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El sexenio se acaba y el sistema de salud no se parece al de Dinamarca

Expansión Política

Dulce Soto @dulceanahisoto

La fecha para entregar un sistema de salud como el de Dinamarca se retrasó otra vez y los rezagos en cobertura, vacunación y financiamiento dejan atrás esta meta.

Al menos en dos ocasiones el presidente Andrés Manuel López Obrador ha retrasado la entrega de un sistema de salud tan eficiente como el de Dinamarca. El primer plazo fue diciembre de 2023, y el segundo, 21 de marzo de este año. Pero una vez más llegó la fecha y la promesa está lejos de cumplirse.

Desde el inicio del sexenio, especialistas en salud dijeron que una meta tan ambiciosa no se podría concretar en seis años, pero reconocieron que emular el sistema sanitario danés, considerado uno de los mejores del mundo, era un buen camino.

Sin embargo, más allá de las fechas, el problema que observan es que las decisiones gubernamentales han ido en sentido contrario y han afectado la vida de miles de personas.

“No se ha logrado ir en la dirección de Dinamarca porque realmente no se han hecho los esfuerzos para ello”, subraya Rodolfo de la Torre, director de Movilidad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias.

Tres elementos serían los principales para seguir el modelo danés y construir un sistema de salud de calidad: un mayor financiamiento público del sector salud, una regulación homogénea para que todos los proveedores presten los mismos servicios con igual calidad, y un sistema que opera de forma descentralizada.

Menos diagnósticos oportunos

Pero el gobierno mexicano perdió tres años valiosos con un modelo que no funcionó y este error, sumado a la pandemia de covid-19, agravó los rezagos que el sistema de salud arrastraba desde 2018.

En este sexenio, el acceso a la salud empeoró, y la cobertura de vacunación, las consultas y los diagnósticos oportunos disminuyeron.

“Estamos muy lejos de un sistema de salud comparado con el de Dinamarca que se propuso hace más de cinco años”, dice Carlos Lascuarain, ex subsecretario de salud estatal.

Durante los primeros cuatro años del actual gobierno, se aplicaron menos pruebas de detección oportuna de enfermedades crónicas.

La proporción de exámenes de papanicolaou, para encontrar posibles lesiones de cáncer cervicouterino, disminuyeron de 28.9% en 2018 a 23.9% en 2022, y la exploración clínica de senos pasó de 21.5% a 16.7%.

En general, la detección de diabetes cayó de 15.3 a 12.2%, según documentó un análisis del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). La detección de hipertensión bajó de 12.9% a 9.1%, y la de dislipidemia pasó de 10% a 9%.

La esperanza de vida en México es de cinco años por debajo del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

“El 80% de las muertes en México son por enfermedades crónicas no transmisibles y, según datos de la OCDE, en el 2023 se redujo cinco años la expectativa de vida de los mexicanos con esos padecimientos”, explica Alejandra de Cima, fundadora y presidenta de la Fundación Cima, que apoya a mujeres con cáncer de mama.

En 2020, por la pandemia, la cobertura de vacunación nacional para menores de 1 año fue de 77.6% y en 2021 se recuperó a 88.4%. Sin embargo, en 2022 bajó a 84.9% y en 2023 cayó hasta 75.7%.

Actualmente, solo cuatro de cada 10 niños y niñas menores de un año y 26% de los bebés de hasta 2 años de edad tienen un esquema completo de vacunación.

La salud en Dinamarca

En máximo 36 días, un paciente puede acceder a una cirugía de especialidad no urgente, como una operación de cataratas. Esto ocurre en Dinamarca, según estima la OCDE.

Pero en México, más de un tercio de las personas sin seguridad social espera entre 30 días y hasta cuatro meses por una consulta de especialidad. El tiempo es una media, porque hay estados del país que rebasan ese lapso, como reporta el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

A grandes rasgos, lo más reconocido del sistema de salud de Dinamarca es el funcionamiento de sus centros de salud, es decir, su modelo de atención primaria a la salud.

Para evitar la saturación de los hospitales públicos, los servicios de salud cuentan con consultas telefónicas. Por esta vía, los pacientes pueden solicitar recetas, resultados de pruebas o recibir seguimiento médico.

Si la persona requiere una consulta presencial, incluso la puede recibir en su domicilio de manera gratuita. Siempre es el médico general quien les transfiere a los servicios de especialidad y hasta a las áreas de urgencias, como se describe en un artículo de la revista de Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).

De la Torre detalla que Dinamarca destina una bolsa de financiamiento para todo su sistema de salud de forma centralizada, pero deja que estos servicios sean prestados de forma descentralizada.

Es decir, cada municipio o región se encarga de administrar sus propios servicios de salud, regulados y financiados centralmente. También hay prestadores de servicios de salud privados, pero son pagados por el gobierno.

El gobierno mexicano, en cambio, optó por un modelo de salud centralizado. El organismo IMSS-Bienestar está a cargo de los servicios de salud de 23 entidades federativas. Administra sus nóminas, la rehabilitación de la infraestructura médica y la compra de los insumos y fármacos.

