Opinión

La edad de jubilación solo es un parche, no solución

Por: Moisés Alvarez Palacio

El pasado 23 de junio del presente año, la presidenta Claudia Sheinbaum dio a conocer dos decretos en materia educativa: uno relacionado con la desaparición de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) y otro con la reducción de la edad de jubilación. Esto como consecuencia de la presión ejercida por la CNTE para derogar la reforma del ISSSTE de 2007. Sin embargo, esto no soluciona los perjuicios contra el magisterio, ya que el decreto de reducir la edad de jubilación solo beneficia aproximadamente al 24% de los trabajadores; el resto (76%) sigue en las cuentas individuales y debe laborar hasta los 65 años.

En 2007, muchos maestros que se encontraban en el décimo transitorio se cambiaron a cuentas individuales por voluntad propia, otros mal informados y manipulados por el SNTE. A ellos mínimo se les debe dar la opción –sin tantos trámites– de cambiarse al esquema anterior o bien continuar en el esquema que eligieron.

Es fundamental mencionar que hoy muchos exigen beneficios y prestaciones que nunca perdieron. Me refiero a quienes ingresamos al magisterio a partir de la “Reforma calderonista del ISSSTE”, donde de forma voluntaria participamos en un concurso de oposición para obtener una plaza. Además de participar, aceptamos y firmamos lo que hoy tenemos. Es decir, no fuimos afectados puesto que sabíamos por qué concursábamos, a diferencia de los compañeros que, mediante engaños, se cambiaron de forma “voluntaria”. Con esto no quiero decir que esté mal exigir beneficios, por supuesto que se requiere exigir y mejorar nuestras condiciones laborales.

Lo anterior solo resarce parte del problema, más no lo soluciona. Desde el 2018 se prometió derogar la reforma del ISSSTE de 2007; sin embargo, por cuestiones de “viabilidad financiera” dicen que no se puede. Tal vez esa viabilidad es en beneficio de ellos, o tal vez el país ya no da para más gracias a la mala administración. O quizás son primero los intereses partidistas que los de la sociedad.

Ciertamente se debe reconocer la intención de resarcir el daño ocasionado. Sin embargo, promesas son promesas. ¿Entonces dónde queda el principio de “no mentir” que tanto pregonan?

2027 ya no está muy lejano. La sociedad debe analizar si es conveniente que un partido político tenga el control de todo. Se necesita repensar que en lo legislativo existan contrapesos. La oposición necesita generar buenos candidatos para el poder legislativo, y con ello pueda existir mayor democracia, sin depender de lo que piense un solo grupo político.