fuente: unotv
A sus 25 años, Peso Pluma se puede jactar de ser uno de los artistas mexicanos más queridos y reconocidos por una generación que se identifica con él y su música, capaz enloquecer a más de 20 mil personas que abarrotaron uno de los recintos más grandes de la capital del país, el Palacio de los Deportes, sólo para ver al amo de los corridos bélicos en acción con su gira Éxodo.
A las 21:25 horas, un bajo comenzó a sonar en las bocinas del recinto anunciando que el show de la Doble Pestaba por comenzar. Con un Domo de Cobre a reventar, un escenario 360 y una pasarela, los músicos fueron tomando su lugar en la gran plataforma esperando que llegara Peso Pluma.
Una introducción en las pantallas, 20 bailarines, un juego de luces que iluminaban del suelo del entarimado hacia el techo del recinto y un dron volando alrededor de la gente, así como una ovación ensordecedora le dieron la bienvenida a Peso Pluma, quien emergió del centro del escenario.
La Durango fue la primera canción que Doble P interpretó acompañado de miles de fanáticos que encendieron sus celulares para no perder ni un instante del inicio del show del cantante.
¿Quién tiene ganas de ponerse bélico esta noche?”, preguntó el cantante arrancando una ovación más allá del volumen de las bocinas. Así, con un coro de más de 20 mil gargantas, AMG tomó su turno. Si bien Peso Pluma se encuentra en los cuernos de la luna, su éxito es innegable en México y el extranjero, y disfruta de la fama que lo rodea, sigue sonriendo de la misma forma que en sus inicios. Todavía disfruta del cariño que la gente le da… pero, ahora, con más experiencia y eso se le nota.
Baila, se detiene, saluda al público, escucha lo que le gritan: ‘¡Peso, Peso!’, y los incita a hacerlo más. “Ciudad de México, ¿cómo la estamos pasando?”, pregunta y la respuesta no es otra que la euforia que da paso a Rubicon, en donde Peso Pluma dio muestra de algunos de sus mejores pasos de baile, mientras los bailarines que lo acompañan completan el escenario encendido en rojo que hace juego con las pulseras que utiliza la fanaticada y que prenden del mismo color.
Con una mira sobre él y el Palacio de los Deportes teñido de verde, Peso Pluma mantuvo a su público siempre pendiente, justo como dice la canción que entonó con su peculiar voz. “Arriba México, cabrones”, gritó levantando aún más el ánimo.
Formamos una muy bonita familia y el poder de la Doble P vamos a cambiar este puto juego”, dijo sin ningún filtro, pero él es así, auténtico hasta la médula con canciones como Sr. Smith y 14-14.
Sí, está acompañado por los músicos y los bailarines, pero es él quien llena el escenario completo, y para sus fans, lo mejor. Una producción que no le pide nada a ninguna banda internacional que haya visitado México.