A la par, en México se tiene seguridad social a través de un empleo formal, lo que deja a 64.5 millones de personas sin esta prestación, mientras que en Dinamarca se garantizan los mismos servicios a cualquier persona, sin importar su condición laboral.

En el caso de México, se centralizaron los servicios y eso acabó con uno de los elementos semejantes a los de Dinamarca”,

Rodolfo de la Torre, especialista del Centro de Estudios Espinosa Yglesias

Atención médica

El mayor reto para IMSS-Bienestar es resolver los rezagos que se agudizaron con la pandemia y los primeros cambios en el modelo sanitario que implementó el gobierno y fracasaron.

Se trata de la desaparición del Seguro Popular, un modelo que financiaba la atención de las personas sin seguridad social, incluida la de algunas enfermedades de alto costo, como el cáncer.

En su lugar, el gobierno creó el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que desapreció dos años después por que no dio resultados.

Este gobierno no valoró la parte de poder sumar, sino que cambió todo y todavía no hemos visto resultados, aunque está a 5 o 6 meses de terminar”,

Carlos Lascuarain, director ejecutivo de Signos Vitales

Las consecuencias de estos errores son graves. Entre 2018 y 2022, 30 millones de personas quedaron sin acceso a servicios de salud, de acuerdo con el Coneval.

En el mismo periodo, el número de consultas disminuyó 45% y la atención en consultorios privados se incrementó. Los principales motivos por los que la gente no usa los servicios de salud públicos es la falta de acceso y los largos tiempos de espera.

“Eso nos habla del fallo en el sistema de salud”, coincide Aurea Tlatoa, encargada del área social de Signos Vitales.

A mediados de 2024 se hará la nueva medición de estos indicadores y los resultados se conocerán en 2025. Sin embargo, los especialistas dudan que haya mejoras debido a que no ven cambios sustanciales en la operación del sistema de salud.

Medicamentos e insumos

Entre los principales problemas en materia de salud que enfrentó este gobierno está el desabasto de medicamentos. En 2022, el gobierno reconoció que no surtían completamente 15.2 millones de recetas por problemas en las compras y la distribución de los insumos.

En Dinamarca, cada hospital, centro de salud y farmacia son administrados a nivel local, pero con un sistema interconectado que usa recetas e historias clínicas electrónicas. Los medicamentos los compran los pacientes con descuento y en algunos casos son gratuitos, según el padecimiento.

“No hay un burócrata desde Copenhague viendo todos los medicamentos que hacen falta en todo el país, y eso que es un país pequeño. Dinamarca no tiene una megafarmacia y, sin embargo, no faltan los medicamentos. Aquí seguimos una ruta que se distancia mucho de la de Dinamarca”, explica De la Torre.

Financiamiento

Se lee fácil cómo funciona el sistema danés, pero requiere una gran inversión pública. Actualmente, Dinamarca destina al sector salud 8% de su Producto Interno Bruto (PIB), pero en años anteriores ha sido hasta el 11%.

En cambio, el gasto en el sector salud mexicano alcanzó apenas el 2.9% en 2023. Dinamarca invierte 6,280 dólares por persona para salud y en nuestro país la cifra es de 1,180 dólares.

Lo ideal sería aumentar el gasto público del sector salud para que sea equivalente al 6% del PIB, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los gobiernos, indica Karla Mendoza, coordinadora de la Red por la Atención Integral de las Enfermedades Crónicas (RAIEC).

Un error, mencionan los especialistas, es que la centralización con IMSS-Bienestar no acabó con la dispersión del presupuesto público, que continúa repartiéndose entre diferentes instituciones de salud, como IMSS, ISSSTE, Pemex, Fuerzas Armadas y Secretaría de Salud.

Esa parte de fragmentación del sistema de salud también ha estado lejos de Dinamarca. Esta administración sigue perdida en una fuerte desorientación respecto a qué hacer con el sistema de salud”

Personal de salud

Otro elemento importante del sistema sanitario danés es que otorga cobertura universal y pública. Además del financiamiento, lograr esto requiere de contar con una buena cantidad de médicos y enfermeras. El país escandinavo suma casi 15 profesionales de la salud por cada 1,000 habitantes, mientras que México alcanza cinco.

El nuevo modelo apenas lleva dos años de implementación. Arrancó en abril de 2022 y, a la fecha, el IMSS-Bienestar ha contratado 4,006 médicos especialistas para aumentar el número de profesionales disponibles.

A decir de Zoé Robledo, el director del IMSS que lidera los cambios en el sistema de salud, estas contrataciones han permitido disminuir en 60% la brecha de médicos especialistas que se tenía a nivel nacional.

De los 23 estados donde opera IMSS-Bienestar, en siete ya no faltan estos profesionales; Campeche y Morelos están cerca, con una cobertura de 94% y 83%, respectivamente. En los 14 estados restantes, la cobertura de médicos especialistas ronda entre el 68% y el 25%.

La siguiente etapa, ha declarado, será contratar al número de médicos generales necesarios para cerrar las brechas. Sin embargo, lejos de estas acciones, los expertos no ven mejoras concretas.

“No veo realmente un cambio, es más, veo un retroceso respecto a lo que se tenía anteriormente”, apunta Rodolfo de la Torre.