Opinión

No, no tienen madre.

Por: Manuel Narváez Narváez

Email: narvaez.manuel.arturo@gmail.com

Mal mensaje envió el ala “opositora” de la partidocracia en México al anunciar la lista de privilegiados (as) para llegar al senado de la república y a la cámara de diputados.

Sin importarles que el país se juega la “democracia” frente al monstruo del comunismo que Morena, el PVEM y el PT pretenden imponer permanentemente; las dirigencias del PAN, PRI y los escombros que quedan del PRD se autoasignaron los mejores lugares para obtener fuero y dietas de ensueño.

Es una maldición que no cese la costumbre de los dirigentes partidistas de agenciarse las posiciones seguras para ser senadores o diputados federales.

Cuando voté por primera vez en 1985 se invitaba a personas con capacidades y talento para impulsarlas al congreso federal a través de la representación proporcional (pluris). El PAN y la izquierda abría esas a puertas a las y los mejores ciudadanos, porque eran tiempos en que el PRI se quedaba casi todas por mayoría.

40 años después de aquella experiencia personal veo con profunda decepción y coraje como la representación proporcional se ha convertido en un negociazo para una oligarquía que corrompe por igual a “demócratas” y comunistas.

Desde entonces, decenas de hombres, mujeres y familias enteras han pasado de supuestos representantes populares a verdaderas oligarquías partidistas.

Entre honrosas excepciones -muy escasas- sobresalen apellidos como Gómez, Batres, Bartlet, Muñoz Ledo (PRD/PRI/Morena); Paredes, Romero Deschampas, Moreira, Viggiano, Moreno, Beltrones (PRI); Villavicencio, Ortuño, Corral, Álvarez, Adame, Creel, Rementería, Romero, Martínez (PAN); Anaya, Aguilar, Noroña (PT); Martínez, Velasco, Ávila, Gloria (PVEM), Zambrano, Aragón, Ortega, Acosta, Basave, Mancera (PRD); y Delgado (MC).

Todos ellos y muchos que faltan se han hinchado de lana. Tan solo en Chihuahua dos exalcaldes, un excoordinador parlamentario y un exgobernador que se sumaron a las filas de Morena, amasaron fortunas provenientes del erario que van de los 20 a los 120 millones de pesos.

Por esta oligarquía plurinominal es que el poder legislativo tiene un enorme descrédito. Porque dinastías completas de familiares, amigos, amantes, entenados, padrinazgos y complicidades inconfesables enquistadas en la partidocracia mexicana han hecho del chapulineo y el camuflaje ideológico la más grande vergüenza política de México.

En el 2018, harto de estas prácticas deleznables de las dirigencias partidistas y del fracaso de las políticas públicas de los gobiernos “neoliberales”, otorgué mi voto de confianza a la “honestidad valiente” de YSQ.

Bastaron 12 meses para darme cuenta del monumental error de votar por Obrador. Ignoré las advertencias, las señales de que el ahora presidente era un peligro para México; pero demasiado tarde constaté que en efecto sí lo es.

A menos de 5 meses de la elección más importante y frente a un escenario mucho más sombrío del que enfrentamos en 2000 mil cuando vencimos del viejo PRI, al Frente Amplio por México (FAM) que impulsa la campaña presidencial de Xóchitl Gálvez, se quita la máscara y lo vuelve a hacer al repartirse los primeros lugares para obtener fuero, dieta y poder.

Marko Cortés y Anaya del PAN van al senado; Alejandro Moreno, Rubén Moreira y su esposa Carolina Viggiano lo harán por el PRI; Jesús Zambrano y Miguel Mancera con las siglas del PRD.

Por supuesto que las mentadas de madre no solo provienen del FAM, ya que Morena se quitará el maquillaje en estos días, pero de adelanto envía a Ignacio Mier, otrora plurilegislador del PRI, al gobierno de Puebla.

Lo reprobable de todo esto es que los mexicanos nos estamos jugando la libertad en unas elecciones francamente muy cuesta arriba, sin embargo, al parecer el PAN/PRI/PRD dan por perdidos los comicios y abandona a su suerte a Xóchitl Gálvez.

Pese a la traición del FAM a su candidata presidencial, aun mantengo la esperanza de que los ciudadanos podamos vencer al comunismo en las urnas, independientemente en manos de quine quede el congreso de la unión.

Por estas razones es que en lo personal voy a sufragar por MéXico, pero anularé mis votos para diputados federales y senadores.

Es cuanto.

P.D. Estos desgraciados (as) que se agandallaron las plurinominales, si tuviesen vergüenza deberían regresar las candidaturas y ponerlas en manos de personas honorables de la sociedad civil, o que se comprometan desde ya a entregar el 100% de sus ingresos legislativos a la beneficencia pública, digo, si es que lo que realmente les importa es el país.