Las mujeres iraníes asistieron este jueves a un partido de su selección por vez primera en 40 años, celebrando su largamente esperado acceso al estadio nacional y rindiendo tributo a la “chica azul”, una aficionada que murió el mes pasado.
Irán, una de las potencias tradicionales del fútbol asiático y que cuenta con una apasionada hinchada, ganó 14-0 su partido clasificatorio para el Mundial contra Camboya, pero el desigual encuentro será más recordado por las escenas que se vivieron en las gradas.