
fuente: excelsior
El recién investido presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzó su segundo mandato firmando múltiples órdenes ejecutivas. En un primer evento masivo ante unas 15.000 personas, presentó varias de ellas, y luego continuó en el Despacho Oval, donde contestó preguntas de la prensa.
Su atención se volcó sobre el gasto militar de algunos miembros de la OTAN, incluido España. Pero sus declaraciones produjeron confusión cuando, al referirse a la supuesta “baja” inversión española en defensa, la situó dentro de los países BRICS —Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica—, el bloque emergente que busca desarrollar una moneda alternativa al dólar.
Trump, cuestionado específicamente sobre el gasto militar europeo por debajo del 5% de su PIB, afirmó:
“[El gasto militar de] España es muy bajo”. Inmediatamente asoció a España con los BRICS, ofreciendo una respuesta imprecisa: “¿Son un país BRICS? Bueno, son un país BRICS. España. ¿Sabes lo que es un país BRICS? Ya lo averiguarás. Pero si los países BRICS quieren hacer eso […] vamos a poner al menos un arancel del 100% en los negocios que hagan con Estados Unidos”. Fue entonces cuando pareció confundir las siglas: “¿Sabes lo que BRICS es? Sabes lo que digo”, añadió, sin dar mayor claridad.
Cuando un reportero le preguntó si España realmente se arriesgaba a semejante tarifazo, Trump reiteró:
“Como país BRICS, sí. Tendrán un arancel del 100% si tan siquiera siguen pensando hacer lo que pensaban. Y, por lo tanto, lo dejarán inmediatamente, por lo que China renunciará a ello”.
Sin aclarar la relación con la organización militar de la OTAN, su discurso viró hacia la supuesta moneda global de los BRICS, en la que insistió que Estados Unidos respondería con aranceles. La intervención finalizó sin mayor precisión, lo que sugirió una confusión geopolítica del mandatario.
En otro tema, el presidente confirmó la intención de aplicar aranceles del 25% a México y Canadá si no frenan la migración y el narcotráfico en la frontera. Detalló que podría imponer esa medida el 1 de febrero. Originalmente, había amenazado con hacerlo “el primer día” de su mandato, pero alega que el país no está “listo” para un gravamen universal del 10% a todas las importaciones. Sostiene que “todos los países sacan ventaja de Estados Unidos”.
Pese a sus amenazas, Trump aún no ha formalizado ningún arancel. Sin embargo, mantiene el proteccionismo como arma retórica y de presión diplomática. En campaña, llegó a definir “arancel” como “la palabra más bonita del diccionario”, aunque el lunes la ubicó por debajo de “Dios”, “religión” y “amor”.