
Guardo de José Saramago un solo recuerdo , el del ser noble y sencillo, con el cual una persona ajena a su entorno como un momento lo fui para él yo, pudo hablar y entablar un dialogo profundo de algo tan esencial y común a ambos, como lo es EL Humanismo, tan esencial hoy para el mundo. G.A.L.D.
EL HOMBRE
La obra de José Saramago se caracterizó por la búsqueda incesante desde siempre de la comprensión del ser y el quehacer humano, recordarlo hoy 16 de noviembre justo a los 103 años de su nacimiento, es memoria obligada, es buscar mantener la vigencia de un pensamiento crítico y activo, empeñado desde siempre por transformar, modificando realidades sociales con ls que su vida entera se comprometió, como lo hizo con su actuación en la Revolución de los Claveles (1974) en su amada Portugal,
José De Sousa, es su nombre de origen y me permito aquí referir la mención hecha por Miquel Iceta Llorens quien al escribir la presentación para el catálogo de la exposición “El taller de Saramago”, organizada en la Embajada de Portugal en Madrid y la Biblioteca Nacional de España.
Libro conmemorativo por el centenario de vida que de vivir en 2022 habría cumplido el maestro y aquí la referencia de Miquel que interpreto por su entrecomillado como una referencia autobiográfica del mismo Saramago, José Saramago no era José Saramago “No era el apellido de la familia, sino sólo el apodo, que yendo mi padre a declarar el nacimiento del hijo, sucedió que el empleado (se llamaba Silvino) estaba borracho, que por su propia iniciativa y sin que mi padre se diese cuanta del fraude añadió Saramago al simple nombre que yo debía llevar”
Así fue como el mismo José Sámago declara la obtención del apelativo que le daría la celebridad internacional, déjenme antes de hablar del autor referir al niño de corazón con memoria de vida, que también él fue y magistralmente lo expresa al cierre de su discurso al recibir el Premio –Nobel de Literatura 1998 cuando Saramago señala; “Tendría que llegar el día en que contaría estas cosas. Nada de esto tiene importancia a no ser para mí. Un abuelo berebere, llegando del norte de Africa, otro abuelo pastor de cerdos, una abuela maravillosamente bella, unos padres graves y hermosos, una flor en un retrato ¿qué otra genealogía puede importarme? ¿En qué mejor árbol me apoyaría?”. Escribí estas palabras hace casi treinta años sin otra intención que no fuese reconstituir y registrar instantes de la vida de las personas que me engendraron y que estuvieron más cerca de mí, pensando que no necesitaría explicar nada más para que se supiese de dónde vengo y de qué materiales se hizo la persona que comencé siendo y ésta en que poco a poco me he convertido”
Así de sencillo, así de grande es para mí hoy, en el recuerdo de sus 103 años de vida lo que coincido y llamo; LA GRATITUD QUE ES LA MEMORIA DEL CORAZON,
El maestro Saramago indudablemente lo fue y con estas líneas escritas treinta años antes para sí, y tomadas para celebrar la vida y un momento especial para todos a quienes nos las compartió en la lectura de un momento estelar de su existir.
EL AUTOR
Su obra ha sido y será múltiples veces reseñada, aquí de manera sus cinta la traigo referencia, porque nada escapaba a su sentir, forjado en la tarea manual desde su inicio laboral como cerrajero u obrero que lo fue, paso por el trabajo intelectual solidario, basta leer La Caverna para ver que desde Platón hasta la producción en serie del plástico, el suyo es un ojo avizor, el de un hombre que trata de ver lo externo e interno de lo humano y que se encara aun en su obra y con su obra a los canones dogmáticos de lo divino.
Aquí la reseña;
“…La obra de José Saramago se caracterizó por interrogar la historia de su país y las motivaciones humanas. Encontrar las claves por las que un imperio quedó relegado a un segundo plano respecto al resto de Europa y entender el accionar del hombre fueron sus preocupaciones centrales. Pero aunque su novelística tiene como eje vertebrador la realidad de Portugal y su historia, no se trata, sin embargo, de una narrativa histórica, sino de relatos donde la historia se mezcla con la ficción y con lo que podría haber sido, siempre a través de la ironía y al servicio de una aguda conciencia social.
Se dio a conocer en 1947 con Tierra de pecado, novela de corte realista que no suele incluir en su bibliografía. Después de un largo período de silencio, en 1966 publicó Los poemas posibles y en 1970 Probablemente alegría, colecciones de poesías en las que, tratando con fina ironía sobre todo los temas del amor y del erotismo, renovó con vigor el lenguaje poético tradicional.
