Opinión

Participar para transformar

La polarización política es una situación que divide no solo al país, sino también a las comunidades, familias y espacios de convivencia. Bajo esta perspectiva, la responsabilidad de armonizar al país no recae únicamente en la figura gubernamental o presidencial, sino también en la sociedad civil.Gran parte de la población está cansada y harta de los partidos políticos y sus integrantes, ya que, al llegar al gobierno, muchos solo buscan beneficios personales o partidistas. Este hartazgo es comprensible, derivado de muchas promesas incumplidas, corrupción y situaciones que dificultan el progreso que tanto necesita la sociedad. Sin embargo, la indiferencia y la falta de participación ciudadana no son la solución. Al contrario, es indispensable ser partícipes de la vida política desde diversos ámbitos.Es muy fácil criticar a los gobernantes y políticos por sus malas prácticas y decisiones. Sin embargo, para transformar esta realidad, es necesario que personas con buenas intenciones se involucren en la política, asumiendo la responsabilidad de construir un mejor país.En una democracia, la libertad de reunión y de asociación es una herramienta poderosa.

Estas libertades permiten a las personas organizarse, debatir, construir propuestas y, sobre todo, actuar.

Participar en política no significa necesariamente afiliarse a un partido político; también puede manifestarse a través del apoyo a movimientos sociales, proyectos políticos, comunitarios o simplemente con diálogo y propuestas constructivas.

Un país unificado no es aquel donde todos piensan igual, sino aquel donde las diferencias se manejan con respeto, las ideas se discuten con apertura y las decisiones se toman con responsabilidad.

La participación activa de la ciudadanía es necesaria para construir una sociedad más organizada y justa.

Cada persona tiene algo importante que aportar y, al involucrarse, contribuye al fortalecimiento del tejido social y la democracia misma.

Por lo tanto, el gobierno y los políticos deben promover un mensaje claro, acompañado de acciones que fomenten el diálogo y la participación activa de la población.

Al mismo tiempo, la ciudadanía debe asumir su rol como protagonistas principales, dejando de ser espectadores y convirtiéndose en un agente de cambio participativo.Si aspiramos a construir un país mejor, los ciudadanos tenemos una responsabilidad moral de participar activamente en