con problemas de conducta y como no son diagnosticados a tiempo, lo mismo que en el caso del autismo y otras condiciones, pues no podemos darnos cuenta realmente de la situación que se presenta en ellos y eso conlleva a que tengan retraso escolar”, asevera la docente.
Silva menciona que para los alumnos, sentir que no han adquirido los conocimientos que sus demás pares sí poseen, deriva en más problemas de aprendizaje, baja autoestima, estigmatización e, incluso, deserción escolar.
Por ello, la revocación de grado se presenta como una herramienta para que el alumno pueda alcanzar la madurez física y mental para adquirir conocimientos y habilidades que aún no posee, una visión en la que la madre y profesora, Dalia Velázquez, se encuentra de acuerdo.
“Como maestra, considero que uno de los beneficios es la maduración. Todo el desarrollo del niño se va dando conforme se van madurando los sistemas, digestivo, motriz, visual, cognitivo, etcétera. A los papás, en cuanto les dices ‘reprobar el grado’, se espantan, aunque les expliques las mismas causas, porque está asociado al fracaso, a no saber, a que es ‘burro’, como dicen algunos. En cambio, les dices ‘revocación de grado’ y se muestran más abierto.
“Continuando con los beneficios, el mayor de ellos es a darle más tiempo al alumno para que desarrolle sus habilidades, para que practique más cómo sostener el lápiz, trabajando la motricidad fina, o si aún no sabe, sumar bien, pues te regresas a que comprenda el concepto de número o a veces su mismo pensamiento aún no le permite entender pensamientos abstractos y sigues trabajando hasta que lo logra”, explica.
Recursar el grado permite mayor tiempo de aprendizaje
Padres de familia, en búsqueda de apoyar a sus hijos, buscan la revocación de grado con el objetivo de darles más tiempo para alcanzar los conocimientos inherentes al grado escolar cursado.
Tania Gómez, madre de un pequeño con Trastorno del Espectro Autista (TEA), optó por la revocación de grado durante el ciclo escolar 2023-2024, pese a la reticencia de los profesores del preescolar en el que se encontraba, quienes le ofrecieron alternativas de educación especial para continuar.
“Mi hijo es TEA grado 1 y asistía a un preescolar público en la Ciudad de México. Llegó la etapa de preinscripciones en enero y yo no me sentía segura en ingresarlo a primaria. Entonces, dejé pasar las fechas, ya que si decidía ingresarlo a la primaria, sería el turno vespertino, el cual no tiene la misma demanda.
“Días antes de que terminara el periodo de preinscripciones, me abordó la profesora de Unidad de Educación Especial y Educación Inclusiva a la hora de la salida y me preguntó si ya había realizado el registro, a lo cual le respondo que no y le planteo mis temores: mi hijo aún no externaba emociones, situaciones de riesgo, no entablaba comunicación con sus pares y no le gustaba dibujar, hacer trazos, nada de lo que tuviera que ver con madurez para empezar con escritura”.
Oportunidades se amplían
Relata que ante su respuesta, la citaron para hablar respecto al tema y en dicha reunión le presentan las escuelas que cuentan con Unidad de Educación Especial y Educación Inclusiva (UDEEI) y que era lo más apropiado para su hijo, “ya que según ellos ya había cumplido los objetivos del preescolar. Incluso me invitaron a ir a conocer directamente las escuelas que me interesaban y conocer a las maestras de UDEEI.
Yo ante esa presión la verdad me la pasaba llorando y muy preocupada por lo que debía hacer. Mi corazón de mamá me decía que mi hijo no estaba listo, no era un niño independiente”, platica Tania. No obstante, no se permitió ceder ante la presión y realizó una serie de movimientos que permitieron lograr la revocación de grado.
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“Pasaron los meses y fui a buscar escuelas privadas. Llegué a una escuela donde hace muchos años había trabajado, por lo que conocía a los directivos. Hablé con la dueña y le pedí que me diera la oportunidad de ingresar a mi pequeño, ella me sugirió también revocar el grado. Con esta sugerencia me presenté con la maestra de UDEEI y le pedí la revocación de grado, la cual me volvió a negar. Le informo que realizaré cambio de plantel y me comenta que lo hablara con la supervisora y dirección.
“Pasan los días y era el último día para solicitar en sistema la revocación de grado y a las 11 AM me llaman del preescolar solicitando mi presencia para firmar la solicitud de revocación. Debía llevar una serie de documentos en fotocopia y los datos de la escuela a la cual sería cambiado. Me hicieron firmar la solicitud y me dijeron ‘esperemos sea aprobada’. Llegó el día de la clausura y nadie me decía nada. Descargué la hoja de evaluación del sistema y ahí aparecía en gota de agua la leyenda ‘cancelado’ y así fue como supe que sí recursaría tercero de preescolar”, cuenta Tania.
El final de esta lucha se trató de uno feliz, pues actualmente, el pequeño avanzará hacia el primer año de primaria con los conocimientos y la madurez necesarios para poder afrontarlo.
“Hoy te puedo decir que fue la mejor decisión que tomamos como familia, ya es lector silábico, es más platicador, expresa necesidades y emociones, es un niño que está listo para ingresar a la primaria y en casa todos estamos felices de este gran logro”, concluye Tania.