Autor de libros de crónicas, de obras teatrales, del volumen Viaje a Portugal (1981), lo más importante y fecundo de su producción literaria se inicia con El año 1993 (1975). Saramago se consolidó sobre todo como narrador de gran rigor estilístico con la novela Manual de pintura y caligrafia (1976), con los cuentos del volumen Casi un objeto (1978) y con sus últimas novelas. En Alzado del Suelo (1980) se reveló como un gran escritor. Es una narración histórica cuyo escenario es el Alentejo, entre 1910 y 1979, y en la que el lenguaje campesino, el humor y el sarcasmo se conjugan para hablar de la realidad. Con una prosa poética y una técnica narrativa propia de la tradición oral, trazó un gran fresco de la sociedad alentejana y dio muestras de haber alcanzado la madurez estilística superando la tradición neorrealista de la novela rural. (N. A. PARA MI EL VERDADERO PARTEAGUAS en la obra del Maestro Saramago).
En Memorial del convento (1981), contando la historia del convento de Mafra, reconstruyó, gracias a un serio estudio de los documentos, a una hábil dosificación de perspectivas y a una sabia caracterización de los personajes y del lenguaje, …. Su actitud crítica siempre se hace presente, y así como celebra la belleza de su tierra, señala también el espanto ante un pueblo “sediento de martirio”, que asistía a los autos de fe y a las corridas de toros en el siglo XVIII, o que se alistaba voluntariamente en las milicias del gobierno de facto en la década del treinta.
Sus novelas El año de la muerte de Ricardo Reis (1984) y La balsa de piedra (1986) confirmaron sus grandes dotes de narrador. En la primera, Saramago convierte en protagonista de su novela a Ricardo Reis, uno de los heterónimos que empleó en su obra el poeta Fernando Pessoa.
Su obra de los últimos años incluye novelas, diarios y otras publicaciones, conjunto entre el que deben citarse Historia del cerco de Lisboa (1989), Todos los nombres (1997) y la obra teatral In nomine Dei (1993). En El Evangelio según Jesucristo (1991), visión alternativa de la vida de Jesús de Nazaret, se deja ver el humanismo de Saramago, enfrentado a cualquier planteamiento dogmático y que resuena siempre detrás del escepticismo que caracteriza en gran medida su punto de vista. En Ensayo sobre la ceguera (1995), advirtió sobre “la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron” (N.A. cuan vigente hoy en día tal aserto) y, escéptico pero solidario, se preguntaba si había lugar para la esperanza tras el nuevo milenarismo que la humanidad estaba viviendo (N.A. Reiterado y esencial cuestionamiento a los tiempos que vivimos ). Cuadernos de Lanzarote (1997) es un libro curioso en el que, a manera de diario, cuenta la vida cotidiana y reflexiona sobre el ser humano, el espacio y el tiempo.
En 1998 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura. En 2000 apareció La caverna, relato de resonancias platónicas. En 2002 publicó El hombre duplicado, una reflexión sobre la esencia de la identidad; en 2004, Ensayo sobre la lucidez, que recogió sus reflexiones sobre la democracia actual…
En Las intermitencias de la muerte (2005) Saramago respondía a la pregunta: ¿Qué pasaría si la gente dejase de morir? … Posteriormente, aparecieron las novelas Las pequeñas memorias (2006), un libro autobiográfico en el que regresó al entorno de su niñez y adolescencia; El viaje del elefante (2008), mezcla de realidad y ficción sobre el trayecto que un elefante asiático realizó por media Europa durante el siglo XIX, y Caín (2009), su última novela, en la que el autor compuso un mordaz recorrido por varios pasajes del Antiguo Testamento (N.A. una forma literaria fuerte de convicción mostrada hasta el final de su existir)
Saramago el autor, es apenas el esbozo del José Saramago Humano, que en toda la palabra fue y es esto lo puedo testimoniar aquí, ya que tuve la fortuna de convivir con él fugazmente por unos días en la Habana Cuba, gracias a una invitación que a ambos nos hiciera el Comandante Fidel Castro Ruz para asistir y saludarle en la conmemoración del 40 aniversario de la Revolución Cubana, justo el 1 de enero de 1999 en Santiago de Cuba, en donde ese día nos acompañamos a visitar lo mismo el Cuartel Moncada, que a hacer una visita que me pareció una guardia natural, a la tumba de otro grande de Nuestra América José Marti…
Todo esto en tanto la vida me permitía testimoniar el fraterno saludo de encuentro de dos Maestros de la literatura, el recién nombrado en octubre de1998, José Saramago y el Premio Nobel de 1982 Gabriel García Márquez …(continuara…)


