Opinión

Sin tiempo que perder.

Por: Manuel Narváez Narváez

Email: narvaez.manuel.arturo@gmail.com

La movilidad y la (in) seguridad vial reposa sobre vicios añejos y no es exclusivo de la capital.

Esta grave problemática atañe a los tres órdenes de gobierno, a todos los municipios de la entidad, a los más poblados y directamente a los automovilistas y peatones.

Desde principios del año pasado alertaron de lo que estaba sucediendo en la vialidad Teófilo Borunda, por el sector de El Reliz. Que no exclusivo de la zona.

Con el correr de los meses, las autoridades ignoraron las señales, a la par de residentes de El Reliz que se organizaron para levantar la voz.

Asimismo, advirtieron que a las legítimas demandas de los ciudadanos hay personas de mala fe que quiere sacar raja política de la situación.

Más de un año después, funcionarios municipales y estatales se reunieron con vecinos del sector poniente para actualizar las demandas, redactar un documento rector y trazar una ruta que responda a la solución de los desafíos.

Destacan las siguientes peticiones:

Reordenamiento vial, señalización, rutas alternas para desfogue del tráfico, transporte público, pasos peatonales, puentes a desnivel, cultura vial, sanciones, protección a peatones y ciclistas, entre otras.

A propósito de lo anterior, hace algunas semanas la Subsecretaría de Vialidad comenzó con operativos en la zona poniente para inhibir el exceso de vialidad para disminuir los accidentes y la mortalidad. Ya hay una baja muy importante en accidentes.

Han multado a miles de conductores por exceso de velocidad, y pospusieron (atinadamente) la entrada en operación de un semáforo en el sector.

Han repintado los carriles en la zona de El Reliz y harán lo mismo en el periférico R. Almada. Igualmente han instalado señalamientos con límites de 60 km/h como máxima.

Está en puerta una fuerte inversión anunciada por el alcalde Marco Bonilla para construir una gaza de conexión de la T. Borunda y el periférico De la Juventud.

Está pendiente habilitar dos rutas alternas para desahogar la impresionante carga vehicular en horas pico.

Por su parte, el subsecretario de Movilidad, César Komaba, anunció una posible reforma a la Ley de Vialidad y Tránsito (estatal), para hacerla concurrente con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial (federal), que registre el historial de infracciones de los conductores y, en los casos que amerite, les restrinjan la reposición o niegue la licencia de conducir.

Pese al retraso, las autoridades comienzan a tomarse en serio su responsabilidad y a atender las legítimas demandas ciudadanas.

Es muy poco lo que han hecho y estamos muy lejos de alcanzar los objetivos. Pero peor es nada.

Está en chino que lleguemos a tener ciudades y ciudadanos ejemplares en materia de movilidad y seguridad vial porque estamos rebasados igual como está la CDMX, Guadalajara, Monterrey, Juárez, etc., y como están en casi todas las urbes del planeta, con la misma bronca.

Espero que al menos alcancemos un orden vial, disminuyan los accidentes y la mortalidad, mejore la cultura vial y cause menos estrés el conducir.

Por tales razones, la normatividad no debe reducirse a restringir la licencia de conducir a los infractores reincidentes. Las reformas deben abarcar otros aspectos de gran relevancia.

El marco normativo debe ser claro, preciso, conciso y macizo, que lo entiendan sin pretextos el conductor, el peatón y el ciclista.

Por su lado, la autoridad debe eliminar cualquier propósito recaudatorio fuera de proporción, pero todo ingreso por concepto de infracciones debe ser destinado totalmente a mejorar la movilidad y la seguridad vial.

El transporte escolar debe ser incorporado con la misma importancia del transporte público. Padres de familia entiendan que hay exceso de autos circulando.

Autoridades estatales concursen más concesiones para rutas de camiones y taxis, de tal suerte que mejore el servicio y haya mayor oferta.

Que el Gobierno federal sólo emita decretos para importar automotores para uso exclusivo en la zona rural.

Legisladores federales faciliten el cobro eficaz de los adeudos por revalidación vehicular o refrendo en las entidades (casi todas) donde es obligatorio. No se vale la mezquindad de que es inconstitucional cuando se anda en campaña, y es correcto el cobro cuando se es gobierno.

Autorizar a las entidades federativas para que emitan restricciones inmediatas al tránsito vehicular y a la producción de materiales altamente contaminantes, cuando las condiciones ambientales afecten la salud pública.

Si se batea el bote, vamos a valer madres y lo pagaremos muy caro con la salud en el corto plazo. Las enfermedades relacionadas con la mala calidad del aire están a la orden del día.

El 2027 está cerca. Si alguien osa excusarse de su responsabilidad, y empeora la situación, o bien, quiera pasarse de rosca medrando con la situación, aténganse a las consecuencias porque los tres órdenes de gobierno y al menos los poderes Ejecutivo y Legislativo están embarrados hasta el cogote.

Conductores, peatones y ciclistas, la responsabilidad es de todos.

Es cuanto.

DEP mi querido tocayo Arturo Urquidi Astorga. Un abrazo a su familia y amistades.