Opinión

Infierno en el Edén.

Por: Manuel Narváez Narváez

Email: narvaez.manuel.arturo@gmail.com

Villahermosa, Tabasco continúa bajo el asedio de bandas delincuenciales y del crimen organizado.

Como lo ha sido desde antes de la navidad cuando grupos delictivos sembraron el terror en el Municipio del Centro, donde se asienta la capital tabasqueña, a mediados de la primera semana del año nuevo volvió a ser epicentro de atención.

La población de la entidad de donde es oriundo el titular del ejecutivo federal, se ha visto afectada por acontecimientos como los que han ocurrido en Michoacán, Zacatecas, Tamaulipas, Sinaloa, Guanajuato, y un sinnúmero de ciudades y poblaciones en lo que va del sexenio a punto de fenecer.

Previo a la noche buena, decenas de automotores fueron incendiados para bloquear varias arterias importantes que comunican a Villahermosa con Veracruz, Chiapas y Campeche.

El rumor de que todo se originó por supuestos ataques al secretario de seguridad pública, fue desmentido con vehemencia por el gobierno estatal.

Los hechos dejaron dos muertos en un par de penales de la entidad, resultado de presuntos motines hacia el interior de los Ceresos.

Pese a la intentona tanto del gobierno estatal y del federal para minimizar los hechos, las imágenes y los videos compartidos por ciudadanos asustados, son evidencias indiscutibles del fracaso de las políticas públicas para pacificar al país.

Días después de aquellos hechos, se suscitó otro incidente en los alrededores de un mercado popular cerca del malecón, en los que ciudadanos de la capital tabasqueña corrían asustados por las calles gritando que habían escuchado detonaciones.

Más puesto que un calcetín, el gobernador y su masculina mesa de seguridad -ninguna fémina-, salió a desmentir “categóricamente” que se tratara de detonaciones de armas de fuego, lo cual resultó cierto, pues en esa ciudad es tradición quemar cuetes y “tronadores”, pero con el temor fundado por los días previos, los locales tienen miedo ante cualquier situación que involucre ese tipo de ruido estruendoso.

Lo ridículo de la situación es la retórica de Manuel Merino, el gobernador que heredó el malogrado aspirante presidencial Adán Augusto López, por cierto, promotor y mecenas de la que encabeza la fórmula morena al senado por Chihuahua; es que alardeó de que no permitirá altere la paz en el estado. Esto, después de lo acontecido.

Lamentablemente la realidad que a toda costa tratan de ocultar el presidente, el gobernador y adictos al partido oficialista, exhibió el estado de vulnerabilidad en que se encuentran los tabasqueños y el comercio.

“Tras la ola de asaltos cometidos en al menos 10 comercios localizados en la ranchería Anacleto Canabal, Loma de Caballo y la colonia Las Gaviotas, Villahermosa, diversos comercios anunciaron el cierre de los locales ante la falta de seguridad para sus trabajadores y los clientes”. Excélsior, 4/01/24.

El golpe de realidad le restriega en el rostro al jefe del ejecutivo federal el fracaso para apaciguar a México y las causas que originan la violencia y el baño de sangre en todo el territorio nacional.

Pese a que en Tabasco se han invertido casi 17 mil millones de dólares para la construcción de la refinería de Dos Bocas, y ser una de las entidades con mayores recursos repartidos a través de programas sociales, al parecer no han sido suficientes para mejorar la situación de los tabasqueños.

Pero en vez de reconocer sus errores y desaciertos, el presidente se empecina en minimizar los hechos violentos, pretextando que se trata de propaganda para afectar a su gobierno.

“La disputa entre Los Panteras, Pura Gente Nueva-Zetas y otras células locales ha trascendido a la población, provocando asaltos a negocios con el objetivo de infundir terror. Estos hechos desafían las afirmaciones de seguridad del gobierno local y plantean preguntas sobre la eficacia de la estrategia para abordar la creciente incidencia delictiva”. Contravía; 6/01/2024.

Aun y cuando el presidente lo niega y trata de distraer la atención con banalidades, la entidad que lo vio nacer ya se le fue de las manos, de no ser así ¿cómo justifica el “refuerzo de la seguridad” con 2500 elementos de la guardia nacional?.

¿Y si el secretario estatal de seguridad Hernán Bermúdez Requena no era el problema, o uno de ellos, por qué renunció un día después de los robos a comercios?; en todo caso hubiese sido removido el titular de seguridad pública del ayuntamiento, que es el responsable de la prevención, ¿or not?.

Lo que pasa en Tabasco retrata de cuerpo entero al presiente, a su movimiento y a su partido. Fallaron sus estrategias contra la inseguridad y fracasó la atención que ha convertido a México en el camposanto más grande del mundo.

Es cuanto