Opinión

El maltrato a los niños y mujeres.

Por: Francisco Flores Legarda

“Si un niño vive en la crítica, aprende a condenar.

Si un niño vive en la hostilidad, aprende a pelearse.

Si un niño vive en el ridículo, aprende a avergonzarse.”

Jodorowsky

Todos los días vemos, escuchamos y sentido como nuestros hijos son vejados. El Estado Méxicano, en sus tres poderes, incluyendo a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, solo miente cuando afirman que los derechos de los niños “so antendidos con prontitud”, mentiras. Son tan imbeciles que ni siquiera saben mentir. Solo salgamos a las calles y vemos, como nuestros menores “buscan un pedazo de pan”, y tambien nosotros como sociedad nos olvidamos de ellos. Esto es suficiente, cuando menos un cariño de respeto, no solo abrazos, respeto les debemos tener. ¿Qué pasa duando un niño, despues de una jornada en los semaforos, se van a su casa? ¿Tendran cobijo? ¿Una comida caliente?

No olvidemos a las madres, a quien les debemos la vida, el respeto, abrazos, pero no, los gobiernos se olvidan de ellos, la Federación compuesta por el Ejecutivo, Legislativo y Judicial, esperando sus posadas, los ministerios publicos archirvando expedientes, para afirmar que cumplieron con sus metas, y luego los jueces emiten resoluciones de “no delito”, ante la falta de pruebas para emitir sentencias condenatorias, ante la falta de humanidad. Tendremos que atender las bejaciones de los niños y las mujeres por propia mano. ¿Será? La ineptitud no solo es del Estado, tambien de nosotros como sociedad.

Dentro de nuestra sociedad actual, los niños y niñas  representan la base de la sociedad y el futuro de la misma, por eso, es importante atender  sus necesidades para que  puedan tener un desarrollo que sea favorable para la sociedad. Dentro de este aspecto, el papel que juegan los derechos de los niños es imprescindible, ya que estos garantizan sus libertades, y como su nombre lo indica, sus derechos. Además su aplicación, amplía sus oportunidades, con el fin de alcanzar su pleno potencial. De ahí la importancia de dar a conocer que son los derechos de los niños.

Pero ¿Qué son los niños?; La Convención de los Derechos del Niño de 1989 los define como: “un niño es todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad”.  La característica principal de los niños es su vulnerabilidad; El niño, al estar en proceso de crecimiento, no cuenta con los medios ni las herramientas necesarias para protegerse a sí mismo, por tanto, los niños son objeto de una atención especial y una protección específica.

Ahora que tenemos un panorama más amplio sobre que son los niños, y el porqué de su importancia, podemos decir que los derechos del niño son derechos humanos, es decir que buscan proteger a los niños como los seres humanos que son. “Por tratarse de derechos humanos, los derechos de los niños están constituidos por garantías fundamentales y derechos humanos esenciales.” (Posada Álvaro, 2005)

Dentro de estos derechos, podemos distinguir: Derechos políticos y civiles, como el derecho a una nacionalidad y por lo tanto a una identidad; Derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho a la calidad de vida, derecho a la educación, derecho a la salud, entre otros; Derechos individuales y colectivos, como el derecho a vivir con los padres, el derecho a la protección, etc. 

Otra cuestión importante, es el valor en los que estos derechos están basados, y en el que recae su máxima prioridad, que es  el respeto a la dignidad y el valor de cada individuo, independientemente de su raza, color, género, idioma, religión, opiniones, orígenes, nacimiento o capacidad. Los derechos del niño son derechos humanos específicamente adaptados pues toman en cuenta la fragilidad, las especificidades y las necesidades propias de la edad de los niños.

El origen de los derechos del niño, se encuentra en 1924, cuando se llevo a cabo la primera declaración de los derechos del niño, que se contempla dentro de la declaración de Ginebra, en la que establece que “la humanidad debe al niño lo mejor que ésta puede darle”. 

Con todo lo anterior, los niños tienen un papel importante dentro de la sociedad, por lo que se  les debe de tratar con dignidad y respeto, además, son la población más indefensa o vulnerable, que puede ser víctima del maltrato o la explotación. Debe considerarse, además, que los niños y niñas no tienen las mismas necesidades y maneras de ser, por ello no se les puede dar un trato igual que al de los adultos.

Es importante darles a conocer sus derechos, pero a la vez, también es importante que los adultos  reconozcamos y respetemos estos derechos que los niños tienen, ya que aunque hay situaciones en que los niños los conocen, lamentablemente ellos no tienen la capacidad para hacerlos valer, y son tratados con un estatus de inferioridad, situación que ocurre en nuestra sociedad, y podemos identificar fácilmente con niños que se desarrollan en un ambiente de pobreza, y niños que viven en la calle, ellos se encuentran indefensos, por la falta de recursos y seguridad, convirtiéndolos en objetivos fáciles para la violación de sus derechos.

Cuando se presentan estos grandes problemas surgen los liderazgos caudillistas, que ponen en cuestión la división y “equilibrio” de los poderes publicos. Todos dicen que estamos a la defensa de los niños y sus madres.

De esta forma tenemos un estado de derecho desacurtilado, oligopólica, de políticos en campaña, asociados de forma opaca con una clase política siempre puesta a intercambiar favores y lealtades. Lo demás para despues.

Debemos tener una sociedad y gobierno fragmentados y dominados por una clase política que se olvida de lo importante, el amor por la humanidad.

Esto desemboca en un Estado todavá más debilitado encluso pervertido, por poderes facticos qu re recorreren tranversalmente a todos los partidos políticos e instituciones públicas.

Aparece un “Estado de Derecho” que se enseña con niños y mujeres, al tiempo que cobija ilegitimos, mafiosos, en un juego de complidades y apoyos reciprocos.

El Gran Arquitecto del Universo no lo puede todo. Cuando menos compartamos un taco con cariño y amor a nuestros vecinos, y con más cariños a los que nos necesitan. Cuidemos a nuestros niños y mujeres, de todos los niveles sociales.

Salud y larga

Profesor por Oposición de la Facultad de Derecho de la UACH.

@profesor_F