Oscar Avitia Arellanes legislador integrante del Grupo Parlamentario de morena, llevó ante el Congreso el exhorto tanto a la Secretaría de Educación Pública del Gobierno Federal, así como a la Secretaría de Educación y Deporte del Estado de Chihuahua, a que permitan reforzar el eje articular de Vida Saludable de la Nueva Escuela Mexicana. Que promuevan un entorno escolar con hábitos saludables y que a través de campañas informativas se alerte de los riesgos al consumir alimentos ultra procesados y bebidas azucaradas.
De acuerdo con información de la Secretaría de Educación del Gobierno Federal, indicó Avitia Arellanes, solo el consumo de azúcares se considera como “muy alto”, dos terceras partes de la población escolar en México supera el límite máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, proviniendo dichos azúcares de alimentos ultra procesados.
Un estudio llamado “El Entorno Alimentario en las Escuelas” apuntó que en 2023, las niñas y niños consumían cada día en su escuela alrededor de 550 calorías provenientes de comida chatarra, suficientes para aumentar siete kilogramos al año, lo cual se traduce en sobrepeso gradual.
Comer alimentos ultra procesados y con exceso en azúcares, sodio y grasas, tiene un impacto en la economía del país, esto de acuerdo con el Atlas Mundial de Obesidad de 2023 que prevé que de permanecer las condiciones actuales, alrededor de siete millones de niñas y niños padecerán obesidad para el año de 2030.
El legislador adelantó que durante la campaña de Escuelas Saludables se documentó que 98 por ciento de los planteles venden comida chatarra, 76 por ciento ponen a disposición refrescos, 93 de cada 100 venden bebidas azucaradas de otro tipo y, además tres de cada cuatro escuelas ofertan este tipo de comida al exterior de sus instalaciones.
A raíz de lo anterior, es que la reciente reforma que prohíbe la venta de comida chatarra en las instituciones educativas de México, es una respuesta necesaria a la crisis de salud que enfrenta México, dado que la obesidad infantil no solo afecta la salud física de los niños, sino que también tiene implicaciones en su bienestar emocional y rendimiento académico.
Momento señaló el congresista de morena en aprovechar acciones ya emprendidas como “La Escuela es Nuestra”, que garantizan acceso al agua potable, promoviendo el consumo de agua natural sobre otro tipo de bebidas; de igual manera a través de una estrategia de comunicación se busca la distribución de materiales informativos, recetarios y guías de información nutricional. Lo anterior se ve reforzado con Vida Saludable de la Nueva Escuela Mexicana, promoviendo actividades y proyectos a través de los libros de texto gratuitos, creando además cursos y diplomados para docentes con la colaboración de la Secretaría de Educación, Secretaría de Salud, IMSS e ISSSTE.
La calidad de la alimentación de las y los estudiantes depende no de ellos, sino de las opciones que tanto los planteles como las familias ponen a su disposición, por lo que es importante destacar que la implementación de este proyecto requiere un esfuerzo conjunto de diversas partes interesadas, incluyendo el gobierno, las escuelas, los padres y sobre todo la industria alimentaria, finalizó el diputado Avitia.