
Por: Manuel Narváez Narváez
Email: narvaez.manuel.artuo@gmail.com
La titular del Ejecutivo federal, Claudia Sheinbaum Pardo, visitará oficialmente el estado el fin de semana.
La gira es la primera como mandataria desde que protestó el cargo, y semana y media después de convocar a los 32 gobernadores en el paradisíaco puerto de Acapulco, en el convulso estado de Guerrero, para una reunión del Sistema Nacional de Seguridad.
La agenda de CSP, como suele suceder con los ejecutivos federales, no ha sido confirmada ni los temas a tratar. Sin embargo, por tratarse de una entidad fronteriza, y dadas las tensas relaciones con el presidente electo de Estados Unidos, es posible que el escabroso asunto de la migración sea tocado.
Para la ocasión, la gobernadora Maru Campos ha tendido puentes y dispensado un trato respetuoso y cordial con quien fuera su homóloga de la CDMX.
Como muestra del diálogo y buen ánimo que al parecer existe entre ambas gobernantes, Campos Galván reconoció la semana antepasada durante la posada con los representantes de los medios de comunicación, la disposición del Ejecutivo federal para otorgar mayores recursos en materia de salud al estado.
María Eugenia se refirió con respeto a la investidura presidencial, y eso es digno de reconocer. Aquí cobra relevancia lo dicho por el cantautor Facundo Cabral: “Lo cortés no quita lo valiente”.
Antes de continuar con esta colaboración, me parece oportuno citar que el estado de Chihuahua es libre y soberano, como todavía se cita en la Constitución local, por tal virtud, la visita presidencial se da en el ámbito de coordinación y respeto de competencias.
Así que nadie se confunda, no hay sumisión ni subordinación. De los chihuahuenses para los que ambicionan el poder absoluto, la bienvenida es cordial y respetuosa, sin beneficios de la duda porque ya estamos grandecitos y bien curtidos en las lides como para andar quemando pólvora en diablitos.
El mejor de los deseos es que la reunión, más allá de las poses, las posturas y las comparsas, traiga beneficios a la entidad. A estas alturas del juego las promesas y los clichés salen sobrando, porque en esta tierra distinguimos los resultados de las mentiras, al menos la mayoría así lo creemos.
Ya entrados en costos, bienvenidos los programas que recibe la mayor parte de los vulnerables, los cuales se pagan con los impuestos de los contribuyentes. No puedo estar más de acuerdo con eso cuando se tiene congruencia con la historia y los pelos de la burra en la mano.
Igualmente de vital importancia resulta el tema de la migración ilegal que involucra a los países de origen de los que se ven obligados a abandonar todo para buscar mejores oportunidades de vida en otras latitudes, a México por ser la vía terrestre, y a los Estados Unidos como destino.
Por experiencia de larga data, el Gobierno estatal y los alcaldes del corredor panamericano desde Jiménez hasta Ciudad Juárez, han sido solidarios en la medida de sus posibilidades, pese al abandono institucional de la federación.
El Gobierno de México ha sido omiso en atender la inmigración ilegal a pesar de la disposición expresa, abandonando a su suerte a millones de inmigrantes y cargando el costo de la atención a las arcas municipales de Chihuahua y Juárez, esencialmente.
Claro que es legítima la preocupación y urgencia de la federación para prevenir otra crisis descomunal en materia de migración, dadas las amenazas de Donald Trump para deportar masivamente a indocumentados a través de los puentes internacionales.
En el caso de que las amenazas se cumplan, es evidente que los tres órdenes de Gobierno no cuentan con la infraestructura ni los recursos para encarar las deportaciones masivas, lo que a la postre puede desencadenar una crisis humanitaria sin precedentes.
La mandataria federal ha expresado en su programa matutino que se cuenta con un plan. Ojalá que así sea porque hasta ahora nadie sabe de qué se trata ni cómo funcionaría.
Más vale, en serio, que se tomen las providencias necesarias y los acuerdos efectivos entre la federación, el Gobierno de Chihuahua y las alcaldías involucradas, para estar a la altura de lo que está por venir.
Deseo que en el supuesto plan de CSP se contemple el alojamiento, servicios sanitarios, salud y alimentación para los repatriados. Si son compatriotas, a darles empleo, vivienda y seguridad social, no solamente “ayudas” eventuales e insuficientes.
Desde que comenzaron las amenazas y amagues de Trump, el Gobierno federal y el partido oficialista han llamado a la unidad, en favor de la titular del Ejecutivo, claro está, pese a que en el debate del Presupuesto de Egresos ignoraron a la oposición, la vilipendiaron, amenazaron e insultaron.
Pero ya que se acerca la toma de protesta como presidente del republicano conflictivo, la mandataria federal viene a Chihuahua, donde la gobernadora le ha extendido la mano, derecha como es el protocolo y la cortesía, y sin abusar del punch de su mano izquierda que es con la que escribe y suscribe.
De pasadita y aprovechando las aguas calmas para la visita, se vería muy bien que la comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ofreciese una disculpita a los migrantes, por la trágica muerte de 40 centroamericanos en un centro para migrantes en Ciudad Juárez, en marzo de 2023.
Confieso que difiero profundamente de las formas como se expresa CSP con los que disentimos con su modo de pensar y gobernar, pero estoy dispuesto a hacer causa común para que nos respeten a los mexicanos, y a Chihuahua le dejen de regatear los recursos para reparar los tramos carreteros federales y en materia de seguridad.
Es cuanto.
P.D. Soy diestro por naturaleza, pero en mi juventud cuando jugaba futbol, con los que hice equipo conocieron la exquisitez de mi zurda para pegarle al balón, pero con la derecha horadé más veces las redes.