
Por: Francsico Flores Legarda
En estos dias el aún presidente de la República Lopez Obrador que lo seguira siendo de facto, dando ordenes al presidenta de la República y a su partido, por más que diga que se va a la su Rancho “La Chingada”, como dicen los muy religiosos esta bajo el manto de algunos pecados de algunos capitales como; “el ego, la soberbia, la avaricia, el poder”, los cuales practica diariamente en su mañanera la cual seguira al frente de la misma la presidenta, al parecer por ordenes del Dictador, AMLO, quien ni el nombre le cambiara.
En diversos medios de comunicación el presidente dice entre lineas que podría a dedicarse a cuestiones relacionadas con la ecología, lo cual sería importante, pero resulta que devasto gran parte de selva para la construcción del Tren Maya y otras obras “monumentales”, bajo el resguardo del secreto por ser una obra de seguridad nacional. Solo el, su ejercito y seguidores sabran en que consiste este termino.
Esta figura existe desde los albores del mundo antiguo, bajo un sistema juridico en Roma. En efecto, al Dictador romano como al ejecutivo en los Estados actuales se le reviste de un poder extraordinario para solventar emergencias y anomalias más o menos graves y de urgente solución siendo las principales “rei gerundae causa”, cuando el Estado está en peligro en caso de guerra exterior, “seditionis sedandae causa” para sedar una conmoción o desorden público interior cuando una de las instituciones del Estado está en peligro, y otras emergencias que hoy incluyen las sociales, económicas y ecológicas pero que en la antigüedad no se consideraban tan importantes, aunque también se justificó la dictadura romana para enfrentar los estragos de la peste mediante el rito del clavo figendi causa que consistía en clavar un clavo en el templo de Júpiter con el fin de invocar conjuros sagrados para la calamidad natural, o se justificó también la dictadura para épocas en las que se consideró necesaria la divertida manipulación del populus mediante los ludorum faciendorum causa, celebración de los juegos romanos, o también para establecer fiestas o “ferias” religiosas en momentos de desgracia social mediante los ferarium constituendarum causa. Es decir, en la Roma republicana hubo dictadura para la guerra y también para la fiesta.
Es decir López Obrador con poder absoluto van a determinar cual asunto de estado sera importante para someter a los ciudadanos, que decir de los llamados partidos de oposición. Porque no inmaginar como en los tiempos del PRI ante una critica al sistema de inmedito era cerrados los periodicos e incluso asesinados por hablar de más.
Muchos de los dictadores fueron repitentes dos, tres y hasta cuatro veces, otros fueron sucesores de si mismos, no pocos abusadores de sus funciones y desaforados en la excepcionalidad y algunos también destituidos. Por eso es común la interpretación de que en la realidad los dictadores romanos ejercieron su poder por fuera y por encima del derecho y por ello se adscriben a la figura del iustitium, suspensión del derecho, que es otra de las maravillosas prácticas que encontró Maquiavelo en la República y de la cual extrae su idea de que cualquier medio es útil y por tanto buena si es exitosa en el sostenimiento del poder.
Siempre existirá la posibilidad de que la dictadura al estilo Cesarista romano o los estados de excepción se repliquen como en los casos de Andres Manuel Lopez Obrador, Pinochet, Duvalier, Somoza, Porfirio Diaz, Bordaberry, Stroessner, Fujimori, Fidel Castro, Videla, Banzer y Batista y de otros más socarrones y taimadamente solapados pero igualmente letales. Pero más allá de esta mortífera metamorfosis total como hechura del quirófano de Frankenstein en el cual el dictador romano republicano sale convertido en Caesare o en Papá Doc, está la más sofisticada, sutil, suave y silenciosa pero eficaz forma de normalizar los estados de excepción convertidos en costumbres motivadas por crisis reales, artificiales o medio reales y también el uso de la excepción para satisfacer intereses particularmente poderosos y privilegiados justificados por el falaz argumento del “promedio” o inducidos por el miedo o por las medias verdades que son la verdades oficiales de hoy, a las cuales ya estamos sometidos como las reformas al Poder Judicial entre otras modificaciones constitucionales.
Nunca sobrará la advertencia de esta metamorfosis porque en la dictadura romana como en los estados de excepción modernos no se trata solamente del propósito simple de salvar las instituciones sino tambien, y más fundamentalmente, de establecer la justicia de las cargas y sacrificios en ese salvamento; no vaya a ser que, como ha ocurrido desde siempre, se privaticen los beneficios y se socialicen los perjuicios extremando las medidas de excepción represivas para proteger esa injusticia apoyándose en el magister equituum, Mariscal de Caballería, otra persona jurídico-política de la Republica romana nombrada como apoyo militar para el Dictator. El cual ya se reflejo con la entrega de la Guarda Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, ahora la llamada la Secretaria de Bob el Constructor. Es necesario aclarar que esta secretaria de Estado es un baluarte para nuestro país un ejemplo despues de la Revolución Mexican, pero el Dictador ha buscado destrozarla.
El partido de su propiedad seguira sus sabios consejos, por que no, le funcionaron antes de ser presidente, ahora el hombre mas querido de México como dicen el 2 de junio fue el referente.
El presidente: “Si no lo puede parar lo ignora”. Asi las cosas.
Salud y larga vida
Profesor por Oposición de la Facultad de Derecho de la UACH.
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