Expansión Política
Mariana Morales
En un escenario complejo por la disputa de los cárteles de la droga, el proceso electoral para elegir alcalde, diputado, gobernador y presidente, se convierte en un desafío.
En un escenario violento en el que los cárteles de la droga se disputan el territorio, las elecciones del próximo 2 de junio en Chiapas para elegir a la persona que suceda a Rutilio Escandón, de Morena, se convierten en un desafío.
La decisión se divide entre Eduardo Ramírez Aguilar, de “Sigamos Haciendo Historia”, conformada por Morena, PVEM, PT y los partidos locales Mover a Chiapas, Chiapas Unido, Redes Sociales Progresistas y PES; Olga Luz Espinoza, abanderada de “Fuerza y Corazón por México” –conformada por el PRI, PRD y PAN– y Karla Irasema Muñoz Balanzár, de Movimiento Ciudadano.
En la entidad, se instalarán más de 6,000 casillas para que la ciudadanía elija a la nueva persona que ocupe la Presidencia de México, para gobernador o gobernadora, a los 123 alcaldes –a excepción del municipio indígena Oxchuc que elige a sus autoridades a mano alzada– y 40 diputados locales.
Expertos alertan que no sólo es emitir el voto en los municipios con ambientes crispados o por los desacuerdos internos de los institutos políticos, la alerta es también porque el crimen organizado puede poner candidatos.
“¿Cómo resolver esta compleja situación donde el narco, y lo que conlleva esta frontera sur: armas, drogas, migrantes, son parte de los actores?”, cuestiona Gerardo Alberto González Figueroa, investigador del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR).
Desde 2018, cuando Manuel Velasco Coello del PVEM –hoy coordinador de alianzas de la candidata presidencial Claudia Sheimbaum–, dejó la Gubernatura las cifras de desapariciones y homicidios en el estado ya eran altas, comparadas con otros años de su sexenio 2015 y 2016, de acuerdo al Secretario Ejecutivo del Sistema Pública Nacional de Seguridad (SNSP) y el Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED) .
Sin embargo, la violencia no ha dado tregua y, por el contrario, ha aumentado. “Del 2021 al 2024 se han recrudecido (la violencia), ya aparecieron en Pantelhó un grupo que dijo que no se iban a instalar casillas (porque ya habían elegido a sus autoridades, de acuerdo a notas periodísticas), pero el INE está viendo que nadie se quede sin votar, el riesgo es más, porque en la misma casilla se vota por la candidatura presidencial”, dice Oswaldo Chacón Rojas, analista político y expresidente del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) en el estado.
En lo local, avizoran riesgo
En los municipios, en medio de la violencia del crimen organizado, incluso el partido oficial ha tenido conflictos para elegir a sus candidatos a las alcaldías.
“Pareciera que la competitividad política electoral va estar centrada en el nivel municipal, y es aquí donde se tensan las cosas porque hay escenarios de violencia”, asevera Chacón Rojas.
La violencia se extendió en diversos municipios del estado por la disputa entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa (CDS), lo que empezó en la Sierra siguió en la Selva, Centro y Sur del estado, mientras que las desapariciones en todas esas esas regiones, a cargo de grupos armados según familias, aumentaron como nunca antes. Los homicidios y feminicidios también crecieron comparado con años anteriores del mismo sexenio.
Y es en esos mismos municipios donde también hubo desacuerdos internos para elegir a los candidatos de Morena a las alcaldías, sobre todo el partido guinda, que es el que tiene mayor fuerza en la entidad.
Un caso fue en marzo pasado, en el municipio de Motozintla, (región Sierra donde en septiembre pasado desfiló entre aplausos el CDS), cuando el exalcalde priista, Jorge Luis Villatoro Osorio iba abrir campaña, ahora por Morena a la diputación federal por el distrito Xlll, apareció una manta con la leyenda: “Narco diputado CJNG no queremos traidores vendedores de su pueblo”.
“Aquí hay dedazo. Aquí mucha gente que no era del partido, de pronto aparecieron como candidatos”, denuncia Aníbal Granados Macario, fundador de Morena en Unión Juárez, quien refiere que Mercedes Ramírez Roblero, esposa de Isaías Verdugo, alcalde del municipio no estuvo en las encuestas, ni en el registro, y ahora es candidata de ese instituto político para ese ayuntamiento.
Una historia similar cuenta Isidro Ovando Medina, fundador en Tapachula y quien aspira a la alcaldía. “Hay inconformidad por las imposiciones, pero la comisión nacional de elecciones es la que definirá al candidato, está lista (que el mismo partido estatal difundió y en la que aparece como candidato por ese municipio, el ex titular del Congreso Local, Yamil Melgar,) no es la oficial”, asegura.
“Sí hay violencia en mi municipio (Suchiate), pero con la bendición de dios caminaré para mi campaña”, dice Dilma Barrios Escobar del PVEM a la presidencia municipal.
Los simpatizantes del candidato por el PVEM en Cacahoatán, Victor Pérez Saldaña, han denunciado en redes sociales que les han bajado de los postes, su propaganda.
“Hay imposición en Morena, sumado a la violencia, aunque no creo que la elección como tal esté en riesgo, lo que puede pasar es que el narco pueda imponer a sus candidatos”, señala el investigador González Figueroa.
Una elección sin contrapesos
Para los especialistas, parece que la elección ya está definida y que las candidatas están “apoyando” el proyecto de Eduardo Ramírez.
“La candidatura a la Gubernatura ya está resuelta; no hay un contrapeso, la oposición se ha ido debilitando, las candidatas Olga y Karla apoyan el proyecto Ramírez Aguilar. El señor sabe hacer política”, dice González Figueroa.
El académico de ECOSUR asegura que inicialmente el director del IMSS, Zoé Robledo, era el candidato y tenía más preferencias que Ramírez, quien es cercano al senador y excandidato presidencial, Ricardo Monreal, pero renunció a la aspiración, en tanto que no hay contrapesos en la carrera.
“No hay un contrapeso, no es como antes ver al PRD, PAN, PT, había historia, pero ni siquiera el magisterio con sus viejas luchas, nadie llama al abstencionismo, nadie hace un contrapeso, hay más oposición dentro de Morena que entre los candidatos a la Gubernatura”, agrega.
En ese sentido, también juega un papel el Ejército Zapatista de Liberación Nacionl (EZLN), que en otros procesos habían sido más participativos, y a ahora tomaron la decisión de hacer cosas internas a través de una ruta de trabajo que es afianzar lo que tienen. “Ellos, en eso están”, afirma.