Opinión

Hacia un estado de excepción.

Por: Francisco Flores Legarda

Ahora en el mes de la patría y la aprobación de la Reforma Judicial, se me vinieron a la memoria, juegos que disfrutaba con mis amigos: Como la loteria, escondidas, los dardos para reventar los globos, el leventamiento de pescados, sin faltar la tombola para la rifa de peluches, desflies militares de estudiantes, el grito de indepencia, que tiempos aquellos, pero vaya  sorpresa el todavia presidente de México, como una nueva diversión inventa uno nuevo,  la reforma, judicial estos pero en via inteligancia artificial, desde luego quien se hara cargo de encargarse de los eventos sera los legisladores de MORENA, aunque se molesten los papas de oposición, ya que llegaron tarde a la organización de la kermess.

El estado de excepción en terminos de facto parece que estamos viviendo en un  gobierno que somete al resto de los poderes de la Unión. Como dice Monrrel; “el pueblo nos dejo hacer  lo no que nos de la gana”, por hay va, no con palabras exactas, para el caso el lo mismo, olvidande que la democracia inicia “despues de que acudimos a votar”, cuando en teoría es una obligacion del Estado ver igual, con respeto a todos y cado uno de los conformamos el pueblo que dice Lopez Obrador le pertenece, “lo cuida”, me detengo un estado de excepción en Sinaloa, en donde nada pasa, son efentamientos aislados entre grupos delincuenciales. Agame el chingado favor, segun los videos que circulan en noticieros y redes sociales son elaborados por la oposición conservadora y periodistas que buscan despresigiarlo, que por cierto solo le quedan semanas para terminar; “Dicen”. Los afectados son los ciudadanos no su gobierno, el paralelo a la Constitución.

En la argumentación, el estado de excepción aparece primero como una categoría analítica de la teoría política para caracterizar una situación singular de indeterminación, en la cual ya no se da el ejercicio de la política, realizándose apenas una combinación de gestión cotidiana con coerción estatal renovada.

Bajo la situación de la reforma al Poder Judicial podemos mantener al Estado en  una “excepción permanente”; se vuelve lo propia de la política en el capitalismo ahora de izquierda periférico –como si ella marcase, permanentemente, nuestra sociabilidad, volviéndose la norma; y si la excepción es la norma subdesarrollada, sólo lo es como reverso de la medalla de la norma civilizada. El estado de excepción que configura la suspensión de la política se da cuando un poder de la Union domina enteramente a la política –, sustituyendo los sujetos políticos, inclusive al pueblo; quien decide indefinidamente en su ejercicio del poder,  bajo el argumento de una legitimado por su “racionalidad”, llameles democracia elctoral.

Pero hay un rasgo adicional del estado de excepción que hace referencia a la aplicación del derecho en la vida cotidiana de México y que define como permanente al estado de excepción. Nos referimos al hecho de que en México el estado de derecho, el marco jurídico que rige formalmente el orden público de la Nación, no se cumple siempre, en ocasiones se le aplica y en otras no, priva la ambigüedad.

La excepción no tiene que ver con la suspensión del estado de derecho, del derecho constituido; tampoco dice respecto de la sentencia benjaminiana de la situación de los oprimidos, ni tampoco con la excepcionalidad del funcionamiento del orden burgués. El estado de excepción permanente se establece, además de lo señalado por Benjamín y por De Oliveira, por la ambigüedad en la aplicación de la norma jurídica. Por el hecho de que tanto las autoridades como los ciudadanos en ocasiones la aplican o la observan y en otras la ignoran y utilizan otras normas no jurídicas para definir sus relaciones. No se trata pues de la suspensión del estado de derecho como un todo, no es el estado de sitio o la suspensión de las garantías, o el hecho de que para algunos sectores de la población el derecho y la justicia no existe; se trata de su aplicación ambigua, de su violación permanente. No se refiere tampoco a una situación de anomia o de caos, expresa un orden definido por medio del cual se reproduce la sociedad, lo cual con la Reforma Judicial tenemos el nacimiento de un estado amorfo, un presidente desfondado, mentiroso, sobraria nlos calificativos.

El derecho que se “aplica” es una excepción permanente del derecho constituido. En este sentido el argumento está relacionado con la tesis de W. Benjamín acerca del carácter permanente del estado de excepción que viven los dominados, en nuestro caso, la ambigüedad, la excepción, abarca al conjunto de la sociedad, obviamente perjudica más a los dominados, pero afecta a todos.

En la crítica de Benjamín la excepción se vuelve la regla debido a las condiciones de los sectores oprimidos y a la naturaleza de la dominación. Aquí el decretar o no la excepción, sea por el soberano o por las autoridades constitucionales, es irrelevante, es la violencia la que se encarga de mantener el poder constituido y derrotar a sus enemigos. Desde el lado de los oprimidos tal situación sólo se supera mediante la violencia pura, que nada tiene a ver con el derecho o con el soberano.

Magistrado, Jueces, funcionarios judiciales, estudiantes, campesiones, universidades, empresarios, organos de justicia internacionales, de los cuales México es parte, países extrajeros, se han manifestado en contra pero como siempre; “Son conservadores que buscan destrazar la cuarta trasformación, la cual es aprobada por voto a mano alzada, para refrenda el apoyo del pueblo”. Sera dara cuenta el presidente que con estos eventos ganan más los comerciantes informales por  la venta de su producto.

“Si a una reforma al Poder Judicial, pero no así”, afirmo un consejero estudiante de la Facultad de Derecho de la UNAM. Durante un mitin.  Tenemos razonar como este joven, no con la mano en alto busca ser escuchado, aunque solo encuentre eco ante sus compareños univesitarios.

Me nace una inquietud en el caso especifico del Estado de Chihuahua, en el cual PAN, PRI, MC tienen mayoria simple y calificada frente a MORENA.

Que pasaria si el Congreso del Estado no adecua las reformas judiciales aprobadas por el Congreso de la Unioón a la Constitucion local; ¿Estaremos en un estado de exceción?.

Llegaremos al extremo de que el ejecutivo  federal por medio de instrumentos legales  y de hecho que nunca se han utizado en las historia del páis, ponga  orden mediante el uso de la fuerza por conducto ha uso de las fuerzas armadas. Hasta aquí lo dejo.

Datos.-  Extado de excepción permanente. Víctor Manuel Durand Ponte