Opinión

El Chacal de Tepetitán.

Por: Manuel Narváez Narváez.

Email: narvaez.manuel.arturo@gmauil.com

En tiempos donde el respeto a los Derechos Humanos debe prevalecer, el ejecutivo federal y su administración es el prncipal agresor.

Considerado el Chacal de la violación sistemática e institucionalizada de la Carta Magna y los Tratados Internacionales, el oriundo de Tabasco que aun despacha desde el Palacio Nacional, ha superado a tiranos como Augusto Pinochet, Fidel Castro, Idi Amin, Leopoldo II, Daniel Ortega, Vladimir Putin, Hitler, etc.

Quién lo diría, pero fue durante el sexenio de José López Portillo y Pacheco “jolopo” o el “perro”, cuando México suscribiría en primer Tratado internacional en materia de Derechos Humanos.

No es si no hasta la gestión de Felipe Calderón (2008) cuando el Estado mexicano es condenado por primera vez por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, por violar los derechos políticos del excanciller Jorge Castañeda Gutman.

No fue el exmandatario michoacano el responsable de la violación a los DHs de Castañeda, sino que en ese año la CIDH dictó la sentencia, igual que en 2009 hizo lo mismo para condenar al país por el “Caso González y otras (“Campo Algodonero”) vs. México.

En la seguidilla de sentencias (6 de 8), en 2010 México recibe su tercera sentencia condenatoria por el Caso Rosendo Cantú. En este caso fueron elementos del ahora corporativo empresarial “Ejército Mexicano”, los responsables de tan vergonzosa violación a los DHs.

Como reza el dicho popular “pa no hacerles el cuento tan largo”, tras padecer los 5 años más terribles de violación a los Derechos Humanos, es el presidente de la República el perpetrador de la flagrante y continuada agresión a la Constitucionalidad y Convencionalidad.

Acumula el mandatario macuspano responsabilidad por orquestar, ordenar y omitir contra la tutela y protección de las garantías individuales de los mexicanos.

Valores intrínsecos a la persona como la vida, la dignidad, la salud, el trabajo, la información, la educación, el medio ambiente, el libre tránsito, la democracia, la libre expresión, la libertad de prensa, la seguridad, entre otros, han sido violentados por el que protestó guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen.

Desde el negligente manejo de la pandemia que llevó a la muerte a más de 800 mil personas, el trato indigno a los niños con cáncer, el criminal desabasto de medicamentos, la brutal discriminación a la prensa crítica y el inmisericorde abandono del mantenimiento a las carreteras federales, son algunas evidencias que, en un plano objetivo, serían suficientes para condenar la gestión del actual titular del ejecutivo federal.

Pero también tiene cuentas pendientes el que se considera uno de los presidentes más populares del orbe por lo que refiere a despojar de sus ahorros a los trabajadores del poder judicial, con el que se ha ensañado como jamás se había visto desde el México independiente.

El ecocidio cometido en el sureste mexicano para construir el Tren Maya, condena a la población de esa región a padecer con mayor severidad el cambio climático.

La violencia se ha enseñoreado tanto en este sexenio que, el crimen organizado, terroristas en otras latitudes, ha mandado al forense a 170 mil personas en tan sólo 5 años. Y más cercano a la presidencia como nunca.

No se diga del debilitamiento del árbitro electoral y de los organismos que tutelan los principios de la democracia, auguran las elecciones más cuestionadas por los constantes ataques del presidente y por su descarada intromisión en el proceso electoral para socavar a la verdadera oposición, reposicionar al palero de MC, y favorecer a la aspirante de su movimiento.

Desafortunadamente la Justicia no es ni pronta, ni expedita. Por el contrario, en este país es ocasional, selectiva, pero más que nada es una falacia.

Para cuando el caso del pueblo contra el Estado mexicano llegue a la CIDH, por lo que respecta al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ya estaremos bajo un régimen absolutamente opresor, como los son en Cuba, Nicaragua, Venezuela, Irán, Siria, Israel, Rusia, Corea del Norte y China. Entonces ya será demasiado tarde.

Es cuanto.