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Sequía extrema impacta a casi todo el Estado

La crisis hídrica que atraviesa el estado de Chihuahua se ha intensificado, afectando a la gran mayoría de los municipios y generando condiciones críticas en la región serrana, donde el abatimiento de mantos acuíferos ya comienza a comprometer el suministro de agua.

Así lo advirtió Mario Mata Carrasco, director ejecutivo de la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS), al señalar que el déficit de lluvias ha sido el factor determinante en la actual emergencia.

“Estamos por debajo del 50 por ciento del promedio histórico de precipitaciones. Si no se presentan fenómenos como ciclones, huracanes o el monzón mexicano, el próximo ciclo agrícola estará en riesgo”, alertó.

Aunque el suministro se ha logrado restablecer en zonas urbanas como la capital del estado, donde hubo cortes derivados de fallas eléctricas, Mata destacó que el principal reto no es técnico, sino climático.

En localidades como Camargo, la falta de escurrimientos ha dejado inoperantes las galerías filtrantes, y ante la negativa de liberar agua de la presa La Boquilla, se habilitaron seis nuevos pozos.

“Con solo dos millones de metros cúbicos se habría resuelto la crisis, pero ni siquiera se permitió eso, a pesar de tener una asignación de 15 millones para uso urbano”, explicó.

Ante esta situación, el Gobierno del Estado y la JCAS han desplegado un plan de emergencia que contempla el uso de pipas, la instalación de plantas potabilizadoras y la entrega de sistemas purificadores en escuelas de municipios como Ascensión, con el fin de asegurar el acceso a agua segura, especialmente para niñas y niños.

El titular de la JCAS reconoció el respaldo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en labores de perforación y rehabilitación de pozos, pero subrayó que el escenario sigue siendo delicado. “Estamos en una situación crítica de escasez de agua superficial.

Necesitamos la colaboración de todos para cuidar el recurso, porque cada día es más difícil garantizar el abasto”, concluyó.