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Gurú de las Diagonales: El nacimiento de una superestrella en Washington.

Sebastián Martínez Christensen, Escritor ESPN Digital

El Gurú analiza el increíble inicio de los Washington Commanders, gracias al nacimiento de una superestrella, que disfraza otras deficiencias del equipo


MIAMI — Jayden Daniels es la razón por la cual los equipos siguen eligiendo mariscales en la primera ronda, más allá de que muchas veces su talento no coincide con la posición en la que los escogen.

Porque cuando te ganas la lotería, tu franquicia puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.

Washington ha tenido una de las franquicias más disfuncionales de la NFL en los últimos 20 años, con los escándalos rodeando al anterior dueño Dan Snyder fuera del emparrillado, y con el aburrimiento como denominador común dentro del mismo.

Aceleramos hasta el presente, y los Washington Commanders son una de las sensaciones de la NFL con un récord de 4-1 para iniciar la temporada.

De hecho, Washington es el único equipo de la NFL que ha anotado más de 150 puntos después de cinco jornadas; nunca se había logrado con un mariscal novato.

Ya desde su época en LSU, veíamos que Daniels tenía pasta de estrella. Es más, su última temporada en 2023 es muy comparable con la de Joe Burrow en 2019, considerada por muchos como la mejor temporada de un mariscal en la historia de la NCAA.

No obstante, el éxito a nivel universitario ni equivale al éxito en el profesionalismo. Demasiadas veces hemos visto a talentosos mariscales caer en el lugar adecuado, perder la confianza, y tomarse un pasaje directo al olvido.

A no ser que estemos hablando de una superestrella. Una superestrella tiene la capacidad para disfrazar deficiencias, y eso es exactamente lo que está haciendo Daniels en su inicio en Washington.

Es él quien está cargando a sus compañeros y no al revés. Daniels se convirtió en el primer quarterback en pasar para más de 1,000 yardas y correr para más de 250 yardas en los primeros cinco partidos de su carrera en la NFL.

Pero Daniels es tanto más que números. Sus compañeros están impresionados por la calma que muestra en el bolsillo de protección, que es la primera característica en la cual yo me enfoco.

Tiene una precisión de cirujano –recordemos que había completado un ridículo 82 por ciento de sus pases tras cuatro jornadas–, y la calma de un veterano.

No es que en Washington se haya encontrado con una estructura sin fisuras, pero ha sido suficiente por ahora. En lo personal, me gusta el dúo de corredores de Brian Robinson Jr. y Austin Ekeler. Entre los receptores, no tienes mucha profundidad más allá de Terry McLaurin, pero no ha importado.

Sí creo que le ha ayudado tener a Kliff Kingsbury a su lado, el mismo que ayudó a Patrick Mahomes en Texas Tech y a Caleb Williams en USC.

Pero no hay que confundirse, este equipo de Washington ha iniciado así de bien porque tiene un arma indescifrable en la posición de mariscal, capaz de romper cualquier libreto y disfrazar las deficiencias de un plantel, que nadie como candidato antes del inicio de la temporada.

Washington ya igualó la cantidad de victorias que tuvieron la temporada pasada, y es la primera vez desde el 2008 que los Commanders inician la campaña con récord de 4-1.

Daniels tiene una habilidad atlética increíble, pero casi nunca lo ves abandonando el bolsillo prematuramente. Esa constante amenaza mantiene a las defensivas contrarias en puntas de pie, y abre espacios para sus compañeros.

Como si fuera poco, es un atleta nato, que se mueve de manera increíblemente fluida, pero que sigue siendo un mariscal de bolsillo en su esencia.

Por supuesto que existe un elemento sorpresa porque no lo han visto antes, y a medida que avance el tiempo, los rivales empezarán a hacer ajustes más puntuales.

Pero nada puede restarle mérito a lo que Daniels ya ha logrado con Washington, devolviéndolos a la relevancia y al entretenimiento por primera vez en años.

El entrenador en jefe Dan Quinn utilizó la palabra “recalibrar” en lugar de “reestructuración” antes del comienzo de la temporada. Quizás él ya sabía algo que nosotros no.

Tal vez él sabía que estaba presenciando el nacimiento de una superestrella.

*Los equipos locales están en segundo término