Opinión

Promesas vacías: La traición al magisterio.

Por: Moisés Alvarez Palacio

Los docentes, a lo largo de los años, han demostrado un compromiso con la educación, realizando un trabajo de calidad a pesar de las dificultades que el propio gobierno ha generado. Las condiciones en las que desempeñan su labor están muy lejos de ser las óptimas: muchas escuelas carecen de servicios básicos, como agua potable, luz eléctrica o instalaciones adecuadas, y la falta de una plantilla completa de personal dificulta aún más las tareas educativas. A esto se suma la situación social, económica, de salud y seguridad, que cada vez empeora más. Sin embargo, a pesar de estas limitaciones, los maestros han hecho todo lo posible para garantizar que los procesos de enseñanza y aprendizaje se lleven a cabo, demostrando una vez más que su vocación y dedicación supera las fallas administrativas de los gobernantes

Ante esta realidad, cabe preguntarse: ¿qué ha hecho el magisterio para merecer el maltrato en sus condiciones laborales? Desde el inicio del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, se prometió mejorar las condiciones de los trabajadores. Se les brindó confianza y se creyó en un cambio que priorizaría sus derechos y necesidades. Sin embargo, hoy esa confianza ha sido traicionada. La iniciativa de reforma a la Ley del ISSSTE 2025 no sólo ignora las promesas hechas, sino que busca trasladar los costos de los errores administrativos y las fallas del sistema a los trabajadores. ¿Por qué deben ser los maestros y demás empleados públicos quienes paguen por decisiones políticas mal tomadas o intereses personales? Esto no solo es injusto, sino que representa una clara violación a los principios de justicia y equidad que deberían ser parte de cualquier reforma.

Ante esta situación, es necesario que todos los trabajadores de la federación nos unamos para exigir que esta iniciativa de ley sea modificada. No podemos permitir que se apruebe una reforma que perjudica nuestros ingresos y jubilación. El gobierno cuenta con mayoría en el poder legislativo, por lo que no hay excusa para no actuar en beneficio del magisterio. ¿Dónde quedó aquel dicho de “amor con amor se paga”? Hoy más que nunca, es necesario que el gobierno demuestre su compromiso con los trabajadores, rectificando esta reforma y garantizando que nuestras condiciones laborales y derechos sociales sean mejorados y no perjudicados.

Cuando eran oposición, criticaron las injusticias y prometieron cambios; hoy, desde el poder, repiten las mismas prácticas que denunciaron. Parte de la expresión y manifestación en contra de la reforma a la Ley del ISSSTE 2025 se debe a que se ha omitido el compromiso de jubilación prometido por el expresidente AMLO y la hoy presidenta Claudia Sheinbaum: 30 años para hombres y 28 para mujeres. Hasta ahora, esa promesa no se ha cumplido. Este gobierno, al igual que el anterior, se rige bajo los principios de no robar, no mentir y no traicionar. Sin embargo, con hechos nos han fallado, mintiendo y traicionando la confianza de los trabajadores. Hoy tienen todas las condiciones para rectificar y cumplir su palabra.

Rectificar no es malo, es de inteligentes; persistir en el error, por intereses personales o políticos, es traicionar la confianza de quienes se las otorgaron.