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Gabriela, Guadalupe y Miguel, tres jóvenes originarios de Puebla, forman parte de la estadística donde la principal causa de muerte entre las personas de 15 a 34 años es el homicidio, de acuerdo con el Inegi.
Tan sólo en 2022, más de 16 mil miembros de este sector etario fueron víctimas del delito; en general Guanajuato (4 mil 329), Estado de México (3 mil 257) y Baja California (2 mil 925) tuvieron los registros más altos por esta causa.
Asimismo, quienes son considerados por la organización civil Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), como primera infancia: niños, niñas y adolescentes (0-17 años), continúan en la mira de la violencia; al menos cinco son ultimados diariamente.
La Organización de las Naciones Unidas indica que no existe una definición universal que determine el concepto de juventud respecto a su edad, aunque por estadística lo estableció entre 15 y 24 años; mientras que la productividad de un individuo va de los 15 a los 50 años.
EL IMPACTO SOCIAL
Bajo este contexto, Tania Ramírez Hernández, directora de Redim, dijo en entrevista con este diario, que la pérdida de vidas humanas por razones de inseguridad, socialmente representa un trauma que no se asimila ni lo atienden.
“No sólo tenían una familia, tenían un proyecto de vida que ya no fue(…) no estamos observando el impacto en las comunidades escolares o de amigos, tampoco el profundo dolor o el trauma social(…) ese impacto lo saben y viven las familias, pero no es algo que México haya hecho suyo, no se ha hecho cargo de sus niños y niñas asesinadas”, declaró.
CINCO INFANTICIDIOS AL DÍA
Los cuerpos de los tres adolescentes poblanos de 19, 17 y 14 años fueron localizados sin vida y con huellas de violencia; Gabriela, la mayor, quedó tendida tras impactos de bala en una gasolinera, en el municipio de Acajete, y su hermana, Guadalupe, además de Miguel, estaban en la carretera estatal Tepeaca-Cuautinchán, en Tecali de Herrera,
Éste sería uno de los primeros crímenes de 2024, pero hasta noviembre de 2023 se habían documentado 2 mil 95 asesinatos de niños, niñas y adolescentes, 815 de ellos fueron con dolo, donde los varones sufrieron más casos (686).
