Internacional

75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

DW actualdiad

Oliver Pieper

El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de la ONU adoptó la Carta de Derechos Humanos. Actualmente, los derechos humanos están más amenazados que nunca en todo el mundo. Alemania intenta contrarrestarlo.

Cuando Annalena Baerbock visitó China, en abril de este año, rápidamente se dio cuenta que aún hay que trabajar mucho para proteger los derechos humanos. En la conferencia de prensa conjunta con su homólogo chino Qin Gang, la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania criticó abiertamente las violaciones de los derechos humanos contra los uigures.

El representante del Gobierno de Xi Jinping respondió que lo que menos necesita China es “un maestro de Occidente”, y que, después de todo, “no existen normas universales en el mundo” para la protección de los derechos humanos. Pero, replica Baerbock, sí existe la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Ocho meses después, Baerbock dijo: “En mi opinión, esa visión universal está siendo atacada actualmente de forma masiva. Y precisamente por eso los derechos humanos universales son más importantes que nunca”.

Declaración de Derechos Humanos de la ONU, una tarea para Alemania

La ministra alemana de Asuntos Exteriores dio esas declaraciones en un acto organizado por el grupo parlamentario de su partido, Los Verdes, en el Bundestag. La ocasión es, en realidad, un motivo de celebración. El 10 de diciembre de 1948, sólo tres años después del final de la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas acordaron por primera vez los derechos fundamentales que se aplican a todas las personas en la Resolución 217 de la ONU con una frase muy simple: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. La Declaración Universal de los Derechos Humanos es considerada un hito para la comunidad internacional.

Para Baerbock, 75 años después, el documento es un mandato de la política exterior alemana, pero, al mismo tiempo, los derechos humanos también están en grave peligro. Y no sólo en el conflicto de Cercano Oriente o en la guerra de Rusia contra Ucrania. Alemania también debe velar cada minuto para que no se olvide la situación en Bielorrusia, la de Darfur, o la situación de los yazidíes. Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, también cree que la Carta de Derechos Humanos está bajo presión, pero en su mensaje en vídeo destaca lo que se ha logrado en los últimos 75 años: “Los derechos humanos se han convertido en una parte integral de la gobernanza y la toma de decisiones. Movimientos como Black Lives Matter, Me too, Fridays for Future, así como el activismo indígena, el feminismo y las protestas de mujeres han animado a las personas a defender sus derechos y luchar contra la injusticia. Los tribunales de algunos países, incluso, han responsabilizado a los perpetradores y reconocido el derecho a un medio ambiente sano”.

Refugiados, esclavitud moderna, hambre y guerra

La ONU enumera que la cifra de personas que huyen ha aumentado a 110 millones de personas, 50 millones viven en esclavitud moderna, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y 735 millones de personas son consideradas desnutridas, de acuerdo con datos de Naciones Unidas. A todo ello se suma la situación en Israel, Gaza y Ucrania, y las consecuencias de la crisis climática.

“Lo que estamos viviendo actualmente ha superado dramáticamente mi peor escenario hace diez años, no lo habría creído posible. En los últimos años no sólo ha habido retrocesos, sino auténticos colapsos. Por el avance de los regímenes autocráticos, y también por las tendencias a la autocratización dentro de las democracias establecidas”, afirma el historiador Heiner Bielefeldt.

Por su parte, Bielefeldt, que es titular de la cátedra de Política de Derechos Humanos en la Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen-Núremberg, dice a DW que “la guerra de Rusia contra Ucrania es una bofetada a los derechos humanos. Es más que una violación, es es la completa ignorancia; es decir, la cínica eliminación de incluso las normas más mínimas en una guerra”.

Avances en la justicia mundial

Bielefeldt elogia el hecho de que la Corte Penal Internacional de La Haya, encargada de investigar graves delitos contra los derechos humanos, haya dado exactamente la respuesta adecuada con la orden de detención internacional contra el presidente ruso, Vladimir Putin.

¿Y cómo está la situación en Alemania? Una organización internacional de vigilancia rebajó recientemente la calificación del país de “abierto” a “deteriorado” en materia de derechos humanos y libertades civiles debido a su rígido trato a los activistas climáticos. Sin embargo, el experto en derechos humanos afirma que es sorprendente cómo Alemania está intentando reforzar las estructuras de protección internacional de los derechos humanos, que están bajo una enorme presión, a través de iniciativas internacionales:

“Alemania también ha estado muy comprometida con la justicia penal internacional. El primer juicio global contra la tortura estatal en Siria tuvo lugar en Coblenza, en territorio alemán, aplicando el principio penal universal, según el cual un tribunal alemán puede juzgar un caso aunque ni los autores ni las víctimas sean alemanes”, destacó Bielefeldt.

En tiempos tan difíciles desde el punto de vista geopolítico, esto sería más importante que nunca, porque no significa aislarse cómodamente y hablar sólo con democracias supuestamente intachables desde el punto de vista moral, afirmó Annalena Baerbock en la conferencia sobre la Carta de los Derechos Humanos. Y el historiador Bielefeldt también ve ahí un enorme reto para Alemania en el futuro.

(ct/cp)