Opinión

Que lindo es lo bonito.

Por: Manuel Narváez Narváez

Email: narvaeaz.manuel.arturo@gmail.com

De las raras ocasiones en que los legisladores federales se ponen la casaca tricolor y votan por unanimidad una reforma que beneficie a todos, es digno de reconocerse.

La quasi inédita ocasión ocurrió la semana pasada cuando 446 diputados federales presentes -¿dónde andarían los otros 54?- de todas las fracciones parlamentarias votaron en el mismo sentido: prohibir las comisiones al pagar con tarjetas de crédito y  débito.

La medida es plausible porque atiende un viejo y muy sentido reclamo de los tarjetahabientes de este país que, bajita la mano, superan los 43 millones.

Si el senado de la república aprueba en el mismo sentido que su colegisladora, solo faltara que el ejecutivo federal le dé el visto bueno y ordene su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Ahora el consumidor podrá recurrir a la Profeco o en su defecto a la Condusef para presentar queja en caso de que algún establecimiento le cobre comisión al pagar con tarjeta de crédito o débito.

Ignorar tal disposición conlleva una multa de 701.15 pesos y hasta los 2 millones 243 mil 671 pesos.

Independientemente de que alguien o algunos organismos llegasen a ampararse, porque no existe obligación para aceptar pagos con “plásticos”, cabe la posibilidad de que los establecimientos solo acepten efectivo, como existen muchos, muchísimos de todos los calibres en el territorio nacional.

Ciertamente hoy en día para la mayoría de las compras usamos el dinero plástico como se le dice coloquialmente, o bien, a través de transferencias, sin soslayar que existe un porcentaje importante de personas que pagan en efectivo en cajas de cadenas comerciales y supermercados.

Ojalá que esta reforma no aliente la avaricia que, a la postre, incite a comerciantes a colocar anuncios de rechazo al cobro con tarjetas de crédito o débito, lo cual implicaría posible discriminación para quienes por comodidad o seguridad prefieren no cargar consigo dinero en efectivo.

De pasar sin contratiempos y entrar en vigor la disposición legal, me preguntó que pasará con empresas como Don Boletón que, a tiro por viaje, como todas las de su ralea, carga al consumidor una comisión por expedición de boleto?.

En su cuenta, la empresa de boletaje señala lo siguiente:

+En pago con tarjeta aplica un cargo extra por cada boleto.

+Precios desplegados son por persona.

+Es el ingreso que permite a Don Boleton ofrecer la venta de boletos a través de los distintos canales de distribución y le permite mantener una actualización constante en cuanto a tecnología de punta que hace posible la venta de boletos.

Ejemplifico con esta empresa boletera porque me he perdido la oportunidad de disfrutar algunos espectáculos ya que, cuando acudo a taquillas a adquirir las entradas, me piden pague en efectivo si no quiero pagar la comisión “bancaria”. Y yo soy de los que evito traer efectivo.

Espero sinceramente que los comerciantes y empresarios hagan acopio de conciencia y ayuden a terminar con esta práctica depredadora de cobrar comisiones por pagar con ´dinero plástico´, porque es inflacionaria y encarece la vida.

Con la Feria de Santa Rita encima (no sé si para entonces estará en vigor lo aprobado por los legisladores federales), deseo que el Patronato que opera tan importante celebración chihuahuense proteja los intereses de los consumidores y no permitan esos abusos dentro de las instalaciones ni en la adquisición de las entradas.

Es cuanto.

P.D. La banca en México obtuvo en 2023 ganancias por 13 mil millones de dólares, de eso, BBVA se embolsó 5500 mdd. Vaya que les resulta rentable, mucho más que en otras latitudes. P.D. Al ver las descomunales ganancias de la banca en mi país, me acuerdo con tristeza del senador de Morena Ricardo Monreal Ávila, aquella corcholata que quiso ser candidato presidencial, cuando se comprometió a ajustar las exorbitantes comisiones bancarias que nos cobran. Al final se rajó el próximo diputado federal plurinom