Opinión

Tributo a las mujeres.

Por: Manuel Narváez Narváez

Email: narvaez.manuel.arturo@gmail.com

En esta ocasión mis estimados lectores dedico mi colaboración semanal a la exposición de dos obras primas que, con la venia del ICM, presenté el pasado viernes 18 de octubre.

Quiero compartir con ustedes y el público en general un par de historias que tienen mucho que ver con los tiempos difíciles que vivimos y que afectan particularmente a las mujeres, que amenaza la libertad de expresión y de prensa, y quita la vida a inocentes sin que, hasta el momento, las consecuencias arrojen resultados positivos.

En retrospectiva, desde que estaba en quinto grado de primaria recuerdo a la maestra Amparito, allá en Villahermosa, Tabasco, cuando ordenaba sacáramos una hoja para escribir una composición sobre algún tema que nos gustara. Vaya cómo me hacía feliz hacer eso.

Yo creo que mi maestra nunca se imaginó que le dio alas a mi imaginación.

Mis primeras líneas poéticas las dediqué a mi gran amor en Bachilleres. Hasta llegué a declamar en el Auditorio Municipal en un concurso cuando tenía 18 años de edad.

Pero fue en 1987, hace ya 37 años cuando envié mi primer artículo al periódico, no recuerdo bien a bien a cuál fue, sin embargo, ese fue otro momento importantísimo en mi vida.

Ya más grandecito comencé a redactar mis propios discursos para luego darles lectura frente a 499 colegas en San Lázaro, y después ante 32 compañeras y compañeros en el antiguo edificio Fairmont, hoy Congreso local.

Tras una crisis existencial en el 2012 retomé el gusto por la poesía, con bellos momentos de inspiración, con musa y sin ella. Esto, sin dejar de enviar mis colaboraciones periódicas a la prensa escrita, y participar en análisis políticos para radio y televisión.

En los últimos tres años, después del encierro por la pandemia y de vivir tiempos muy duros, enfoqué mis pensamientos para honrar a las mujeres a través de la escritura, en favor de aquellas que han sido víctimas y revictimizadas por el sistema, por la sociedad y por el patriarcado, por la sinrazón y por la estupidez.

Con este par de noveletas agradezco a la mujer que me cargó en su vientre, a mi poderosa abuela y a las 3 extraordinarias tías que también me abrazaron como su hijo.Por ese amor del que de diversas maneras he sido colmado, a través de “El doble juego de la chica roja” trato de visibilizar las vicisitudes, las dificultades y los muros que tienen que franquear las mujeres para que se les respete y se les considere tan iguales y capaces como cualquier varón.

Porque lo he visto, y asumo con vergüenza la parte que me corresponde, es que humildemente rindo homenaje en desagravio de ellas.

En el “Olvido de los Inocentes” narro como la sociedad y el Estado podemos llegar a ser tan indolentes, peor aún, que normalicemos el que a diario las mujeres sean maltratadas, abusadas, humilladas y asesinadas por todo el país. Es imperdonable e inaceptable.

Hago mi parte y rindo tributo a las mujeres, y en medio de esta vorágine convoco para que levantemos la voz por todas, porque lo que es una simple nota roja para la mayoría, para miles de mujeres es una maldita realidad que no termina.

Yo quiero con este par de obras expresar mi gratitud a las mujeres, a las de mi sangre y a las que he amado, e igualmente para que la justicia llegue a los deudos de las que les fue arrebatada su inocencia, sus sueños y la vida, y por los que han pagado el precio más alto para alcanzar lo que a miles de ellas se les ha negado.

Espero sinceramente que sea de su interés este par de noveletas, las cuales pueden solicitar a: narvaez.manuel.arturo@gmail.comEs cuanto.P.D. Agradezco infinitamente a todas aquellas personas que me honraron con su presencia en la presentación de mis obras primas, en la Mediateca Municipal; al ICM por facilitarme los medios para dicha presentación, a los Editores de Alboreto: Pepe Santillanes y Rebeca Favila; a la Maestra Teresita de Jesús Terrazas y al Lic. César Jáuregui Moreno por la semblanza del “El doble juego de la chica roja” y “Olvido para los inocentes”, respectivamente.